La crítica del Sr. N'Guyen.
Ha pasado un año desde que escribí sobre
este mismo tema. Y sólo puedo decir que de aquellos polvos vienen estos lodos.
Poco antes de celebrarse las logroñesas fiestas de San Mateo se fallaron los
premios de este concurso de tapas 2008. Los tres primeros resultaron ser un hotel de Badarán, un restaurante de Sorzano y una cafetería de Haro. O sea, tres establecimientos ideales para ir de tapeo. Nótese, por favor, la ironía.
Y ¿qué ha sido de los bares tradicionales de tapas? Pues repasando la menguada lista de participantes, encuentro de Logroño, por ceñirme a lo que más conozco, un solitario bar de la calle Laurel y otro de la calle San Juan. Todo lo demás son hoteles, restaurantes y cafeterías.
Sí, efectivamente, tenemos un concurso de tapas en el que no participan los bares de tapas.
Es evidente que
a los bares de tapas no les interesa este concurso tal y como está planteado. Posiblemente favorece demasiado a quien dispone de una cocina más equipada y más personal que dedicar a complejas elaboraciones. Y así renuncian a competir en desventaja.
Pero resulta que
a quienes nos gusta el tapeo tampoco nos interesa ya este concurso. La prueba es que durante las fiestas los bares de tapas tradicionales han estado tan llenos como siempre. Y muy poca gente se ha enterado siquiera de la celebración del concurso, pues en ellos no había ninguna referencia al mismo.
La conclusión es que este concurso ya es ajeno por completo a la "cultura de la tapa", y como tal no puede sino considerarse un
estrepitoso fracaso.
Eso sí, los organizadores se muestran absolutamente
satisfechos e incluso hablan de
cita gastronómica de referencia en el norte de España. Y mientras tanto, los visitantes del norte de España (o de cualquier otro sitio) en la Laurel sin enterarse. En fin, no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Ah, y mis felicitaciones a los premiados.