Hoy Jaime nos ha llevado a visitar la bodega y los viñedos que tiene su familia en El Redal.
La bodega es del estilo más tradicional de La Rioja: excavada en la roca y con arcos fajones que sustentan su bóveda. Los antiguos depósitos de madera se quitaron hace tiempo pues en esta bodega ya no se elabora el vino, sino que la uva se lleva a la Cooperativa San Cosme y San Damián, del mismo pueblo.Los viñedos, de la variedad Tempranillo, están plantados en espalderas y siguiendo precisas hileras para poder vendimiar con máquina vendimiadora. También disponen de un moderno sistema de riego que se controla desde una caseta y permite añadir los abonos directamente, distinguiendo hasta cuatro zonas.Como la vendimia está cercana, Jaime ha llevado un refractómetro para estimar el grado probable de alcohol a partir de la cantidad de azúcar en las uvas. Sin hacer una muestra exhaustiva hemos encontrado valores entre los 13 y los 9,5 grados. También nos ha explicado los fundamentos de la cata de uvas: la fuerza necesaria para desprenderla del racimo, la cata del hollejo, la cata de la pulpa e incluso la cata de las pepitas. Según los expertos faltan unas dos semanas, siempre que no llueva, para que alcancen su grado óptimo de maduración.Ha sido una visita muy instructiva y muy entretenida. Mis agradecimientos al anfitrión.
La bodega es del estilo más tradicional de La Rioja: excavada en la roca y con arcos fajones que sustentan su bóveda. Los antiguos depósitos de madera se quitaron hace tiempo pues en esta bodega ya no se elabora el vino, sino que la uva se lleva a la Cooperativa San Cosme y San Damián, del mismo pueblo.Los viñedos, de la variedad Tempranillo, están plantados en espalderas y siguiendo precisas hileras para poder vendimiar con máquina vendimiadora. También disponen de un moderno sistema de riego que se controla desde una caseta y permite añadir los abonos directamente, distinguiendo hasta cuatro zonas.Como la vendimia está cercana, Jaime ha llevado un refractómetro para estimar el grado probable de alcohol a partir de la cantidad de azúcar en las uvas. Sin hacer una muestra exhaustiva hemos encontrado valores entre los 13 y los 9,5 grados. También nos ha explicado los fundamentos de la cata de uvas: la fuerza necesaria para desprenderla del racimo, la cata del hollejo, la cata de la pulpa e incluso la cata de las pepitas. Según los expertos faltan unas dos semanas, siempre que no llueva, para que alcancen su grado óptimo de maduración.Ha sido una visita muy instructiva y muy entretenida. Mis agradecimientos al anfitrión.
2 comentarios:
Nos queda pendiente la segunda parte de la visita. Catar el vino y comer las chuletas.
Espero que esa parte la podamos organizar para la próxima semana. Los sarmientos ya estaban esperando... :-)
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