Hoy hemos cenado fish and chips. Una cena sencilla pero sabrosa y que se disfruta, sobre todo si se acompaña de un buen vino. El elegido para hoy ha sido un blanco alemán de Reh Kendermann, cuyos vinos ya hemos probado en otras ocasiones.
La variedad Rivaner fue creada a finales del siglo XIX a partir de las Riesling y Silvaner, aunque recientes estudios han concluído que en realidad se emplearon Riesling y Madeleine Royale.
Este Black Tower está limpio y brillante, con un leve tono amarillo pajizo. Al olfato se muestra dulzón con recuerdo de frutos secos (almendras amargas). Y en boca es dulce, suave y muy agradable.
Dice su contraetiqueta que resulta maravillosamente fácil de beber. Con tan sólo un 9,5 % de alcohol no puedo estar más de acuerdo.
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