Léon Beyer es una bodega francesa de la denominación Viñedo de Alsacia (Vignoble d'Alsace). Esta región situada en la orilla francesa del Rin produce vinos que se asemejan bastante, por variedades de uva y características, a los vinos alemanes.
Según cuentan en la web de la bodega, el año 2007 resultó excepcional, con un mes de septiembre cálido y sin apenas lluvias que produjo una de las mejores cosechas de la historia. Después de probar este gewürztraminer tengo que darles la razón.
A la vista se presenta con un bonito e intenso color dorado. Pero es en aromas cuando nos empieza a cautivar. Con un 13,5% de alcohol declarado en su etiqueta esperamos que los típicos aromas florales de la variedad casi nos hagan recordar a una colonia. Nada más lejos de la realidad. Efectivamente muestra aromas a rosas, pero se va abriendo y nos deleita con multitud de suaves notas frutales (pera, albaricoque) que nos encantan. Y finalmente en boca resulta espectacular. Afrutado, complejo, bien estructurado, todo un deleite para el gusto que se prolonga con una muy larga y agradable persistencia.
Sin duda el mejor gewürztraminer que recuerdo haber probado y uno de los mejores blancos en mucho tiempo. A esta añada aún le queda vida así que si encuentro más botellas no me lo pensaré. Pero también será interesante comprobar qué sucede con las nuevas cosechas.
Según cuentan en la web de la bodega, el año 2007 resultó excepcional, con un mes de septiembre cálido y sin apenas lluvias que produjo una de las mejores cosechas de la historia. Después de probar este gewürztraminer tengo que darles la razón.
A la vista se presenta con un bonito e intenso color dorado. Pero es en aromas cuando nos empieza a cautivar. Con un 13,5% de alcohol declarado en su etiqueta esperamos que los típicos aromas florales de la variedad casi nos hagan recordar a una colonia. Nada más lejos de la realidad. Efectivamente muestra aromas a rosas, pero se va abriendo y nos deleita con multitud de suaves notas frutales (pera, albaricoque) que nos encantan. Y finalmente en boca resulta espectacular. Afrutado, complejo, bien estructurado, todo un deleite para el gusto que se prolonga con una muy larga y agradable persistencia.
Sin duda el mejor gewürztraminer que recuerdo haber probado y uno de los mejores blancos en mucho tiempo. A esta añada aún le queda vida así que si encuentro más botellas no me lo pensaré. Pero también será interesante comprobar qué sucede con las nuevas cosechas.
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