sábado, 28 de enero de 2017

Unos días por Jaén

Hace un tiempo tuvimos ocasión de conocer esta gran ciudad. Sí, una gran ciudad histórica, ya que fue la capital del Santo Reino. Jaén es, como indica su escudo, "Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jaén, Guarda y Defendimiento de los Reynos de Castilla". Podemos dar constancia de ello recorriendo sus empinadas y estrechas calles, visitando su Catedral, o numerosos monumentos que nos lo recuerdan, como su castillo.
Comenzamos nuestro periplo en Madrid. Viajamos en bus durante cuatro horas con una pequeña parada técnica para almorzar, se nos pasó muy rápido. Hacía mucho que no hacía un viaje de estas características. A mí lo que me gusta de los viajes en bus es ver cómo cambia el paisaje, no me canso de mirar por la ventana. Pasamos de una gran ciudad, con sus áreas industriales, a la meseta de Castilla La Mancha, con sus grandes y extensos campos de viña y cereal.

Pero fue llegar al Parque Natural de Despeñaperros cuando empezó a cambiar la cosa. Al otro lado del túnel nos esperaba todo un bosque de pinos, enebros, etc. estaba todo verde y ¡precioso! Sin duda a la próxima, habrá que hacer algo de senderismo por aquí. Nos quedaba una hora para llegar al destino y pronto nos dimos cuenta de otro cambio de paisaje. Pasando Bailén ahora todo lo que se veía era olivos y más olivos. Cerca, lejos, a un lado y al otro, todo lleno de filas y filas de olivos, una pasada. 
En la estación nos estaban esperando nuestros amigos, está genial tener unos guías locales como ellos.

Lo primero que hicimos fue visitar la Cooperativa San Juan, la principal almazara de la ciudad y de la provincia. Allí hicimos apetito y fuimos a comer. Nos tenían preparado, entre otras cosas, el plato estrella de la gastronomía típica, la pipirrana, que es una rica ensalada de tomate.
Esa misma tarde subimos al Castillo de Santa Catalina. El precio de la entrada eran 3,50€. Se trata de una gran fortaleza en la que se pueden visitar todas sus torres, y gracias a sus audiovisuales y sus paneles puedes hacer una visita rápida pero muy interesante. Desde lo alto del cerro se tiene una gran vista de la ciudad, sobre todo saliendo hacia lo alto de la cruz. Junto al Castillo se construyó en los años 60 el Parador Nacional, aunque parece que sea parte del castillo, en realidad no es así. No tardamos en entrar y ver el interior mientras tomamos un café.


Cuando bajamos fuimos directamente a conocer la parte nueva de la ciudad, un gran parque junto al boulevar. Y antes de cenar, teníamos preparada una visita nocturna un tanto especial.
Partimos esta visita en la Iglesia de San Ildefonso. Cláritas es quien se ocupa de este tipo de visitas (entre otras muchas) y por un precio de 10€ hicimos un recorrido de dos horas por la ciudad. Nuestro "Paseo de ultratumba" fue espectacular. Entramos a las catacumbas de San Ildefonso, la plaza de la Catedral, el Callejón del Duende, el Callejón y Plaza de la Merced, el Arco de San Lorenzo, el Refugio antiaéreo y la Plaza de San Bartolomé con su Casa del Miedo. En cada parada nos iban contando historias un tanto inquietantes. Pero nos gustó muchísimo, totalmente recomendable. Para acabar, entra una consumición en Los Barriles. Y como es Jaén, bebida y tapa gratis. Así, sí.


Pero se nos había hecho un poco tarde y decidimos ir a El Calentito a probar un flamenquín tamaño XXL y unas croquetas muy ricas.
Para ir entrando en contacto con la noche jienense, fuimos a un local muy curioso, la Sala de estar. Para después recorrer algún que otro bar por el centro.

Al día siguiente, teníamos recorrido diurno por el casco histórico de la ciudad. Pero había que coger fuerzas y, como era domingo, nos tomamos un chocolate con churros en El Parque. Y menos mal, porque Jaén, si no lo he dicho antes, tiene un montón de cuestas. Fuimos por el barrio de la judería y entramos a la Iglesia de San Andrés y San Juan.
En el Palacio de Villadompardo se encuentran los Baños árabes. Todo el edificio es un museo y está realmente completo. Además, hay una gran terraza-mirador desde el que se ve el castillo, la catedral, todas las iglesias, etc. Los Baños son fantásticos, se conservan prácticamente en su totalidad, además, hay algún video en el que explican su construcción y funcionamiento.


Tras la larga caminata, era hora de comer. Fuimos al Bomborombillos, que por lo visto, significa subir a los niños a los hombros, y allí nos pusimos las botas. Pedimos unas raciones porque se nos hacía tarde y cada vez que pedíamos otra consumición, pues otra tapa. Todo riquísimo.
Patatas bravas con fresa, Alcauciles, Bocatas de calamares, Arroz negro, Vulcanitos de trucha y Mini hamburguesas Thai. Para hacer la digestión, nos acercamos a la terraza del Montelado, a probar un café frappelado.



Ya por la tarde tocaba el turno de la Catedral. Nos decantamos por la opción de la audio-guía, un acierto. En la visita es posible subir a la zona de balcones de la fachada y ver el Ayuntamiento enfrente. Y seguimos callejeando y visitando jardines y parques. Muy agradable el paseo.

 
A la hora de la cena nos acercamos a La Comba. Me resulta muy curioso que como aperitivo sirvan en todos los bares aceite para untar. Pedimos Secreto ibérico y albóndigas. Y en La Manchega unas patatas ali-oli. La noche acabó en La Novena, que es la terraza del Hotel Condestable de Iranzo, tomando alguna copa y charlando entre amigos.

Al día siguiente, desayunamos tostadas con tomate y aceite, y es que no hay mejor manera de coger fuerzas que con un desayuno así. Antes de marchar, nos dio tiempo para visitar el Museo Provincial lleno de piezas íberas y romanas. Realmente interesante conocer un pedacito más de historia del lugar.


Y con todo esto, sólo queda agradecer a nuestros amigos por la organización de un fin de semana genial. Nunca habíamos estado en Jaén, y lo cierto es que nos gustó muchísimo. Habrá que repetir.

jueves, 5 de enero de 2017

Bodegas de California

En el mes de octubre de 2016 un colaborador del blog estuvo por California y recorrió el valle de Napa visitando dos bodegas, lo que os contamos a continuación.


La fama de los vinos de California despega internacionalmente tras el famoso Juicio de París de 1976. Cata a ciegas, convocada por Steven Spurrier propietario de una enoteca, en el Hotel Internacional de esta ciudad con un jurado compuesto por 9 especialistas franceses. Participaron vinos californianos y franceses y los vinos de California quedaron primeros, siendo una sorpresa mayúscula, en las catas de tintos y blancos.

La zona vitivinícola de Napa y Sonoma consta de dos valles paralelos que se ven influenciados climatológicamente por su cercanía al océano Pacífico que se encuentra a unos 50 km hacia el oeste. El recorrido por el valle de Napa en coche es bastante sencillo ya que en cada margen del río Napa tenemos una carretera de referencia, la Silverado Trail en la margen izquierda, y la 128, posteriormente la 29, en la margen derecha. Estas vías conectan entre sí en varios puntos lo que permite realizar sencillos recorridos con la distancia que se desee. Junto a las carreteras existe gran número de bodegas y también encontramos algún que otro cartel avisador de que en caso de advertir conducciones indebidas por consumo de alcohol hay que llamar al 911. La visita fue corta, de un día, eligiendo una bodega pequeña característica y otra de mayor tamaño, de las más conocidas de la región.
Limite de velocidad en una carretera del Valle de Napa
Tomando como punto de partida la localidad de Napa y saliendo por Trancas Street hacia Silverado Trail en sentido noroeste a unos 3 km nos encontramos con Bodegas Luna.
Cartel indicador en la carretera Silverado Trail
Se trata de un establecimiento que es el mayor productor de Pinot Grigio en Napa. Sus edificaciones, en forma de U, acogen un patio central y viñedos junto a ellas. Al lado del aparcamiento se encuentra una agradable sala de catas, con un estupendo porche. Están abiertos todos los días de la semana y presentan distintas ofertas para degustar los vinos que producen.
Entrada a la bodega rodeada de viñedos. Se ve la zona de catas a la derecha y nave de elaboración a la izquierda.
Por unos 30 $ puedes degustar unos 5 vinos, tintos y blancos, con valor desde 32 a 68 $. En la cata se tomaron 2 blancos y 3 tintos, un blanco Pinot Grigio Reserva 2015, un blanco Chardonnay Reserva 2015, un tinto Sangiovese Clásico 2014, un tinto Sangiovese Reserva 2014 y un tinto de Cabernet Sauvignon 2014. El vino mas interesante a juicio de nuestro colaborador fue el Sangiovese Reserva 2014, envejecido 12 meses en barricas nuevas de roble francés y húngaro en el que destacaban los intensos sabores a cereza y pimienta negra.

Degustando los vinos de la bodega en el porche.
Pasando al otro lado del río Napa y bajando por la carretera 29 nuestro colaborar visitó la Bodega Robert Mondavi.

Entrada a la bodega Robert Mondavi

A poca distancia tenemos la entrada a la bodega
Se encuentra en el término de Oakville construida al estilo Misión y en el año 2016 ha celebrado el 50 aniversario de su fundación, para lo que han elaborado un vino especial, el tinto Maestro 2013.

La zona es famosa por los viñedos de uva tinta de variedad Cabernet Sauvignon y los blancos de variedad Sauvignon Blanc. Hacia finales de los años 60 Robert Mondavi aprovechó esta uva para elaborar el famoso vino blanco Fumé Blanc que se inspira en los vinos del valle del Loira. Este vino tiene una alta dominancia de la variedad Sauvignon Blanc, cuya uva procede del viñedo de Kalon que se encuentra junto a la bodega y que es uno de los mas antiguos del valle de Napa, datando de las primeras plantaciones del año 1868.
Cartel identificativo de la variedad Sauvignon Blanc
Sistema de cultivo de las vides cercano a la bodega.
La bodega es una de las más visitadas de California y también abren todos los días de la semana. Para visitarla es conveniente reservar. No obstante si no se dispone de reserva la bodega cuenta con un salón de catas y terraza exterior en el que a cualquier hora de su apertura pública puedes degustar los vinos de la bodega.
Vista del patio central de la bodega.
Zona acondicionada para la degustar y disfrutar del paisaje de un cuidado viñedo
Junto a la bodega se pueden observar plantaciones con indicaciones de variedad y otros aspectos técnicos. Durante la visita se degustó un vino rosado, Robert Mondavi 2015, del que destacar su fresco paladar con dominancia de cereza.

Algo que llama la atención cuando te sirven vino en Estados Unidos es la cantidad que ponen en la copa. Normalmente estamos acostumbrados a un 1/3 del recipiente pero allí no es extraño que la copa se llene hasta los 2/3 de su capacidad.

Hacia las 6 de la tarde las bodegas de la zona cierran al público y puede ser el momento de acudir a cualquiera de los numerosos restaurantes que están junto a las carreteras del valle de Napa y deleitarse con las típicas parrilladas americanas de carne.

Otra alternativa y si se tiene oportunidad, es cenar el Boon Fly Cafe situado junto a la carretera 12 que va al valle de Sonoma. Este restaurante también es conocido por sus desayunos, en los que puedes tomar una de sus especialidades las rosquillas Boon Fly, estando abierto desde las 7 de la mañana. El local destaca por haber actualizado el clásico estilo americano manteniendo las esencias de éste y a día de hoy es uno de los establecimientos de moda en la zona. El local está abierto durante todo el día hasta las 21 horas.
Boon Fly Cafe
El casco urbano de Napa está a 1 hora de conducción tranquila en coche de la Bahía de San Francisco y no hay mejor manera de finalizar la excursión que atravesar el famoso Golden Gate. Aviso: medio kilómetro antes del puente puedes desviarte para contemplar la bahía y la ciudad desde los miradores de un popular paseo costero.
Puente Golden Gate