sábado, 12 de septiembre de 2015

Segundo muestreo de maduración de uva tempranillo. Campaña 2015.

El pasado día 5 de septiembre de 2015 hicimos el segundo muestreo de maduración de uva en variedad tempranillo en viñedo de la DOCa Rioja. Los resultados indican que continúa el ascenso en el grado alcohólico probable y el buen estado sanitario de la uva. 

El día 20 de agosto de 2015 realizamos el primer muestreo de maduración de uva tempranillo y ya observamos el adelanto de la cosecha repecto a años anteriores. En este segundo muestreo, 15 días después, nos encontramos que ha aumentado en 1.7º el grado alcohólico probable.

Si presentamos los valores de maduración alcohólica probable en una tabla:


Respecto al estado sanitario de los racimos se puede decir que en general es muy bueno sin que se observen afecciones por hongos y tampoco se observan granos sin madurar. Como indicabamos en la anterior entrada todo parece apuntar a una muy buena cosecha en cuanto a calidad del fruto.

Uvas tempranillo en sistema de conducción espaldera.

El buen tiempo que nos ha acompañado entre muestreos y la ausencia de grandes lluvias en nuestra parcela objeto de análisis está propiciando la optima maduración de los racimos.

Mapa de distribución del grado 20 de agosto de 2015. Rango de colores: 7 (blanco) a 15º (rojo).
Elaborado por Guillermo.

Mapa de distribución del grado 5 de septiembre de 2015. Rango de colores de 7º a 15º.
Elaborado por Guillermo.
En el mapa de distribución del grado alcohólico probable de fecha 5 de septiembre de 2015, se observa una mayor presencia de tonos rojos (mas grado alcohólico) en la parcela.

Las variedades de uva blanca, por su parte, ya están siendo vendimiadas y presentan visualmente un buen aspecto sanitario.
Cepa de blanco variedad viura en vaso.

Uvas de variedad viura en la DOCa Rioja a punto de ser vendimiadas.

jueves, 10 de septiembre de 2015

La parafernalia del vino


El pasado sábado acudimos a la exposición "La parafernalia del vino", situada en la plaza Primero de Mayo de Logroño y organizada por La Rioja Capital. Se trata de una visita guiada que pretende acercar el mundo del vino a todo tipo de público, para que nos demos cuenta de que no hace falta ser un experto ni un profesional para saber un poco del tema.


La exposición se ubica dentro de una gran carpa, muy bien acondicionada, y está dividida en cuatro ámbitos. En el primero nos explicaron cómo elegir un vino, la decoración simulaba un gran lineal de supermercado lleno de botellas de vino, todas de Rioja, eso sí. Aquí se explica la importancia de la etiqueta, no sólo por los datos en los que fijarnos, si no también en su diseño. También nos contaron cosas sobre las botellas, los tipos de vino, las añadas y la crianza.


Después pasamos al segundo ámbito, donde tenemos el vino en casa. Aquí vimos un audiovisual muy interesante sobre cómo conservar nuestro vino en casa a falta de un calado o bodega subterránea. Básicamente hay que recordar tener en cuenta la temperatura, la luz, la ventilación y la humedad y, por supuesto, bebernos cuanto antes una botella de vino para evitar su oxidación.
A continuación, pasamos a tener el vino en la mesa, la decoración de esta sala es muy curiosa, ya que simula un salón con dos mesas, en la que en vez de platos tenemos unas pantallas, en las que vimos otro audiovisual en el que aprender cómo ser un gran anfitrión y quedar muy bien delante de nuestras visitas en casa.
Por último llegamos a tener el vino en la copa, es decir, qué hay que tener en cuenta al hacer un cata. A través de los sentidos podemos darnos cuenta de todo lo que hay que saber en cuanto a aromas, colores, etc. Hay que tener bien abiertos todos los sentidos cuando llegamos a una cata. En esta sala, pueden olerse diferentes aromas, primero los de los defectos del vino, y después de los aromas que podemos encontrar en un vino, aromas primarios, secundarios y terciarios.


En definitiva, una visita muy recomendable, muy didáctica y amena, nada técnica y para todo tipo de público, incluido niños. Los guías muy bien, lo cierto es que no se hace nada pesado y se pasa el tiempo volando. En apenas media hora aprendimos a cómo elegir un vino en un mercado, saber conservarlo como si tuviéramos una bodega, servirlo en nuestra mesa como perfectos anfitriones y catarlo como unos profesionales. Ahora sólo queda poner en práctica lo aprendido saliendo a tomar unos vinos. ¿Alguien se apunta?