Gracias a la nueva autovía que ya casi nos une con Pamplona, no sólo esta ciudad se nos acerca. También mejoran notablemente los tiempos a San Sebastián y, un poco más allá, a Francia y su gastronomía.
En unas dos horas se recorren sobradamente los 200 km que nos separan de San Juan de Luz. Allí encontramos una hermosa ciudad con una bonita playa y gran número de restaurantes.
En el restaurante L'Artha se puede disfrutar, si se tiene suerte con la mesa todo hay que decirlo, de buenas vistas sobre la bahía.
Además el trato es excelente. ¿Y la comida? Pues acorde con el resto: el marisco muy sabroso y la parrillada de pescado en su punto. El burdeos que tomamos acompañaba perfectamente. Como postre yo me dejé sorprender por la "isla flotante", que resultó ser un merengue flotando sobre natillas.
En definitiva una gran experiencia más cerca de lo que parecía.
2 comentarios:
Por Dios... Esto se avisa!!! Abro el blog y me doy de bruces con esas gambitas... Y claro, ahora todo el día con las papilas gustativas desestructuradas...
Pues ya sabes... abrelo por la tarde :-D
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