Catarsis - Bodegas Campo Viejo

Terminado el ciclo dedicado a la música antigua en bodegas, comenzó el siguiente ciclo de Catarsis [pdf], denominado Lírica en Primavera. Hace dos semanas el concierto se celebró en Bodegas Campo Viejo y no quise perder la ocasión de conocer esta bodegas, así como de disfrutar de un buen concierto.

La bodega pertenece actualmente al grupo Domecq y se encontraba dentro de la zona urbana de Logroño hasta hace unos pocos años, en que se trasladó a su actual ubicación, fuera de la ciudad pero muy cerca de ella. La nueva bodega se abrió con el nombre de Juan Alcorta que ha vuelto a cambiar por Campo Viejo hace apenas un mes.

El edificio de la bodega es de moderna arquitectura y se encuentra en un alto rodeado de viñedos junto a la ciudad de Logroño. Sin embargo es casi imposible verlo desde fuera porque es en su mayor parte subterráneo. Cuando entramos en lo que parece una pequeña construcción estamos en realidad entrando a una de las mayores bodegas de España.

En la vista nos muestran principalmente los grandes espacios dedicados a depósitos, botelleros y, sobre todo, la espectacular sala de barricas. Nos explican que la automatización es total y que unos sistemas robóticos controlan la situación de las distintas marcas y tipos de vino y son capaces de trasladar las barricas correspondientes y embotellar los vinos correctamente.


Tras la visita pasamos a disfrutar del concierto. Lo ofrecen el tenor Jorge Elías junto con el pianista Josu Okiñena. Interpretan piezas de variados estilos en las que podemos apreciar la calidad de la voz de Elías, como la hermosa Vorrei morire. También Okiñena tiene ocasión de mostrar su virtuosismo en una pieza para piano solo. Y ya terminado el concierto, los aplausos de los asistentes logran arrancar un bis en el que Elías nos regala una muestra de todo su potencial. Una breve pero espectacular exhibición en la que la sala que ocupamos se le queda muy pequeña para la fuerza de su voz.

Termina la jornada con la cata de un vino del grupo. El Azpilicueta es un vino que nos gusta mucho. Y el reserva de 2005 de esta marca que nos dan a probar no es una excepción. Se acompaña el vino con el catering de Marisol Arriaga, que presenta pinchos y canapés originales y bien elaborados, aunque en esta ocasión nos quedamos con un clásico que nunca falla: el risotto de setas.