Bodegas Muga se encuentra en Haro, capital del Rioja, y más concretamente en el barrio de la Estación. Es sin duda una de las bodegas más tradicionales de la DOC Rioja y sus vinos están entre los más conocidos por su calidad. Muchas veces había pasado por delante de su torre tan característica pero nunca había entrado a la bodega. Así que cuando hace unos días tuve ocasión de visitarla no quise dejar pasar la oportunidad.
Durante la visita guiada se recorre la bodega mientras se explica el proceso de elaboración de los vinos. Pronto queda clara la importancia que en Muga se da a la madera. Todos los tintos tienen crianza en madera en mayor o menor medida. Y el vino blanco joven se fermenta en barrica. Además todos los depósitos de la bodega son de madera.Por todo ello se comprende que dispongan de su propia tonelería. Eso, según nos contaron, les permite controlar todo el proceso de fabricación al detalle: la elección del tipo de madera, su correcto secado y su tostado al grado exacto según el uso que vaya a tener cada barrica.
También la selección se aplica, por supuesto, al vino. Sólo los vinos que superan determinados baremos de calidad son embotellados por Muga. Y dado que de un año a otro las cosechas pueden experimentra variaciones debidas a factores incontrolables eso supone que no todos los años se elaboran todos sus vinos.La visita termina con una cata de dos vinos. Primero probamos el blanco fermentado en barrica que es sin duda de lo mejor que hay en blancos de Rioja. Y después su tinto crianza que resulta fino y muy agradable, aunque para mi gusto estaría mejor con menos alcohol, pues alcanza el 13,5 %, siguiendo la moda actual.En definitiva una visita muy interesante y recomendable.
Durante la visita guiada se recorre la bodega mientras se explica el proceso de elaboración de los vinos. Pronto queda clara la importancia que en Muga se da a la madera. Todos los tintos tienen crianza en madera en mayor o menor medida. Y el vino blanco joven se fermenta en barrica. Además todos los depósitos de la bodega son de madera.Por todo ello se comprende que dispongan de su propia tonelería. Eso, según nos contaron, les permite controlar todo el proceso de fabricación al detalle: la elección del tipo de madera, su correcto secado y su tostado al grado exacto según el uso que vaya a tener cada barrica.
También la selección se aplica, por supuesto, al vino. Sólo los vinos que superan determinados baremos de calidad son embotellados por Muga. Y dado que de un año a otro las cosechas pueden experimentra variaciones debidas a factores incontrolables eso supone que no todos los años se elaboran todos sus vinos.La visita termina con una cata de dos vinos. Primero probamos el blanco fermentado en barrica que es sin duda de lo mejor que hay en blancos de Rioja. Y después su tinto crianza que resulta fino y muy agradable, aunque para mi gusto estaría mejor con menos alcohol, pues alcanza el 13,5 %, siguiendo la moda actual.En definitiva una visita muy interesante y recomendable.
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