Aprovechando la ya comentada estancia en Segovia tuve también un rato para buscar algún vino interesante. Y este Blanco Nieva Pie Franco de Viñedos de Nieva rápidamente llamó mi atención.
El municipio de Nieva se encuentra al oeste de la provincia de Segovia y dentro de la Denominación de Origen Rueda que ampara sus viñedos de tradición centenaria. La principal variedad de uva es la verdejo (que se considera originaria de esta región) y este vino en concreto está elaborado exclusivamente con verdejo sobre pie franco, es decir, con cepas no injertadas sobre pies americanos. Son pues viñedos de más de cien años de edad y que no fueron afectados por la terrible plaga de la filoxera.
El resultado es el mejor verdejo que yo haya probado hasta la fecha.
Se presenta a la vista limpio y brillante, de un amarillo pajizo poco intenso. En nariz es donde sin duda más destaca: intensos aromas de fruta (pera madura), florales, herbáceos y un leve toque de vainilla. Es tan placentero que retrasamos el paso a la fase gustativa. Pero cuando finalmente lo tenemos en boca no decepciona: fresco, algo punzante y con una buena acidez. Su persistencia resulta larga y muy agradable. Además aprovechamos la moderada retro-olfación para disfrutar aún más de sus aromas.
En conjunto nos parece muy armonioso y toda una delicia para los sentidos.
El municipio de Nieva se encuentra al oeste de la provincia de Segovia y dentro de la Denominación de Origen Rueda que ampara sus viñedos de tradición centenaria. La principal variedad de uva es la verdejo (que se considera originaria de esta región) y este vino en concreto está elaborado exclusivamente con verdejo sobre pie franco, es decir, con cepas no injertadas sobre pies americanos. Son pues viñedos de más de cien años de edad y que no fueron afectados por la terrible plaga de la filoxera.
El resultado es el mejor verdejo que yo haya probado hasta la fecha.
Se presenta a la vista limpio y brillante, de un amarillo pajizo poco intenso. En nariz es donde sin duda más destaca: intensos aromas de fruta (pera madura), florales, herbáceos y un leve toque de vainilla. Es tan placentero que retrasamos el paso a la fase gustativa. Pero cuando finalmente lo tenemos en boca no decepciona: fresco, algo punzante y con una buena acidez. Su persistencia resulta larga y muy agradable. Además aprovechamos la moderada retro-olfación para disfrutar aún más de sus aromas.
En conjunto nos parece muy armonioso y toda una delicia para los sentidos.
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