Los conciertos en bodegas de Catarsis han vuelto en los meses de julio, agosto y septiembre con la denominación de Músicas del Mundo en Verano [pdf]. En este ciclo, el concierto del pasado sábado era una actuación del Quinteto de acordeones Fermín Gurbindo y se celebraba en Marqués de Vargas.
Después comenzó la visita propiamente dicha con un paseo alrededor de la bodega, concebida como un château, para ver los viñedos. Se encuentran divididos en diferentes parcelas bien diferenciadas y todas en las cercanías. Ya dentro de la bodega pudimos ver los depósitos, la embotelladora y la sala de barricas mientras nos explicaban que sólo elaboran tintos de reserva con uvas de su propiedad. De ellos, el Marqués de Vargas Reserva se elabora cada año. Tanto el Reserva Privada, como el Hacienda Pradolagar Reserva Especial se elaboran tan sólo cuando la cosecha ha sido excelente y siempre con uvas seleccionadas.
Durante la visita nos comentaron algunos detalles interesantes. Así, por ejemplo, que no solo tienen dividida la finca en dieciséis parcelas diferenciadas, sino que la uva recogida en cada parcela fermenta en depósitos separados, realizándose posteriormente los coupages que darán lugar a cada uno de los vinos que elaboran. De su marca más exclusiva, que solo se produce en años con fruta excepcional, llegan a elaborar apenas tres mil o cuatro mil botellas, que venden numeradas. La vendimia se realiza a mano, ya que las cepas están plantadas en la forma tradicional de vaso, lo que dificulta la mecanización. Su producción es bastante limitada, incluso por debajo de los márgenes permitidos por el Consejo Regulador y realizan aclareo de racimos durante la maduración, por lo que la uva puede denominarse con total propiedad "seleccionada".
Otro detalle que nos llamó la atención fue la presencia de barricas de roble ruso junto a las tradicionales de roble francés y americano. Nos cuentan que fueron pioneros en el uso de esta madera, que suaviza mucho el vino, cualidad que es apreciada, sobre todo, por las mujeres. El reserva que probamos durante el posterior refrigerio estaba elaborado con vino envejecido en los tres tipos de madera.
Finalmente, no quiero dejar de señalar que la bodega es de construcción reciente (1989), aunque la finca es muy anterior y lleva produciendo uva desde los tiempos de la filoxera.
Tras la visita disfrutamos del concierto del Quinteto de acordeones Fermín Gurbindo. Integrado por Teresa Madorrán, Pilar Rubio, Jorge Collado, Lluch Sanpedro y Mauro Urriza, son una formación que homenajea y recuerda al compositor riojano nacido en Ábalos. Bajo el título Recital de temas emblemáticos de acordeón de países europeos, interpretaron desde música de Grieg hasta valses, jotas y tangos. Sin olvidar alguna obra del propio Gurbindo. Mucha variedad que hizo el concierto muy entretenido.
Finalizamos con el cóctel en los jardines de la bodega. El vino (Marqués de Vargas Reserva) nos esperaba ya adecuadamente decantado para poder apreciar mejor sus aromas, entre los que destacaba el regaliz. El catering de Marisol Arriaga consistió de nuevo en una serie de pequeñas delicias, algunas ya las conocíamos y otras no, que gustaron a todo el mundo.
Este rato en el jardín, a la puesta del sol, junto a la bodega y los viñedos, disfrutando de buena comida y buen vino, y con el recuerdo de la música que habíamos escuchado, se convirtió en un momento que, siguiendo la nueva denominación de este blog, no puedo sino calificar de ataráxico.
Nos recibieron en la sala de catas de la bodega y lo primero que nos contaron es que este grupo vinícola tiene además otras dos bodegas: Conde de San Cristóbal en Ribera de Duero y Pazo San Mauro en Rías Baixas. De esta última nos dieron a probar un albariño extraordinario en aromas y muy fresco, que con el calor que hacía fuera nos sentó de maravilla.
Después comenzó la visita propiamente dicha con un paseo alrededor de la bodega, concebida como un château, para ver los viñedos. Se encuentran divididos en diferentes parcelas bien diferenciadas y todas en las cercanías. Ya dentro de la bodega pudimos ver los depósitos, la embotelladora y la sala de barricas mientras nos explicaban que sólo elaboran tintos de reserva con uvas de su propiedad. De ellos, el Marqués de Vargas Reserva se elabora cada año. Tanto el Reserva Privada, como el Hacienda Pradolagar Reserva Especial se elaboran tan sólo cuando la cosecha ha sido excelente y siempre con uvas seleccionadas.
Durante la visita nos comentaron algunos detalles interesantes. Así, por ejemplo, que no solo tienen dividida la finca en dieciséis parcelas diferenciadas, sino que la uva recogida en cada parcela fermenta en depósitos separados, realizándose posteriormente los coupages que darán lugar a cada uno de los vinos que elaboran. De su marca más exclusiva, que solo se produce en años con fruta excepcional, llegan a elaborar apenas tres mil o cuatro mil botellas, que venden numeradas. La vendimia se realiza a mano, ya que las cepas están plantadas en la forma tradicional de vaso, lo que dificulta la mecanización. Su producción es bastante limitada, incluso por debajo de los márgenes permitidos por el Consejo Regulador y realizan aclareo de racimos durante la maduración, por lo que la uva puede denominarse con total propiedad "seleccionada".
Otro detalle que nos llamó la atención fue la presencia de barricas de roble ruso junto a las tradicionales de roble francés y americano. Nos cuentan que fueron pioneros en el uso de esta madera, que suaviza mucho el vino, cualidad que es apreciada, sobre todo, por las mujeres. El reserva que probamos durante el posterior refrigerio estaba elaborado con vino envejecido en los tres tipos de madera.
Finalmente, no quiero dejar de señalar que la bodega es de construcción reciente (1989), aunque la finca es muy anterior y lleva produciendo uva desde los tiempos de la filoxera.
Tras la visita disfrutamos del concierto del Quinteto de acordeones Fermín Gurbindo. Integrado por Teresa Madorrán, Pilar Rubio, Jorge Collado, Lluch Sanpedro y Mauro Urriza, son una formación que homenajea y recuerda al compositor riojano nacido en Ábalos. Bajo el título Recital de temas emblemáticos de acordeón de países europeos, interpretaron desde música de Grieg hasta valses, jotas y tangos. Sin olvidar alguna obra del propio Gurbindo. Mucha variedad que hizo el concierto muy entretenido.
Finalizamos con el cóctel en los jardines de la bodega. El vino (Marqués de Vargas Reserva) nos esperaba ya adecuadamente decantado para poder apreciar mejor sus aromas, entre los que destacaba el regaliz. El catering de Marisol Arriaga consistió de nuevo en una serie de pequeñas delicias, algunas ya las conocíamos y otras no, que gustaron a todo el mundo.
Este rato en el jardín, a la puesta del sol, junto a la bodega y los viñedos, disfrutando de buena comida y buen vino, y con el recuerdo de la música que habíamos escuchado, se convirtió en un momento que, siguiendo la nueva denominación de este blog, no puedo sino calificar de ataráxico.
2 comentarios:
Nosotros también estuvimos en el concierto y disfrutamos mucho, tanto de la bodega, como de la música, del magnífico vino que nos dieron y de las explicaciones de la guía.Es una bodega muy recomendable para visitar.
Totalmente de acuerdo. Muchas gracias, Cristina, por tu comentario.
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