sábado, 21 de mayo de 2011

Algunas lecturas sobre el mundo vitivinicola


Para los epicúreos que quieran cultivar su conocimiento en la materia vitivinícola os adjunto algún titulo que he leído o releido últimamente y he sometido a reflexión.

Tratado de viticultura general. Luís Hidalgo. Es el catecismo de la viticultura, por su volumen y por sus contenidos. Básico en cualquier biblioteca vitícola que se presuma.

Poda de la Vid. Luís Hidalgo. Compendio teórico de diferentes métodos y consecuencias de la poda. Necesariamente su lectura debe ser acompañada de clases prácticas.

Los parásitos de la vid. Estrategias de protección razonada. Varios autores. El A, B, C, de la protección del viñedo. Me gustaría saber si los agricultores conocen los parásitos contra los que luchan tan enconadamente. Un libro básico que debiera tener todo viticultor.

Riego localizado y fertirrigación. Jesús Antonio Moya Talens. En numerosos viñedos existe red de riego, pero ¿realmente es eficaz? Libro recomendable para poder realizar el diseño de tu red de riego y la programación del ciclo de riego-abonado adecuada.

Gran Atlas del vino. Concha Baeza. El típico libro para saber donde estas en un contexto general. La verdad es que hay regiones con viñedo para todos los gustos.

Arte de Hacer vino. Original del año 1803, traducción de Manuel Sánchez Salvador. Curioso tratado sobre la viticultura. Se indican acciones como la “Chaptalización” de mostos (añadir azucares para subir grado) en la época.

El gusto del vino. El gran libro de la degustación. Emile Peynaud y Jacques Blouin. El idioma del vino es el francés como ya nos lo ponen de manifiesto los autores en este libro. Un tratado indispensable para iniciarse en el mundo de la cata y el vino.

Saber de vino en 3 horas. Federico Oldenburg. Según cuenta el autor “La guía rápida para convertirte en un experto” Interesante para adquirir una visión rápida, o reciclarse, sobre el mundillo del vino.

Respecto al mundo de la cata para los más perezosos siempre esta la consulta rápida de Internet.

Prontuario de la cofradia del vino de Rioja.

Curso popular de cata de vinos.

Por último quisiera recomendar la página de Manuel Ruiz Hernández más completa es imposible.

jueves, 19 de mayo de 2011

Coronitita

La Corona Extra es probablemente la cerveza mejicana más conocida en el mundo. La elabora el Grupo Modelo y se puede encontrar en casi todos los paises. Su éxito se debe sin duda a que hace honor a su leyenda, la más fina, pues se trata de una cerveza de gran finura y baja graduación alcohólica (4,6%) que resulta muy refrescante y fácil de beber.

Como curiosidad, en España la conocemos por Coronita, según parece por la coincidencia de nombre con otra bebida, el vino Coronas de la bodega Torres.

Nosotros la tomamos a menudo en El Mexicano, bar situado en la calle San Agustín de Logroño, acompañando unas riquísimas Quesadillas Rancheras o alguna otra de las tapas mejicanas que allí preparan.

Sin embargo este pasado fin de semana cuando pedimos nuestras Rancheras y Coronitas nos llevamos una gran sorpresa al ver las botellas de la fotografía. Lo cierto es que en la imagen cuesta apreciarlo, seguramente por la falta de referencias, pero en vivo era muy llamativa la reducción de tamaño que habían experimentado.

Como he dicho es una cerveza ligera, refrescante y fácil de beber. Así, su tamaño habitual de 35,5 cl. resulta de lo más adecuado, sobre todo para acompañar algo de comida. Por eso nos dejó perplejos ver que se había reducido hasta poco más de un quinto de litro, 21 cl. en concreto.

Por supuesto que sale algo más barata pero creo que no compensa, así que pregunté. Para mi tranquilidad me aseguraron que, aunque en ese momento sólo tenían ese nuevo tamaño pequeño, habitualmente iban a tener ambos. Espero que sea así.

Y al final, con toda esta historia no he podido evitar acordarme de otra botella de Corona Especial que me encontré hace unos años por Edimburgo. Igual es un poco exagerada, pero yo creo que la prefiero. :-)

lunes, 16 de mayo de 2011

Rompeolas

El sábado pasado, 7 de mayo, aprovechando el fin de semana en Somo (Cantabria) nos acercamos a comer, siguiendo una recomendación, al Restaurante - Bar “Rompeolas”.

El menú del día, 15 euros por persona incluyendo agua, vino, pan y postre, ofrecía platos variados. Los primeros que elegimos fueron el cocido montañés, los garbanzos con marisco y la ensalada de escalibada. Las raciones de ensalada eran más que suficientes para una persona mientras que las de cocido y garbanzos, que no nos sirvieron en plato, sino que trajeron a la mesa en unos recipientes con las raciones de las personas que lo habíamos pedido, venían en tal cantidad que pudimos repetir. Los garbanzos estaban muy sabrosos y caldosos.

Ya que estábamos al lado del mar de segundo pedimos chipirones fritos, bocartes fritos y durdo frito. El durdo o pinto es un pescado de roca bastante espinoso que no se ve por Logroño mientras que los bocartes son lo que aquí se conoce como anchoas. Aunque los bocartes se hicieron esperar mientras que los demás platos ya habían llegado, todos quedamos muy satisfechos con nuestra elección.





Los que nos atrevimos a pedir postre probamos las delicias de limón (parecía mousse de limón) y la tarta de la casa, postre casero que por aquí se hace mucho ya que era la típica tarta de galletas con chocolate y flan.



En conjunto un restaurante muy recomendable con una muy buena relación calidad precio. Y después de esta buena comida nada mejor que un paseo por la playa con vistas a la bahía de Santander.

domingo, 15 de mayo de 2011

Altoranza Petit Verdot 2008

Otra botella que me pareció interesante en mi última visita al Aldi fue este Petit Verdot. Un vino elaborado por Bodegas Luzón en la D.O. Jumilla y que se vende bajo la marca Altoranza, perteneciente a la cadena de supermercados.

Llamó mi atención por la variedad de uva empleada, la Petit Verdot y no, desde luego, por el diseño de la etiqueta, que con el color tan llamativo que se puede apreciar en la fotografía transmite una sensación más de vino "de batalla" que de un tinto de calidad. Sin embargo al abrirla aparece un inesperado corcho de buena calidad (de verdad que esperaba silicona) y posteriormente un vino bueno en su conjunto.

Hay que decir que los vinos que Bodegas Luzón muestra en su web son bastante diferentes. Sólo el tipo de botella, ancha de hombros, es el mismo. Las etiquetas tienen un diseño más sobrio y elegante y la variedad de uva de sus vinos es principalmente la más habitual de Jumilla, la Monastrell.

Volviendo a este Petit Verdot, la etiqueta nos informa de que se trata de un vino joven pero que ha permanecido cuatro meses en roble francés. También nos dice que el grado alcohólico es del 14%.

A la vista muestra un tono violáceo muy intenso. Sus aromas delatan la madera, con notas especiadas y balsámicas. Y en boca nos resulta licoroso, con taninos dulces y algo amargo.

Al ser una variedad poco común en España, me ha resultado muy original por ser distinto de los vinos que más conozco. También me ha dejado ganas de probar alguno de los vinos de la variedad Monastrell de la misma bodega.

Cata con David Moreno

 Ayer martes se celebró, como siempre en el Hotel Husa Gran Vía de Logroño, una nueva cata de las que organiza el Diario La Rioja. Y en el sorteo de las cincuenta plazas para asistir resulté ser uno de los elegidos para conocer y catar los vinos de David Moreno.

Empezamos viendo un vídeo sobre la bodega y su historia. Es la vida de David Moreno quien, tras marcharse con su familia a trabajar a Barcelona durante muchos años, vuelve finalmente a su pueblo, Badarán, para dedicarse a lo que más le gusta: hacer vino.

Pronto empezamos a catar los vinos. Van a ser seis tintos; pese a la fama que tiene el clarete de la zona, y el suyo en particular, no ha traído ninguno. Explica que el mercado pide más tinto que clarete y por eso es lo que más le interesa producir y dar a conocer. Además defiende, y con razón, la gran calidad que tienen sus tintos.

Comenzamos con un vino joven. Elaborado con semi maceración carbónica (no todo, pues en algunos lugares confunden la aguja con el vino picado, nos dice, así que no puede tener mucha) y añadiendo el 25% del raspón. Color bonito de intensidad media, como son los vinos tradicionalmente en Rioja, nos insiste en varias ocasiones. Afrutado en aromas y redondo en boca, mostrando efectivamente algo de aguja. Un vino fácil de beber, como quiere que sean todos sus vinos, pero con cuerpo. Lleva un 80% de Tempranillo y un 20% de Garnacha, que quita aspereza y añade acidez. Nos cuenta que en tiempos era costumbre añadir, en su lugar, como un 10% de Viura.

Crianza 2007. De nuevo color bonito de media capa. Aromas de roble fino. Un vino sin ninguna aspereza. Ha pasado 14 meses en barricas de roble, ninguna de las cuales tiene más de 5 años. Nos cuenta que las barricas más nuevas se utilizan para los vinos de gama alta. También nos dice que inicialmente tenía más roble americano que francés, pero que poco a poco ha ido cambiando a la inversa.

Selección de la Familia 2005. Un vino criado año y medio en barrica, con más roble francés que americano. Aroma que nos describe como limpio y amplio. Un vino con más cuerpo y que ha recibido varios premios, como un Oro en Tempranillos al Mundo o ser nombrado el mejor vino de España en relación calidad precio.

Reserva 2004. Dos años en barrica y dos años y medio en botella. Limpio de aromas y algo dulzón (redondo) en boca. Con cuerpo, aunque nunca excesivo, pues no quiere elaborar vinos "difíciles de beber". Un vino clásico de Rioja. En este caso el porcentaje de Tempranillo sobre la Garnacha sube al 85% ó 90%, pues así mantiene mejor el color con los años.

Gran Reserva 2001. De una cosecha excelente, encontramos un vino todavía muy entero. Color evolucionado adecuadamente con la edad. Muestra también los aromas propios de un vino de 10 años.

Vobiscum 2004. El "vino de autor" de la bodega. Se elabora en pequeñas cantidades con uvas seleccionadas de viñedos de casi 100 años de edad y cuya producción es de unos 3000 kg/ha. Se cría en roble francés nuevo y presenta más color (aun siendo de capa media). También tiene más estructura y algo de aspereza. Nos lo describe como un vino "para chuletón". Su grado también sube hasta el 13,7%.


Tras la cata llegan las preguntas. Sobre la procedencia de las uvas nos explica David Moreno que tiene 80 ha de viñedo propio y el resto lo compra principalmente por la zona, en Badarán y Cárdenas, aunque también algo en Uruñuela y en Rioja Baja.

No podían faltar tampoco preguntas sobre el clarete, del que nos cuenta elabora con un 50% de Viura y un 50% de Garnacha. Para este vino selecciona las uvas tintas de grado entre 12% a 12,5%, mientras que de 12,5% en adelante las destina a tintos. Para obtener el color característico macera en un 25%, pues de macerar todo le saldría rosado.

Al terminar, David Moreno nos cuenta una interesante historia. Hacia el año noventa atravesaba una época de dudas sobre el futuro y viabilidad de la bodega. Entonces decidió pasar dos semanas en el Monasterio de Valvanera para hacer cuentas, meditar y encomendarse además a la Patrona de La Rioja, cuya imagen también puso en su bodega. Fue poco después cuando supo que su vino había sido elegido en la Cata de los Rotarios, lo que le garantizaba unas ventas importantes. Esa elección se repetiría al año siguiente. Desde entonces tiene David Moreno lo sucedido por un verdadero milagro.

También nos insiste que su bodega está siempre abierta a visitas (salvo días festivos por la tarde, aclara). Se puede recorrer libremente o en visita guiada. También se pueden probar allí todos sus vinos y acompañarlos con una tapa de chorizo. Además la bodega es muy bonita. Yo puedo confirmar todo ello, pues he estado allí ya un par de veces. La última para disfrutar de un concierto.

En definitiva, una cata de vinos de estilo clásico de Rioja y de gran calidad, en la que he disfrutado de todos ellos. Y una gozada el poder escuchar a David Moreno, quien logra contagiarnos su pasión por su bodega, sus vinos y su tierra.

domingo, 8 de mayo de 2011

Riesling Classic 2008

Este vino blanco de la variedad Riesling ha sido embotellado en la región vinícola alemana de Rheinhessen por la bodega Andreas Oster, de quien ya probamos anteriormente un beerenauslese.

Es un vino que muestra aromas cítricos y que en boca resulta muy fresco y un puntito dulce. Todo ello, unido a su grado alcohólico del 11% lo convierte en un vino muy agradable y fácil de beber.

Por si alguien quiere probarlo encontré esta botella en el supermercado Aldi, donde tienen algunos vinos interesantes y que no distribuyen otras cadenas.

lunes, 2 de mayo de 2011

Blancos de Rioja: Lealtanza 2010 y Marqués de Cáceres 2010

Este Lealtanza 2010 es un vino blanco de Bodegas Altanza, Fuenmayor. Ya nos sorprendió en la añada 2009, cuando preguntamos un poco y llegamos a saber lo que sus aromas nos sugerían, que a la tradicional Viura habían añadido la entonces recién aprobada Sauvignon Blanc.

Desde que vemos la botella sabemos que estamos ante un vino diferente. Delgada, cilíndrica, recta de hombros y algo más alta que las botellas habituales de Rioja. También la etiqueta hace juego con sus proporciones, su diseño y el tipo de letra empleado.

Y diferente es, sin duda, lo que nos encontramos al probarlo. Un vino de aspecto brillante y color amarillo muy pálido que despliega unos aromas verdaderamente embriagadores donde destacan sobre todo las frutas tropicales. En boca su entrada es fresca y resulta de nuevo frutal, con buena persistencia y largo posgusto. Cabe añadir que alcanzando un 13% de alcohol, éste se encuentra perfectamente integrado.

Sin duda un ejemplo muy logrado de lo que se puede conseguir en Rioja con las nuevas variedades de blancos.

El Marqués de Cáceres blanco 2010 procede de Cenicero, municipio por cierto vecino de Fuenmayor. Y es un vino clásico monovarietal de uva Viura. Su grado alcohólico es del 12,5%.

También en su presentación, la botella es bastante tradicional. Este año han modernizado la etiqueta, añadiendo al sobrio y elegante diseño de siempre, las iniciales de la marca, las letras M y C en gran tamaño. Es una pequeña variación que, sin cambiar la imagen de la marca, le da un toque más actual.

A la vista muestra un color amarillo pajizo claro. En aromas resulta agradable con flores y frutas blancas de intensidad media. Y en boca lo encontramos muy sabroso, de nuevo con el recuerdo de flores y frutas, con una persistencia larga y un final cálido.

Nos parece, en definitiva, una buena muestra de hasta dónde se puede llegar con la Viura, juntando una buena cosecha y una cuidada elaboración.

Finalmente nos resulta imposible no comparar ambos vinos, aun siendo bastante diferentes. Los dos nos parecen muy buenos, destacando el Lealtanza en aromas, donde la Viura encuentra difícil competir con la Sauvignon Blanc, pero equilibrando la balanza el Marqués de Cáceres en boca, donde nos parece algo más expresivo.

Tras la cata, vino el maridaje con una pequeña selección de quesos (de pasta fresco con arándanos, de vaca ahumado, de cabra, azul suave y azul fuerte) y patés (un foie y un paté trufado de hongos). Y aquí fue donde los dos blancos nos terminaron de convencer. Acompañaron muy bien a todos ellos, especialmente al intenso queso ahumado y al sabroso foie.

Habrá que repetir. :-)