No es ningún secreto mi gusto por los vinos de López Heredia. Y sin embargo todavía me faltaba uno por probar. En una reciente visita a la bodega encontré su rosado. Y como todos sus vinos tiene crianza, lo que lo convierte en un vino único, posiblemente, en todo el mundo. Por tanto fue sometido a la cata de la Logia con gran expectación.
También es reseñable que este vino sale de la bodega con etiqueta de crianza pero con casi doce años de edad. Las uvas con las que está elaborado se vendimiaron allá por 1995, año declarado excelente por el Consejo Regulador de la DOC Rioja. Aunque este último dato es realmente poco relevante cuando hablamos de una bodega que año tras año mantiene de forma constante un altísimo nivel de calidad.
A la vista se muestra de un delicado tono salmón. Nada extraño, pese a elaborarse mayormente con variedades tintas de uva, si tenemos en cuenta su edad. Sus aromas también delatan la crianza: a la fruta madura se añaden toques de regaliz y madera. Y finalmente en boca resulta inicialmente fresco y ácido para ir dejando una sensación suave y cálida que persiste de forma muy agradable. En conjunto nos pareció muy equilibrado.
Por cierto que la visita a la bodega es de lo más recomendable. Está situada en el barrio de las bodegas de Haro, ciudad que con toda justicia recibe el sobrenombre de Capital del Rioja. Y a la hospitalidad y amabilidad de la familia López Heredia suma la maravilla de su arquitectura, que conjuga de forma admirable lo tradicional y lo moderno. Toda una experiencia.
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