Está situado en la calle Rodier, entre la zona de Opéra y Montmartre y su decoración es totalmente adecuada a su comida.
Se puede comer a la carta, pero como tienen un menú degustación, no me lo he pensado mucho. Lo primero ha sido una Harira, una crema fría de verduras de excelente sabor. En segundo lugar la Pastilla façon Traditionnelle, una especie de empanadilla en la que se contraponía el relleno salado a su dulce cobertura de azúcar. Lo siguiente ha sido las Sardines Farcies, es decir, sardinas rellenas, que llevaban un acompañamiento especiado delicioso. Como plato principal el Couscous Saharien, junto a una costilla de cordero y una salsa picante. De postre la Delice Saharien, una especie de bizcocho muy dulce con una crema de naranja que estaba riquísimo.
En general platos muy conseguidos, bien preparados, bien presentados y de aromas y sabor intensos, gracias a las especias empleadas en su elaboración.
Junto al postre también he podido disfrutar de un extraordinario té a la menta.
Para beber he tomado un vino de Argelia: Chateau Mansourah 2006, de la denominación de origen Coteaux de Tlemcen. Un tinto de color intenso, aromas intensos a fruta madura y equilibrado en sabores aunque con cierto exceso de alcohol en boca. Apostaría a que está elaborado a base de Cabernet Sauvignon y que ronda el 14% de graduación. Correcto, pero lamentablemente indistinguible de vinos similares de cualquier otro lugar del mundo. Cosas que tiene la modernidad.
El resto del día he seguido con mis visitas parisinas: el Musée d'Orsay, donde he podido admirar algunas de las mejores obras del impresionismo, el espectacular edificio de l'Opéra y la zona de La Défense, con sus colosales rascacielos.
1 comentario:
Chico, qué maravilla esto de levantarse a desayunar,encender el ordenador para leer la prensa y ver que hay una nueva actualización en b-logia, seguirte la pista por Paris y saborear esos platos y esos vinos aunque sea de forma vicaria...
Apura que ya te queda poco!!!!
un abrazote de Lucía y mío
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