No me gusta la piel del pescado. Ninguna, ni siquiera la de la trucha. En ocasiones me he sentido un poco raro al ser el único de la mesa que dejaba sus pieles en el plato, junto a las espinas. Y he aquí que mi gurú gastronómico, Caius Apicius, tiene la misma opinión que yo. [enlace suprimido por la entrada en vigor de la Ley 21/2014, de 4 de noviembre, por la que se modifica el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, y la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. Sí, nos referimos al canon AEDE, también llamado "tasa Google"].
¿Migas... con patatas? Buenas sí estarán, pero me parece que de migas tienen poco. Como descendiente de cameranos y pastores, reivindico las migas de pastor de toda la vida: pan, ajo, aceite y chorizo (también las he comido con uvas, aunque nunca con pasas).
1 comentario:
Pues no sabes lo que te pierdes...
Si ya se ve lo raro que eres...¿Cómo no te va a gustar la piel del pescado?!?!?!?! Si es lo mejor!!!!
Aysss! o en riojano: mecachissss!!!
Publicar un comentario