Yorkshire Terrier es, además de una raza de perro originario de esta región de Inglaterra, el nombre de una cerveza de la cervecera York. Esta cervecera data del año 1996 y se encuentra, como su nombre indica, en la histórica ciudad de York y dentro de su antiguo recinto amurallado.
Con la costumbre de las modernas cerveceras de dotarse de alguna leyenda que las relacione con antiguas tradiciones (véase sin ir más lejos el caso de la Cuvée des Trolls) nos cuentan en este caso que uno de los antiguos cerveceros de la ciudad tenía un perro muy leal que solía atar al recipiente donde preparaba sus mezclas. Este perro murió a avanzada edad y tras su muerte, su dueño creía que el espíritu del animal seguía acompañándole en la elaboración de la cerveza.
Así, nos explican que Yorkshire Terrier quiere continuar esta historia y reflejar con su carácter vital todo lo que hay de bueno en el mejor amigo del hombre. No sé qué opinarán los inspectores de sanidad sobre que el espíritu de un perro muerto se pasee por entre las cervezas en preparación, pero en todo caso ahí queda la historia. :-)
En cuanto a lo que más nos importa, que es la cerveza en sí, hay que reconocer que con o sin perro fantasma, la cerveza está muy bien. De color dorado y espuma abundante, tiene agradables aromas a corteza de naranja y lúpulo y deja un refrescante sabor amargo intenso y persistente. Su grado alcohólico es del 4,2%.
Por cierto, que para cualquiera que se acerque por esta zona de Inglaterra, recomiendo que no se marche sin visitar la ciudad de York. Pasear por sus calles llenas de historia es una grata experiencia.
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