Situado frente a la Aljafería, el restaurante Wen Zhou Mei Si Cheng puede presumir de ser uno de los preferidos entre la propia comunidad china de Zaragoza. Se trata de un local sin ninguna pretensión, humilde, pero con un personal extremadamente amable y un menú que incluye platos de la cocina china no adaptados al gusto o las expectativas occidentales. La carta está dividida en dos partes, una de ellas escrita exclusivamente en caracteres chinos y otra traducida al castellano. Se trata de platos diferentes en cada caso y es un buen ejemplo de lo que en lingüística se denomina "el uso el lenguaje como escudo cultural", ya que quien no sea capaz de leer los caracteres chinos, se verá privado de la posibilidad de probar las especialidades más auténticas. Afortunadamente, este es un buen sitio para dejarse aconsejar por su dueño y probar platos cuyos nombres nos son desconocidos. El Wan-tun es delicioso. Los rollitos de primavera no tienen nada que ver con los vastos rollazos habituales en los restaurantes chinos para occidentales. Las verduras en tempura con salsa de soja están riquísimas, al igual que el pan chino. Y de postre, nada de lichis, platano flambeado o flan con nata y nueces. Uno no puede irse del Wen Zhou Mei Si Cheng sin probar los canutillos rellenos de yuca y sellados con semillas de sésamo.
martes, 14 de julio de 2009
Wen Zhou Mei Si Cheng
Situado frente a la Aljafería, el restaurante Wen Zhou Mei Si Cheng puede presumir de ser uno de los preferidos entre la propia comunidad china de Zaragoza. Se trata de un local sin ninguna pretensión, humilde, pero con un personal extremadamente amable y un menú que incluye platos de la cocina china no adaptados al gusto o las expectativas occidentales. La carta está dividida en dos partes, una de ellas escrita exclusivamente en caracteres chinos y otra traducida al castellano. Se trata de platos diferentes en cada caso y es un buen ejemplo de lo que en lingüística se denomina "el uso el lenguaje como escudo cultural", ya que quien no sea capaz de leer los caracteres chinos, se verá privado de la posibilidad de probar las especialidades más auténticas. Afortunadamente, este es un buen sitio para dejarse aconsejar por su dueño y probar platos cuyos nombres nos son desconocidos. El Wan-tun es delicioso. Los rollitos de primavera no tienen nada que ver con los vastos rollazos habituales en los restaurantes chinos para occidentales. Las verduras en tempura con salsa de soja están riquísimas, al igual que el pan chino. Y de postre, nada de lichis, platano flambeado o flan con nata y nueces. Uno no puede irse del Wen Zhou Mei Si Cheng sin probar los canutillos rellenos de yuca y sellados con semillas de sésamo.
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1 comentario:
¡Qué ganas tengo de probarlo!
A ver cuándo hacemos una escapada a Zaragoza y volvemos a disfrutar de la excelente comida china.
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