Uno de los alimentos que siempre relaciono con Inglaterra es la mantequilla de cacahuete. Hoy en día se encuentra con facilidad en España. Pero la primera vez que viajé a Inglaterra, hace ya bastantes años, me sorprendió encontrarme con un producto que sólo conocía por novelas ambientadas en países anglosajones. Y todavía en la actualidad suelo aprovechar los viajes allí para traerme algún frasco.
La del bote de la foto en concreto, de la marca Whole Earth, es suave, es decir, sin trocitos de cacahuete que tienen la mala costumbre de quedarse entre los dientes. Y además no lleva azúcar añadido.
Aparte de comerla untándola en pan, hace poco decidí probar un experimento y tratar de preparar una salsa de cacahuete para acompañar pasta. Esta combinación de pasta y salsa de cacahuete es algo que probamos en China, que nos gustó mucho y que llevaba tiempo queriendo intentar.
Así que hice una búsqueda de recetas por internet y finalmente llegué a mi propia combinación de ingredientes y método de elaboración. Puse una cazuela a fuego muy suave, sólo para calentar y que se disolviera todo mejor. Utilicé aceite de oliva como ingrediente principal (tanto como salsa quería hacer) y le fui añadiendo la mantequilla de cacahuete a razón de una cucharada sopera por plato de pasta. Cuando se mezcló bien añadí un poco de vinagre balsámico (se puede usar salsa de soja), unas gotas de tabasco para darle un toque picante, una pizca de azúcar y sal al gusto.
El resultado, sin ser perfecto, me resultó bastante satisfactorio y acompañó muy bien un plato de pasta fresca. En concreto unos tagliatelle de verduras que quedaron muy sabrosos.
La del bote de la foto en concreto, de la marca Whole Earth, es suave, es decir, sin trocitos de cacahuete que tienen la mala costumbre de quedarse entre los dientes. Y además no lleva azúcar añadido.
Aparte de comerla untándola en pan, hace poco decidí probar un experimento y tratar de preparar una salsa de cacahuete para acompañar pasta. Esta combinación de pasta y salsa de cacahuete es algo que probamos en China, que nos gustó mucho y que llevaba tiempo queriendo intentar.
Así que hice una búsqueda de recetas por internet y finalmente llegué a mi propia combinación de ingredientes y método de elaboración. Puse una cazuela a fuego muy suave, sólo para calentar y que se disolviera todo mejor. Utilicé aceite de oliva como ingrediente principal (tanto como salsa quería hacer) y le fui añadiendo la mantequilla de cacahuete a razón de una cucharada sopera por plato de pasta. Cuando se mezcló bien añadí un poco de vinagre balsámico (se puede usar salsa de soja), unas gotas de tabasco para darle un toque picante, una pizca de azúcar y sal al gusto.
El resultado, sin ser perfecto, me resultó bastante satisfactorio y acompañó muy bien un plato de pasta fresca. En concreto unos tagliatelle de verduras que quedaron muy sabrosos.
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