Dirección: Calle de las Conchas, 4, Madrid
Teléfono: 915592939
Precio orientativo: 15€
Una de las ventajas de visitar una gran ciudad como Madrid es que se puede elegir a la hora de comer (o de cenar, en este caso) restaurantes de todo tipo. Yo andaba con ganas de comida japonesa y me recomendaron el Musashi como un sitio céntrico y con buena relación calidad precio. Y creo que tales características lo describen perfectamente. Es un local acogedor con una carta bastante amplia y trato amable.
Nosotros fuimos tal vez a lo más clásico, pidiendo sushi y teriyaki de cerdo. Pero también probamos la sopa de miso, algas con sésamo y un sabroso arroz con verduras. Todos ellos estaban perfectamente elaborados y presentados, y nos gustaron mucho.
Aunque seguramente lo que menos me esperaba era el postre. Tienen pocas opciones pero todas muy originales. Entre ellas los helados de sésamo o de judías. Este último verdaderamente delicioso.
Fue la cena perfecto remate de un día que comenzó con la visita a la exposición Les Luthiers 40 años, 1967-2007, en el Teatro Fernán Gómez. Aquí pude repasar toda la historia de este grupo de humoristas que tanto nos gusta a alguno de los escritores de este blog. También pude contemplar de cerca varios de los instrumentos informales construídos por ellos mismos, como el cellato o el nomeolbídet. Por cierto, y hablando de este último, es imprescindible visitar el baño de la exposición para ver allí un cartel con los detalles de ese instrumento así como del resto del que, con su fino humor, denominan cuarteto (o cuartito) de baño.
Pero el día todavía había dado para más. Por la tarde me llevaron a la sala Houdini, a ver un espectáculo de magia. Este local cuenta con dos salones de extraordinaria decoración y en los que se puede asistir a magia de la buena, vista de muy cerca y mientras se toma tranquilamente una copa. Hubo juegos de manos, cartas, mentalismo e incluso hipnosis. Y los tres magos, que actuaron a lo largo de más de dos horas, nos dejaron boquiabiertos con su habilidad para realizar lo imposible justo ante nuestros asombrados ojos.
Sin duda, un día que me deja muy buen recuerdo y muchas ganas de volver a Madrid.
Nosotros fuimos tal vez a lo más clásico, pidiendo sushi y teriyaki de cerdo. Pero también probamos la sopa de miso, algas con sésamo y un sabroso arroz con verduras. Todos ellos estaban perfectamente elaborados y presentados, y nos gustaron mucho.
Aunque seguramente lo que menos me esperaba era el postre. Tienen pocas opciones pero todas muy originales. Entre ellas los helados de sésamo o de judías. Este último verdaderamente delicioso.
Fue la cena perfecto remate de un día que comenzó con la visita a la exposición Les Luthiers 40 años, 1967-2007, en el Teatro Fernán Gómez. Aquí pude repasar toda la historia de este grupo de humoristas que tanto nos gusta a alguno de los escritores de este blog. También pude contemplar de cerca varios de los instrumentos informales construídos por ellos mismos, como el cellato o el nomeolbídet. Por cierto, y hablando de este último, es imprescindible visitar el baño de la exposición para ver allí un cartel con los detalles de ese instrumento así como del resto del que, con su fino humor, denominan cuarteto (o cuartito) de baño.
Pero el día todavía había dado para más. Por la tarde me llevaron a la sala Houdini, a ver un espectáculo de magia. Este local cuenta con dos salones de extraordinaria decoración y en los que se puede asistir a magia de la buena, vista de muy cerca y mientras se toma tranquilamente una copa. Hubo juegos de manos, cartas, mentalismo e incluso hipnosis. Y los tres magos, que actuaron a lo largo de más de dos horas, nos dejaron boquiabiertos con su habilidad para realizar lo imposible justo ante nuestros asombrados ojos.
Sin duda, un día que me deja muy buen recuerdo y muchas ganas de volver a Madrid.
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