Catarsis [pdf], música en bodegas de Logroño, es una iniciativa de la
Fundación Logroño Turismo. Consiste en organizar cada sábado conciertos en distintas bodegas de la ciudad, incluyendo además en un mismo lote el transporte hacia y desde la bodega, la visita a la misma, el concierto y un cóctel de canapés variados acompañado con vino de la propia bodega.
Una oferta muy interesante para el sábado por la tarde y al precio, creo que adecuado, de 25€. La prueba es que las entradas se agotan. Es posible reservar desde el lunes anterior y por mi experiencia, conviene hacerlo cuanto antes.
Así es que este sábado visité
Bodegas Darien. Salimos en autobús a las siete menos cuarto desde la fuente de Murrieta (Plaza del Alférez Provisional) y nos dirigimos a la bodega, situada en la carretera de Zaragoza.
El edificio de la bodega, de reciente construcción, es muy llamativo y original. Además por dentro presenta una distribución perfectamente preparada para el uso que tiene. Se divide en zona social, con recepción, comedor, sala de catas, etc. y zona de bodega, con tres grandes salas para elaboración, barricas y botellas respectivamente.
Comenzamos viendo la zona social y contemplando un espectacular vídeo sobre el edificio y su construcción en una sala que no tiene nada que envidiar a muchas de multicines. Después, mientras bajábamos hacia la bodega pudimos ver otro vídeo sobre la elaboración del vino.
La calidad de los vídeos en su realización, imagen y sonido, junto con la amplitud de los espacios y el diseño de las salas contribuyen a la sensación que transmiten las explicaciones de que se cuenta con la más avanzada tecnología y se pone en todos los procesos el máximo cuidado. Realmente impresiona.
Finalmente vimos la bodega en sí. Consta de tres grandes salas. La primera es la de elaboración, con sus depósitos de acero inoxidable. La segunda es la de crianza, en la que se envejecen los vinos empleando barricas nuevas de roble francés y americano. Y la tercera es la de botellas, en la que terminan de envejecer los vinos embotellados.
Después nos dirigimos a una zona en la que tienen un museo de cerámica riojana. El museo ocupa dos pisos que forman un patio. Y en ese patio comenzó sobre las ocho un concierto de música antigua.
Actuó el cuarteto Velandia, quienes interpretaron música medieval y renacentista europea con instrumentos de la época como vihuelas, flautas, zanfona y gaitas. El concierto duró cerca de una hora que, a mi por lo menos, me pasó muy deprisa. Pudimos escuchar piezas verdaderamente hermosas en su sencillez, algunas tan conocidas como las Cantigas nº 1 y nº 353 de Alfonso X el sabio o Diferencias sobre Guárdame las vacas, de Luys Narváez.
Al término del concierto volvimos a la zona de recepción de la bodega Allí disfrutamos del cóctel preparado por el catering de
Marisol Arriaga [flash] y que consistió en una serie de originales y deliciosos canapés, entre los que podría destacar un volován relleno de mousse de foie o la cazuelita de ajoarriero de la foto. También hubo pastelillos milhojas o de chocolate como postre.
Y por supuesto no podía faltar el vino para acompañar la comida. Nos ofrecieron el Darien crianza 2006. Un tinto elaborado a base de tempranillo, mazuelo y garnacha, con un 13,5% de grado alcohólico. De color rubí de intensidad media, aromas a frutas rojas y madera y equilibrado en boca. Correcto y agradable, aunque terminaba dejando una sensación cálida por su, a mi gusto, excesivo grado.
La vuelta a la fuente de Murrieta se produjo algo más tarde de la hora prevista, que eran las diez de la noche. Pero no pareció importar a nadie. De hecho, durante el trayecto de vuelta hubo incluso quien quiso dejar constancia de su alegría entonando diversas canciones populares. Uno de los mejores y más conocidos efectos beneficiosos del vino.
La organización del evento fue perfecta y me ha dejado con ganas de volver a apuntarme otros sábados para visitar otras bodegas y disfrutar de otros conciertos.