miércoles, 31 de julio de 2013

Granizo en el viñedo

El granizo se puede encuadrar dentro de los factores climáticos que afectan al desarrollo vegetativo del viñedo. El granizo o pedrisco si este tiene tamaño grande, puede causar daños muy localizados en racimos, pámpanos y hojas y pueden hacer que perdamos toda la cosecha.

Daños localizados en bayas y hojas durante el episodio de lluvia con granizo del pasado día 14 de julio de 2013 en viñedos de Rioja
Daños en bayas causados por el granizo caido el pasado día 14 de julio de 2013 en viñedos de Rioja
Al igual que la lucha contra las heladas el mejor remedio es el seguro agrario. Para tener mayor información sobre los posibles tratamientos tras la granizada y la evolución posterior de viñedo, existen buenas publicaciones al respecto en estos enlaces [pdf] [pdf]

Tamaño del granizo caido el pasado 14 de julio de 2013.

miércoles, 24 de julio de 2013

Cata en la Estación Enológica de Haro. Bodegas Ramón Bilbao.

La Estación Enológica de Haro se creó en el año 1892 como centro de investigación, estudio y análisis de los vinos de Rioja. Como otras estaciones enológicas en distintas regiones vinícolas de España tenía el objetivo de modernizar la producción del vino y buscar una salida a la crisis que entonces sufría el sector.


Hoy en día la Estación Enológica de Haro realiza análisis y presta asistencia técnica a todo el sector enológico. Además realiza los controles de maduración de la uva así como los controles de calidad que establece el Consejo Regulador de la DOC Rioja.


Con estos antecedentes se comprende que la cata, a la que asistimos el pasado sábado día 20, era muy especial ya de partida por realizarse en este lugar histórico y a la vez puntero. Como la anterior que se contó en este blog, se desarrollaba en el marco de la exposición La Rioja Tierra Abierta. Y en esta ocasión la bodega que mostraba sus vinos era Ramón Bilbao.

Sin embargo a diferencia de la anterior cata que comentamos, no hubo visita previa a la bodega. Algo muy extraño pues había un microbús esperando para "volver" a la bodega cuando terminamos la cata. Pero nosotros no habíamos estado allí y además nos informaron que a esa hora la bodega cerraba. Nadie subió al microbús y nos quedó la sensación de que en algún lugar se produjo un error de coordinación.

La cata de cinco vinos fue dirigida por Javier Gómez Vivancos, responsable técnico de viñedo, y duró dos horas que se nos hicieron muy cortas. Sus explicaciones no evitaron temas tan técnicos como el suavizado de los vinos en su crianza por la polimerización de los taninos o la manera en que la elaboración puede lograr que se expresen o no determinados aromas. Algo que consiguió hacer ameno y comprensible para todos.


También nos habló de distintas bodegas que tiene el Grupo Zamora, sin ocultar el hecho de que les importa hacer buenos vinos, pero sobre todo venderlos. Por eso cuando se hicieron cargo de Ramón Bilbao dejaron de elaborar blanco de Rioja y cambiaron el estilo de sus vinos tintos. Algo que ya pudimos apreciar en otra cata con ellos hace cosa de tres años y medio, o cuando probamos el Bustinza.

Finalmente han seguido elaborando blanco en Rioja pero sólo para la exportación y por petición de su distribuidor en Rusia. A cambio el grupo sí elabora blancos en otras denominaciones más solicitadas. Así, en Rias Baixas tienen el albariño Mar de Frades, del que probamos su actual cosecha 2012. Un vino muy fresco y que nos gustó, pero del que nos sorprendió su alto grado alcohólico.


El segundo vino que probamos fue otro blanco pero de Rueda. Un verdejo también de 2012 que mostraba los clasicos aromas afrutados a maracuyá que tiene esta variedad. De nuevo sorprendente el grado (13,5%) que tenía y que nos hizo preferirlo en aromas antes que en boca.


Después pasamos ya a los tintos de Rioja. Pudimos hacer una interesante comparación entre dos crianzas de la bodega: Viñedos de Altura y Edición Limitada. Ambos del mismo año 2010, ambos con la misma crianza. Pero el primero con un 50% de garnacha y el otro 50% de tempranillo de viñedos situados a mayor altitud. El segundo de tempranillo y viñedos de menor altitud. En el primero era todavía muy importante el carácter frutal de la garnacha y su característico aroma "a gominola" mientras que en el segundo predominaban los aromas de la madera, con notas balsámicas.


Terminamos la cata probando el Ramón Bilbao Reserva 2008. Un vino de uva tempranillo con un 10% de graciano y mazuelo. Tinto de corte moderno y con más complejidad tanto en aromas como en boca. Si no recuerdo mal tenía, como los otros tintos que probamos, un 14% de alcohol.


Respecto del alcohol, Javier nos explicó que el aumento del grado que se ha visto en los últimos años en Rioja (y en otras denominaciones) ha sido posible debido al aumento de las temperaturas así como a las mejoras en las técnicas de cultivo. Para él, este mayor grado nos da una uva más madura que producirá vinos de más color y aromas más intensos. Es por tanto un "tributo" que hay que pagar para conseguir vinos a la moda actual. Una pena, desde mi punto de vista, pues también hace que en una comida se disfrute menos el vino porque también termina pesando antes.

Así terminó esta cata tan interesante que agradecemos tanto a la organización como a la bodega. Hemos conocido mucha más información sobre los vinos de Ramón Bilbao, sobre la propia bodega y su posicionamiento en el sector y sobre la elaboración de los vinos. Después, y ya que no había visita, algunos nos fuimos directamente a comer a Terete, que había que aprovachar que estábamos en Haro.

martes, 23 de julio de 2013

Visita y cata en Bodegas Urbina

Hace unos días visitamos Bodegas Urbina, en Cuzcurrita de Río Tirón (La Rioja). Es una bodega familiar que produce anualmente unas 450.000 botellas de vino. Las uvas que emplean proceden de sus viñedos de Cuzcurrita y Uruñuela. Pese a no ser una bodega grande, ha conseguido ser muy conocida internacionalmente y gracias a ello exporta a numerosos países.


La bodega en sí es una nave con dos niveles y muy buen aislamiento, lo que permite que la temperatura del interior sea siempre la adecuada. Nosotros llegamos en un día de mucho calor y el contraste al entrar era notable. Aquí se encuentran los depósitos de elaboración, las barricas y botellas para la crianza y la embotelladora. En un elegante edificio anejo están la tienda y la sala de catas.


Además de la visita pudimos disfrutar de la cata de nada menos que diez de sus vinos. Las explicaciones estuvieron a cargo de Pedro Benito (hijo) quien nos dió todos los detalles sobre la elaboración y características de cada uno de ellos. Hay que decir que nos resultó muy ameno e instructivo.


Empezamos probando fresquitos el blanco  de viura de 2011 y su rosado de garnacha, también de 2011. Dos vinos que nos gustaron mucho. Además de rosado también elaboran clarete, aunque cada vino se dirige a mercados diferentes donde se prefiere uno u otro.

Después pasamos a los tintos clásicos. Comenzamos con un monovarietal de garnacha que mostraba la característica expresión frutal de esta variedad. Después lo pudimos comparar con el tempranillo. Ambos vinos de la cosecha 2011. Tras ellos disfrutamos del crianza 2007, un vino que año tras año nos sigue pareciendo excelente.

Los siguientes vinos nos proporcionaron un viaje al pasado de la bodega. Probamos en este orden el Reserva Especial 2001, el Reserva Especial 1997 y terminamos con el Gran Reserva Especial 1991 (el Gran Reserva de 1991 ya lo conocíamos). Tres verdaderos clásicos de Rioja, de gran finura y elegancia. Nos mostraron el tremendo potencial de conservación que tienen los vinos que elaboran en Urbina. No hay más que pensar que el último de ellos tiene ya 22 años y se encuentra todavía en un gran momento.

Algo que llama mi atención es la personalidad que tienen estos vinos y que los distingue de los que elabora cualquier otra bodega. Pienso que tiene mucho que ver con lo que nos contaron sobre que no siembran levaduras para la fermentación de los mostos. El vino tan sólo fermenta con las levaduras que pueda traer la propia uva o las que se encuentren en el ambiente. Para ello las condiciones de los primeros días se deben cuidar mucho pues son cruciales, pero el resultado es único.


Terminamos la cata con dos vinos muy diferentes. El Reserva Especial de uva pasa de 2005 es un vino que aprendieron a hacer en 2003, cuando la climatología muy seca produjo una cosecha que se vendió para granel. Sin embargo de las uvas que llegaban ya pasas a la bodega hicieron un vino de características especiales. Desde entonces retrasan la vendimia de parte de las uvas para obtener estas pasas y hacer un vino seco pero de intensos aromas que nos recuerdan a las pasas de las que procede.

Plot 2006 es un vino de autor y como tal lleva un etiquetado muy distinto a los demás vinos de la bodega. El nombre hace referencia a que cada año se selecciona la uva de la mejor parcela (plot en inglés). Después su crianza se desarrolla en barricas nuevas durante seis meses. Por tanto, según las rígidas normas del Consejo de la DOC Rioja, se produce la paradoja de que no se considera ni siquiera crianza. Y sin embargo es un gran vino que tal vez tenga menos complejidad que los clásicos, pero a cambio muestra más intensidad en aromas y sabor.

Así terminamos la cata que, como ya he dicho, nos resultó muy interesante tanto por los vinos que probamos como por las detalladas explicaciones que nos dieron. Mi agradecimiento a Bodegas Urbina que nos recibieron y trataron de manera extraordinaria. Por cierto que además de su web recomiendo visitar también su blog en donde, como curiosidad, se me puede ver (de espaldas) en una de sus fotografías.

viernes, 19 de julio de 2013

Comida en La Rioja Alta

La Rioja Alta es una de las bodegas más antiguas y tradicionales de Rioja. Se fundó en 1890 y está situada en el barrio de La Estación de Haro. En la actualidad el grupo La Rioja Alta incluye además otras tres bodegas: Torre de Oña en Rioja Alavesa, Áster en Ribera del Duero y Lagar de Cervera en Rías Baixas.


Ayer tuve la suerte de disfrutar de una excelente comida en uno de los comedores de la bodega. Atravesando la sala de barricas donde envejecen sus vinos se llega a una sala amplia, bien iluminada y con unas hermosas vistas a la sierra de Toloño. Allí, en unos cómodos sillones, disfrutamos de un aperitivo acompañado del Albariño de Lagar de Cervera.


Después nos sentamos a la mesa y ya empezamos con la comida. La bodega tiene su propia cocina y todo se elabora allí mismo (salvo el pan). La comida se tiene que reservar previamente y hay distintas opciones para elegir en dos grandes apartados: comida tradicional y comida moderna.

Nosotros esta vez nos decidimos por la tradicional y elegimos de primero unas pochas, cuya temporada está comenzando. Estaban muy finas y deliciosas. Aparte venían el chorizo (riquísimo) y el tocino para añadir al gusto, así como las guindillas para dar el toque picante. Una delicia.


De segundo tomamos corderito lechal asado. Tierno y sabroso, acompañado de unas patatas. También llevaba aparte un poco de lechuga para añadir como acompañamiento. Como detalle extra decir que el vinagre de aliño para la ensalada también estaba elaborado a partir de vinos de la propia bodega.


Nuestro postre fueron unos milhojas cubiertos con chocolate. Después de la comida que he descrito parecería que no íbamos a poder con un postre así, pero fue verlos y aparecer un hueco en el estómago. Estaban exquisitos.


Por supuesto los vinos que disfrutamos durante la comida fueron dos reservas de La Rioja Alta. Primero el Viña Arana Reserva 2005 y después el Viña Ardanza Reserva 2004. Son vinos que siempre han mantenido el estilo clásico de Rioja y se cuentan entre nuestros favoritos. Con una buena comida mostraron su mejor expresión. Una verdadera gozada.


También tuvimos la sorpresa de que junto con el café nos ofrecieron un brandy que se envejece en la propia bodega. Según nos dijeron su madre es de Armagnac y permance en barricas nuevas de roble americano hasta que el enólogo considera que está en su punto. Un lujo que sólo se puede disfrutar allí, pues se elabora en muy pequeñas cantidades.


Mención especial para el trato que recibimos, verdaderamente excelente. Rapidez, amabilidad, así como completas explicaciones sobre cualquier cosa que llamara nuestra atención, hicieron que la experiencia fuese memorable.

lunes, 15 de julio de 2013

Premio Champagne de la joie de vivre

Nono García
El jueves de la semana pasada se entregó en Madrid el Premio Champagne de la joie de vivre que concede el Comité de Champagne. El galardonado fue el pintor murciano Nono García, quien recibió como premio un mágnum de Champagne así como un viaje de descubrimiento y degustación a la región de Champagne.

Este premio se viene celebrando desde hace años en distintos países y en 2013 se ha celebrado por primera vez también en España. Nos hubiera encantado asistir pues nos parece una muy buena iniciativa y además nos encantan las acuarelas de Nono García. Por desgracia nos resultó imposible, pero en todo caso queremos agradecer al Bureau du Champagne en España su amable invitación.

jueves, 11 de julio de 2013

De pinchos por Haro

   Hace unas semanas, aprovechando que fuimos a la famosa Batalla del Vino, durante las Fiestas de San Juan, San Felices y San Pedro 2013, tuve la oportunidad de ir de pinchos, como el año pasado, por la ciudad de Haro, en la Rioja Alta.
   Pensamos que, al ser en sábado la gran fiesta, iba a estar difícil poder probar algunas de las delicias gastronómicas del lugar, pero ni mucho menos.
   Al primer sitio al que nos dirijimos fue la calle Santo Tomás. Una calle, en la que, a ambos lados, podemos encontrar pequeños establecimientos hosteleros. Es la primera parte de la llamada "herradura" que llega hasta la plaza de la Iglesia, y se baja por la otra parte de la herradura, la calle San Martín. Nosotros entramos en varios bares y en todos ellos combinamos el pincho con un tinto Rioja, bien del año o crianza.
 
   En el primer bar, el Beethoven I, probamos una deliciosa y gran croqueta casera de jamón y una tosta que llevaba un pequeño saquito de hongos, muy rico.
 

   Seguimos nuestro periplo en el siguiente bar, en el que pedimos una tosta de chaca con gamba y salmón y otra tosta de jamón, chistorra, huevo y pimiento. Sin salir de la misma calle, entramos en el siguiente para pedirnos unos champis a la plancha.

   En la plaza de la Iglesia, entramos a probar unas patatas ali-oli en la Jarrera. Seguidamente, nos pasamos por el otro Beethoven, frente a la Parroquia de Santo Tomás Apóstol, donde pedimos un bocatita de chistorra, un pimiento relleno, un saquito de espárragos trigueros con bacon y un crujiente. Muy ricos estos últimos.
  
   Ya en la plaza San Martín entramos en un par de bares. El primero fue el mítico Los Caños, en el que pedimos una ración de bravas. Tampoco nos pudimos resistir a probar unas mini-hamburguesitas, que al mirarlas en la barra nos susurraron un "cómeme".

   Y después entramos en el Kaya, donde tomamos un saquito de hongos sobre una tosta con mermelada y una gamba gabardina napeada. Además, pedimos unas deliciosas croquetas de jamón.

    Y con esto terminamos de cenar un poco. Aún quedaba una larga noche para disfrutar de la fiesta jarrera y sobre todo para prepararnos para la gran batalla del día siguiente.