viernes, 14 de diciembre de 2012

De visita en Asturias: Viernes (I)

Allá por el mes de marzo planeamos irnos de puente a Asturias, aprovechando que el lunes, día de San José, era fiesta en Logroño. Así que salimos el viernes directamente del trabajo hacia tierras asturianas. Desde luego, se pueden hacer muchos planes de todo tipo en Asturias, pero aquí nos centraremos sólo en la comida. Como dirían al final...¡Qué bien se come en Asturias! Y es que...les encantó!

Llegamos a Oviedo a última hora de la tarde del viernes y, tras dejar las cosas en casa, decidimos ir a la Ruta de los Vinos. Así se conoce a la zona cercana a la C/ Uría y a la estación del tren, que comprende principalmente, las calles peatonales Campoamor y Manuel Pedregal. En esta zona se encuentran gran cantidad de bares, sobre todo, vinotecas, aunque también hay alguna, pizzería, sidrería e incluso, un bar de cócteles. La calle es peatonal (sólo se permite el tránsito a residentes para los garajes), por lo que se llena de gente y de terrazas con el buen tiempo y suele ser una zona muy animada.

La primera parada suele ser la Pizzería La Competencia, que siempre está llena. Nació en el Barrio Húmedo de León como el típico bar de chateo y tapas, luego se transformó en pizzería y se ha ido extendiendo por ciudades del Norte. Cuenta con franquicias en Ponferrada, Burgos, Avilés y Gijón. Las pizzas son de masa muy fina, y suelen poner como tapa con la consumición, una ración de la pizza de la casa, compuesta de tomate, mozzarella, bacon, crema de cabrales y orégano. Al estar cerca la semana santa, servían la típica limonada de león, que todas decidimos  probar. 

Muy cerca está La Niña Bonita. Es un restaurante-vinoteca ubicado en la misma calle. Cuenta con terraza exterior, zona de bar con mesas altas y taburetes y al fondo, un tranquilo y acogedor comedor. Destaca el diseño moderno del local. Nuestra enóloga particular se fijó especialmente en la bodega acristalada situada en el centro del local, a la vista de todos, que sirve de separación de la zona de la entrada y el comedor. Una gran solución para integrar la bodega en la decoración y contribuir al moderno diseño del local.                               

Tienen una carta de tapas muy apetecible. Como tapas llaman la atención los caramelos de rabo de toro con jarabe de calimocho, las tostas de solomillo con queso brie o con cebolla caramelizada y las croquetas de jamón ibérico, entre otras. Nos decidimos por las "patatinas bravas" para acompañar al vino en la barra. En Asturias, las patatas bravas normalmente sólo llevan salsa brava, no llevan también mayonesa como en otros sitios.

Este local es muy recomendable, tanto para comer de tapeo como a la carta. Se puede comer en el tranquilo comer del fondo o en la entrada, ideal para un tapeo informal, ya que la zona está más concurrida debido al bar y es más ruidosa que el comedor, sobre todo en las cenas. A la carta no es un sitio barato, pero merece la pena, ya que la materia prima, la elaboración y los platos que componen la carta son de calidad y exquisitos. De tapeo sale más económico pero, igualmente, es muy satisfactorio. 

Para la cena, elegí el Vinoteo, un pequeño local por la zona, que siempre es una buena elección para cenar de tapas y tostas. En el primer piso tienen un pequeño comedor, y en la parte de abajo está el bar. Como teníamos que esperar para cenar, hicimos otra parada en La Oveja Negra, donde tomamos un vino y hay que decir que nos pareció caro. Como ponía el cartel del bar "Ser Oveja Negra es ser diferente", a lo que añadimos...."y a qué precios!!".

Ya en el Vinoteo, por recomendación de nuestra enóloga particular, pedimos un vino de curioso nombre: "Cojón de Gato" de la D.O. Somontano, del año 2009. Al parecer, obtuvo 92 puntos en la Guía Peñín del 2010 y nuestra amiga tenía ganas de probarlo, así que en cuanto lo vio nos animó y no nos pudimos resistir a probar un vino de tan peculiar nombre. En la etiqueta ponía dos direcciónes web, Vinos Divertidos y La Marca Wines, en las que se puede conocer más sobre el tema de los vinos con nombres curiosos. Como no entiendo mucho de vinos podéis consultar La Despensa de Valdés, dónde se explica cómo es el vino.  

La carta del Vinoteo se compone de sartenes, tostas, tapas y carnes, por lo que está muy bien para una cena tranquila e informal de picoteo. Pedimos croquetas caseras de jamón ibérico, torto de maíz con picadillo y dos tostas: una de cecina de León con queso de cabra y otra de setas a la crema.

La relación calidad-precio es muy buena y la cantidad no es escasa, así que entre las tapas anteriores y esta cena, cenamos muy bien.




Como nota graciosa, tras oírnos cantar el cumpleaños feliz, en el Vinoteo nos sorprendieron: apagaron de repente la luz y nos invitaron a un brownie de chocolate con nata decorado con una vela, mientras volvían todos a cantar el cumpleaños feliz. Fue toda una sorpresa, un detalle que es de agradecer y fue un gran final dulce para una noche estupenda. La verdad es que siempre es un gusto ir al Vinoteo. La comida está muy bien, el comedor es tranquilo y acogedor y el trato es muy familiar y muy amable. Así da gusto!

3 comentarios:

Mirella dijo...

Menuda anfitriona! así da gusto ir de tapeo. Cierto, el sitio donde cenamos estaba genial, y del resto de pinchos.... qué decir!

Elena dijo...

gracias, gracias!!! tenéis que volver, q quedaron muchas cosas!!!

Cristian dijo...

Me gusta mucho cuando salgo de viaje, poder disfrutar también de la comida típica del lugar. Soy un amante de la cocina y me gusta poder cocinar para mi familia, aunque cuando llegan los fines de semana no me dan ganas, y prefiero pedirle al delivery
barrio norte