Katia Kabanova es el título de una ópera de Janacek. Y también es el nombre elegido para este restaurante situado en la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil de Logroño.
El comedor es pequeño y está decorado con una sobriedad casi minimalista que termina resultando agradable, pues no distrae los sentidos de lo que debe ser lo principal: la comida. La carta contiene elaboraciones basadas en productos muy tradicionales pero preparados siempre con un toque de originalidad. Para probar el mayor número de platos nosotros nos decantamos por el menú degustación.
Comenzamos con un aperitivo Kabanova. Un queso suave para untar con miel y sésamo.Sigue la Ensalada de foie y paleta ibérica. Fresca, bien aliñada y con el sabroso complemento del foie y la paleta.A continuación probamos el Brick de caza sobre cebolla confitada con pasas. La carne de caza, de intenso sabor, estaba en su punto. El brick levemente aceitoso. La cebolla confitada y las pasas constituían un acompañamiento perfecto.Después llegó la Crema de patatas a la Riojana con timbal de picadillo y huevo frito de codorniz. Para mi gusto un plato muy logrado. Con todo el sabor de las clásicas patatas con chorizo, salvo que las patatas eran puré y el chorizo era picadillo. Hasta llevaba un trocito de guindilla.El Lomo de bacalao a la Riojana (del que lamentablemente no tengo foto) resultó un plato más clásico. Un bacalao no especialmente sabroso que se separaba con facilidad sin desmigarse.
A cambio la Pluma de ibérico con salsa de queso de cabra y trufa era una verdadera explosión de sabor. Una carne tierna, jugosa y muy sabrosa perfectamente acompañada.Antes del postre tuvimos un intermedio con una espuma de mango que resultó muy refrescante.Y para finalizar llegó el Mouse (sic) de chocolate con helado artesano de plátano al ron. Tanto el chocolate como el helado nos parecieron excelentes.La carta de vinos tiene una gran variedad de Riojas para elegir. También hay unos pocos vinos de algunas otras denominaciones españolas (uno por denominación). Y lamentablemente en el apartado internacional lo único de que disponen es de un Lambrusco. Nosotros elegimos un tinto de Ramón Bilbao Tempranillo Edición Limitada, crianza de 2005. Un vino que nos pareció situado entre la tradición y la modernidad y que resultó muy correcto.
En definitiva una cena agradable con platos de sabor tradicional pero originales a la vez y con una relación calidad precio aceptable.
El comedor es pequeño y está decorado con una sobriedad casi minimalista que termina resultando agradable, pues no distrae los sentidos de lo que debe ser lo principal: la comida. La carta contiene elaboraciones basadas en productos muy tradicionales pero preparados siempre con un toque de originalidad. Para probar el mayor número de platos nosotros nos decantamos por el menú degustación.
Comenzamos con un aperitivo Kabanova. Un queso suave para untar con miel y sésamo.Sigue la Ensalada de foie y paleta ibérica. Fresca, bien aliñada y con el sabroso complemento del foie y la paleta.A continuación probamos el Brick de caza sobre cebolla confitada con pasas. La carne de caza, de intenso sabor, estaba en su punto. El brick levemente aceitoso. La cebolla confitada y las pasas constituían un acompañamiento perfecto.Después llegó la Crema de patatas a la Riojana con timbal de picadillo y huevo frito de codorniz. Para mi gusto un plato muy logrado. Con todo el sabor de las clásicas patatas con chorizo, salvo que las patatas eran puré y el chorizo era picadillo. Hasta llevaba un trocito de guindilla.El Lomo de bacalao a la Riojana (del que lamentablemente no tengo foto) resultó un plato más clásico. Un bacalao no especialmente sabroso que se separaba con facilidad sin desmigarse.
A cambio la Pluma de ibérico con salsa de queso de cabra y trufa era una verdadera explosión de sabor. Una carne tierna, jugosa y muy sabrosa perfectamente acompañada.Antes del postre tuvimos un intermedio con una espuma de mango que resultó muy refrescante.Y para finalizar llegó el Mouse (sic) de chocolate con helado artesano de plátano al ron. Tanto el chocolate como el helado nos parecieron excelentes.La carta de vinos tiene una gran variedad de Riojas para elegir. También hay unos pocos vinos de algunas otras denominaciones españolas (uno por denominación). Y lamentablemente en el apartado internacional lo único de que disponen es de un Lambrusco. Nosotros elegimos un tinto de Ramón Bilbao Tempranillo Edición Limitada, crianza de 2005. Un vino que nos pareció situado entre la tradición y la modernidad y que resultó muy correcto.
En definitiva una cena agradable con platos de sabor tradicional pero originales a la vez y con una relación calidad precio aceptable.
4 comentarios:
N o conocía el blog y buscando noticias de Kabanova lo he encontrado.
Muchas gracias por el comentario tan grato que nos alienta a seguir en estos momentos de crisis que estamos atravesando.
KABANOVA. COMEDOR
El comentario es grato porque la cena también lo fue. Ánimo para seguir. La crisis hay que superarla con la calidad del producto y la seriedad del trabajo. Y un poco de suerte, que tampoco viene mal.
Sólo puedo estar de acuerdo con Javier. Recuerdo una cena original y muy agradable. Y estoy seguro de que haciendo las cosas bien la crisis terminará por superarse.
Katia dice, que cuando está atendiendo el comedor y acostumbrada a ver y degustar los platos, "se le hace la boca agua",y le sale del alma decir"tiene que estar riquísimo",y prueba de ello es que los platos los dejan muy limpios....
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