Allá
por el mes de marzo planeamos irnos de puente a Asturias, aprovechando que el lunes, día de San José, era fiesta en Logroño. Así que salimos el
viernes directamente del trabajo hacia tierras asturianas. Desde luego, se pueden hacer muchos planes de todo tipo en Asturias, pero aquí nos centraremos sólo en la comida. Como dirían al final...¡Qué bien se come en Asturias! Y es que...les encantó!
Llegamos a Oviedo a última hora de la tarde del viernes y, tras dejar las cosas en casa, decidimos ir a la Ruta de los Vinos. Así se
conoce a la zona cercana a la C /
Uría y a la estación del tren, que comprende principalmente, las calles peatonales
Campoamor y Manuel Pedregal. En esta zona se encuentran gran cantidad de bares,
sobre todo, vinotecas, aunque también hay alguna, pizzería, sidrería e incluso,
un bar de cócteles. La calle es peatonal (sólo se permite el tránsito a
residentes para los garajes), por lo que se llena de gente y de terrazas con el
buen tiempo y suele ser una zona muy animada.
La
primera parada suele ser la Pizzería La Competencia, que siempre está llena. Nació en el Barrio Húmedo de León como el típico
bar de chateo y tapas, luego se transformó en pizzería y se ha ido extendiendo
por ciudades del Norte. Cuenta con franquicias en Ponferrada, Burgos, Avilés y
Gijón. Las pizzas son de masa muy fina, y suelen poner como tapa con la
consumición, una ración de la pizza de la casa, compuesta de tomate,
mozzarella, bacon, crema de cabrales y orégano. Al estar cerca la semana santa,
servían la típica limonada de león, que todas decidimos probar.
Muy cerca está La Niña Bonita. Es un restaurante-vinoteca
ubicado en la misma calle. Cuenta con terraza exterior, zona de bar con mesas
altas y taburetes y al fondo, un tranquilo y acogedor comedor. Destaca el diseño moderno del local. Nuestra enóloga particular se fijó especialmente en la bodega
acristalada situada en el centro del local, a la vista de todos, que sirve de separación de la zona de la entrada y el comedor. Una gran solución para
integrar la bodega en la decoración y contribuir al moderno diseño del local.
Este local es muy recomendable, tanto para comer de tapeo como a la carta. Se puede comer en el tranquilo comer del fondo o en la
entrada, ideal para un tapeo informal, ya que la zona está más concurrida debido al bar y es más ruidosa que el comedor, sobre
todo en las cenas. A la carta no es un sitio barato, pero merece la pena, ya que la materia prima, la elaboración y los platos que componen la carta son de calidad y exquisitos. De tapeo sale más económico pero, igualmente, es muy satisfactorio.
Ya en el Vinoteo, por recomendación de nuestra enóloga particular, pedimos un vino de curioso nombre: "Cojón de Gato" de la D.O. Somontano, del año 2009. Al parecer, obtuvo 92 puntos en la Guía Peñín del 2010 y nuestra amiga tenía ganas de probarlo, así que en cuanto lo vio nos animó y no nos pudimos resistir a probar un vino de tan peculiar nombre. En la etiqueta ponía dos direcciónes web, Vinos Divertidos y La Marca Wines, en las que se puede conocer más sobre el tema de los vinos con nombres curiosos. Como no entiendo mucho de vinos podéis consultar La Despensa de Valdés, dónde se explica cómo es el vino.
La relación calidad-precio es muy buena y la cantidad no es escasa, así que entre las tapas anteriores y esta cena, cenamos muy bien.
3 comentarios:
Menuda anfitriona! así da gusto ir de tapeo. Cierto, el sitio donde cenamos estaba genial, y del resto de pinchos.... qué decir!
gracias, gracias!!! tenéis que volver, q quedaron muchas cosas!!!
Me gusta mucho cuando salgo de viaje, poder disfrutar también de la comida típica del lugar. Soy un amante de la cocina y me gusta poder cocinar para mi familia, aunque cuando llegan los fines de semana no me dan ganas, y prefiero pedirle al delivery
barrio norte
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