Este pasado día 15 la Logia, versión reducida, se desplazó hasta San Sebastián. ¿La razón? Asistir al concierto de Bruce Springsteen en el estadio de Anoeta.
Teníamos muchas ganas de ver al Boss, uno de los mayores rockeros del mundo, en vivo. Y no nos decepcionó. Todo lo contrario. A lo largo de tres horas de concierto corrió, saltó, se acercó al público, hizo juegos malabares con la guitarra y cantó. Sobre todo cantó. Canciones de su último disco, Magic y de discos anteriores. Atendió las peticiones que se le hicieron recogiendo incluso los carteles que le mostraban con los títulos solicitados. Puso en pie al estadio, nos hizo corear sus canciones y nos hizo bailar a todos con sus temas de toda la vida. Sin duda se entregó a fondo y el público respondió con absoluta pasión.
Puro espectáculo y rock and roll por el que ha merecido la pena volver a casa de madrugada y pasar el día siguiente con mucho sueño.
Y ahora escuchemos un fragmento de Dancing in the Dark, una de mis favoritas.
Teníamos muchas ganas de ver al Boss, uno de los mayores rockeros del mundo, en vivo. Y no nos decepcionó. Todo lo contrario. A lo largo de tres horas de concierto corrió, saltó, se acercó al público, hizo juegos malabares con la guitarra y cantó. Sobre todo cantó. Canciones de su último disco, Magic y de discos anteriores. Atendió las peticiones que se le hicieron recogiendo incluso los carteles que le mostraban con los títulos solicitados. Puso en pie al estadio, nos hizo corear sus canciones y nos hizo bailar a todos con sus temas de toda la vida. Sin duda se entregó a fondo y el público respondió con absoluta pasión.
Puro espectáculo y rock and roll por el que ha merecido la pena volver a casa de madrugada y pasar el día siguiente con mucho sueño.
Y ahora escuchemos un fragmento de Dancing in the Dark, una de mis favoritas.
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