Guillermo lo llamó el otro día "la leyenda del bar sin nombre", parafraseando el incomprensible título en español de la estupenda comedia músical "Paint your wagon". Lo cierto es que la morcilla con pimientos del nuevo establecimiento de la calle Albornoz es un descubrimiento sensacional. Abandona la preparación tradicional de la morcilla (generalmente en rodajas a la plancha, con o sin acompañamiento de pimientos) y se decanta por pelar la morcilla y mezclar su contenido con los pimientos, presentándolo en cazuelita de barro con un par de lonchitas de jamón serrano. Dada la textura que consigue, sospecho que lleva algún ingrediente más (personalmente apuesto por la nata, pero me temo que es el secreto del cocinero).
El resto de la barra está sin explorar, a excepción de la cazuelita de fideuá, también muy recomendable. Así que ya tenéis tarea: id probando lo que hay y comentadlo aquí para solaz y aprovechamiento.
NOTA: Para los despistados, la logroñesa calle Albornoz va de la calle San Agustín a la calle Laurel, transversal a ambas y paralela a la travesía del Laurel. Enfrente del Sebas, para los habituales de la Laurel.
El resto de la barra está sin explorar, a excepción de la cazuelita de fideuá, también muy recomendable. Así que ya tenéis tarea: id probando lo que hay y comentadlo aquí para solaz y aprovechamiento.
NOTA: Para los despistados, la logroñesa calle Albornoz va de la calle San Agustín a la calle Laurel, transversal a ambas y paralela a la travesía del Laurel. Enfrente del Sebas, para los habituales de la Laurel.
ACTUALIZACIÓN: buscando otras recetas de morcilla, he topado con un blog culinario bastante interesante: "directo al paladar", donde aparece esta apetitosa preparación de morcilla a la cazuela. Otro blog interesante es "El Pingüe Gourmet", cuyo autor afirma ser cocinero profesional.
5 comentarios:
Ay!!! la morcilla del bar sin nombre... Te puedes creer que el lunes se les había acabado?!?!?!? Es lo que tiene la ley de la oferta y la demanda...
Qué tal va el esguince?
Eso mismo: ¡Ay!
Lo cierto es que la morcilla nos tiene deslumbrados. Pero gracias a que en ocasiones se acaba hemos ido probando otras cosas.
De momento puedo añadir que el picadillo, sin ser nada especial, está muy rico.
Y la vieira es muy recomendable.
¡Qué hambre me está entrando!
Pues una nueva actualización.
Acabo de estar otra vez en el bar sin nombre. En esta ocasión era temprano y casi no había gente. Y sin embargo, de morcilla nada.
Así que me ha tocado probar el hojaldre de manzana y foie. Todo un éxito.
Y por comentarios de otras personas que me acompañaban puedo decir que el hojaldre de vieira y verduras también merece la pena. Prometo probarlo la próxima vez (que no haya morcilla).
El bar sin nombre duró poco. Allá por octubre cerró inesperadamente y cuando volvió a abrir se había transformado en un restaurante. Su menú sigue incluyendo, ahora como cazuelitas, los antiguos pinchos del bar. En fin, una lástima.
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