lunes, 29 de septiembre de 2008

San Mateo 2008

La semana pasada se han celebrado en Logroño las fiestas de San Mateo, o fiestas de la vendimia. Son unos días en los que el vino está muy presente. Más si cabe que en cualquier otra época del año. Por eso es típico salir por los bares de la calle Laurel o de la calle San Juan, o incluso por otras zonas, para disfrutar de sus variados pinchos acompañados de los correspondientes vinos.
También son días de beber zurracapote en los chamizos de las peñas. O de ver los fuegos artificiales en el parque de la Ribera, que este año han sido de gran calidad.
Además se puede ir a los conciertos de la plaza del Ayuntamiento, entre los que se ha podido ver a Orishas o a Rosendo.Otra de las actividades más interesantes consiste en acudir a las numerosas degustaciones que se preparan todas las mañanas. Destaco en este apartado la de chuletas y la de ternera guisada, que si han tenido alguna pega es la larga espera por la gran afluencia de gente.Y por la noche, aparte de seguir la fiesta por los bares de la Mayor, es casi imprescindible acudir a la carpa de las peñas, donde Makoki y su grupo Vela son capaces de animar a todo el mundo con su particular estilo.Días en definitiva en los que lo único complicado es aburrirse.
Os dejo finalmente con una muestra de los fuegos artificiales del día 22 para recuerdo de quienes los vimos y conocimiento de quienes se los perdieron.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Viñedos de El Redal

Hoy Jaime nos ha llevado a visitar la bodega y los viñedos que tiene su familia en El Redal.
La bodega es del estilo más tradicional de La Rioja: excavada en la roca y con arcos fajones que sustentan su bóveda. Los antiguos depósitos de madera se quitaron hace tiempo pues en esta bodega ya no se elabora el vino, sino que la uva se lleva a la Cooperativa San Cosme y San Damián, del mismo pueblo.Los viñedos, de la variedad Tempranillo, están plantados en espalderas y siguiendo precisas hileras para poder vendimiar con máquina vendimiadora. También disponen de un moderno sistema de riego que se controla desde una caseta y permite añadir los abonos directamente, distinguiendo hasta cuatro zonas.Como la vendimia está cercana, Jaime ha llevado un refractómetro para estimar el grado probable de alcohol a partir de la cantidad de azúcar en las uvas. Sin hacer una muestra exhaustiva hemos encontrado valores entre los 13 y los 9,5 grados. También nos ha explicado los fundamentos de la cata de uvas: la fuerza necesaria para desprenderla del racimo, la cata del hollejo, la cata de la pulpa e incluso la cata de las pepitas. Según los expertos faltan unas dos semanas, siempre que no llueva, para que alcancen su grado óptimo de maduración.Ha sido una visita muy instructiva y muy entretenida. Mis agradecimientos al anfitrión.

martes, 16 de septiembre de 2008

Jerez de la Frontera

Por si alguien todavía no se había dado cuenta, empezaré diciendo que este verano tuve la suerte de pasar unos pocos días en Jerez de la Frontera. Se trata del municipio más poblado de la provincia de Cádiz, con algo más de 200.000 habitantes y su economía está basada en el vino, los caballos y el turismo.
A la hora de comer se encuentran todo tipo de ofertas. Nosotros aprovechando que disponíamos de una excelente guía local fuimos directos a un lugar de lo más interesante. El bar de tapas La Cruz Blanca es en realidad también un restaurante donde se pueden degustar creaciones que combinan lo moderno con la tradición de la zona. Había mucho donde elegir y pedimos platos muy variados, todos excelentes. Pero por mencionar alguno yo me quedo con el milhojas de foie o el solomillo con foie.Otro de los días, aprovechando una visita a Cádiz, nos dedicamos a la más pura tradición. En pleno centro de la ciudad se encuentra la freiduría Las Flores, donde degustamos una fuente variada de pescaito frito, un salpicón y unas sabrosas tortitas de camarones.Si a la buena comida añadimos las estupendas playas de la zona y los animados locales nocturnos de Jerez (mención especial para el Bereber) y que todo lo disfruté en excelente compañía, se comprende que me hayan quedado muchas ganas de volver en cuanto sea posible.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Croft

Croft es un vino blanco dulce de la bodega González Byass de Jerez. Se trata de un pale cream elaborado a partir de la variedad de uva palomino fino y que alcanza un grado alcohólico del 17,5%. Está dirigido al mercado anglosajón y ni siquiera se comercializa en España. Por eso me pareció muy interesante aprovechar mi visita a la bodega para hacerme con una botella y someterla a nuestra cata. Por cierto que, para quien esté interesado en conseguirlo, no es necesario desplazarse hasta la Gran Bretaña. Y ni siquiera hasta Jerez (aunque recomiendo hacerlo), porque se puede adquirir online.
A la vista se presenta brillante y limpio, de un claro tono amarillo pajizo. Nos resulta placentero en nariz, con sus aromas de miel y membrillo y recuerdos de manzanilla y paja. La sensación en boca es muy agradable: la llena por completo y se muestra denso y dulce, con un sabor que persiste largamente.
Nos parece un vino de gran calidad, muy bien elaborado y muy original para nosotros.
Recomiendan tomarlo muy frío y acompañado, por ejemplo, de foie. Javier encontró uno excelente con el que maridó a la perfección.

martes, 9 de septiembre de 2008

González Byass

La bodega González Byass de Jerez fue fundada en 1835 por Manuel Mª González Ángel, asociado poco después con su agente en Londres, Robert Blake Byass. Actualmente la familia González sigue manteniendo la tradición y elaborando entre otros el que puede ser su vino más famoso y que el fundador dedicó a su Tío Pepe.
La visita resulta muy entretenida merced a las interesantes explicaciones tanto sobre la historia de la bodega como sobre la elaboración y características de sus vinos. Éstos se elaboran a partir de las variedades de uva Palomino Fino (95%) y Pedro Ximénez (5%). La denominación abarca lo que se conoce como El Marco de Jerez, incluyendo los municipios gaditanos de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.
El envejecimiento se produce en botas de roble americano de 600 litros de capacidad, que sin embargo se llenan sólo hasta aproximadamente 500. Es el llamado "velo de flor" que se forma en su superficie el que impide su oxidación y le da además un toque característico.Pero más llamativo aún resulta, al menos para un riojano, el método de criaderas y soleras por el que las distintas añadas se van combinando hasta conseguir vinos de gran complejidad y calidad y cuyas características se mantienen homogéneas en el tiempo.
Terminada la visita pudimos catar dos vinos: el Tío Pepe, un fino aromático y muy seco y el Croft, un pale cream dulce muy agradable de beber y al que espero dedicar una próxima entrada del blog. También, ya en la tienda, me ofrecieron probar el Brandy Lepanto, de extraordinaria vejez y aromas complejos, que me pareció verdaderamente excelente.
En definitiva, una bodega llena de historia (impresiona la colección de barricas firmadas por personalidades de fama internacional) y que elabora un vino de calidad que espero ir conociendo mejor.