martes, 4 de mayo de 2010

Cata con bodegas Ontañón

De nuevo he tenido la suerte de ser elegido en el sorteo de 50 plazas para asistir a una de las catas que organiza el diario La Rioja. En este caso la cata ha sido con bodegas Ontañón, alguno de cuyos vinos ya hemos comentado, así como la maravillosa bodega museo que tienen en Logroño.
La cata ha sido conducida por los hermanos Raquel y Rubén Pérez Cuevas, quienes se han presentado como la segunda generación de una familia dedicada al vino.

Raquel ha comenzado explicando sus orígenes en Quel, con una pequeña bodega y unos viñedos, que posteriormente su padre fue ampliando con otros terrenos en Arnedo y una bodega de elaboración en Aldeanueva de Ebro, a mitad de camino entre los municipios anteriores. También tienen actualmente una pequeña bodega en Ribera de Duero.
La situación de los viñedos, muchos de ellos a gran altura (cerca de los 600 m) en las laderas del monte Yerga, ha condicionado las variedades de uva que cultivan. Si bien el Tempranillo es la principal, el Graciano ocupa el segundo lugar por delante de la Garnacha, que sólo cultivan en una de sus parcelas situada a menor altitud.

Tras las primeras explicaciones, ha sido Rubén quien ha tomado la palabra para hablarnos de sus vinos. Hemos comenzado con el Crianza 2007, un tinto de aromas frutales y balsámicos, que muestra una buena integración entre la uva y la madera. En segundo lugar hemos probado el Arteso 2007. También un crianza, elaborado con uvas seleccionadas y con una alta extracción de color y aromas. En él predominaban notas minerales y mermelada de frutos rojos.
En ese momento Rubén nos ha hablado de las investigaciones que realizan, junto con otras bodegas, y en particular, del estudio del resveratrol, una sustancia presente en las uvas y que tiene propiedades antioxidantes. Estas propiedades contribuyen a preservar las características de los vinos y también (aunque creo que no lo ha mencionado) pueden resultar beneficiosas para la salud. También nos ha hablado de la utilidad de la teledetección y los sistemas de información geográfica en el cuidado de los viñedos. Un tema muy interesante, pues las imágenes de satélite, tanto en el visible como en infrarrojos o ultravioletas, transmiten valiosa información sobre detalles de la maduración o el nivel de hidratación de las plantas.
Este comentario sobre investigaciones ha dado pie a que nos ofreciesen para catar dos ensayos de tinto joven de 2009. En ambos casos el vino ha sido fermentado y guardado en barrica. La muestra número 1 era un vino de estilo tradicional en el que se dejaban sentir los taninos de la madera. Por el contrario la muestra 2 era un ensayo en el que se había conseguido un vino más carnoso y con mayor intensidad de fruta. La comparación ha resultado muy interesante.
De nuevo ha tomado la palabra Raquel para hablarnos en esta ocasión de la bodega de Logroño. Esta bodega es donde se realiza la crianza de sus vinos y fue concebida y decorada por el artista de Aldeanueva de Ebro Miguel Ángel Sáinz, convirtiéndola en un verdadero museo gracias a sus pinturas, esculturas y vidrieras. Sin duda, un lugar que merece ser visitado, como ya pudimos comprobar.

Y entonces ha llegado el momento de catar, guiados de nuevo por Rubén, dos vinos verdaderamente excelentes. El Reserva 2004 es un vino en el que balsámicos y chocolate dan una sensación aromática que recuerda a los bombones "After Eight", a los que se añaden un toque de almizcle y especiados. Y el Gran Reserva 2001 Colección Mitológica es un vino clásico de Rioja, con las características de los vinos tradicionales de la Rioja Baja, y en el que encontramos de nuevo aromas balsámicos, chocolate, especiados y tostados. Ambos cumplen a la perfección la intención del enólogo de que el primer trago nos deje en la boca el deseo de continuar bebiéndolo.

Para finalizar y a modo de "postre" nos han ofrecido un vino completamente distinto. De la denominación Valles de Sadacia hemos probado el blanco dulce Marco Fabio, elaborado a partir de la variedad Moscatel de grano menudo y que ha mostrado aromas de pomelo, melocotón y flores blancas.
Además, junto con el moscatel, han tenido la amabilidad de obsequiarnos un bombón de vino. También nos han regalado a cada uno de los asistentes una vela elaborada a base de Tempranillo. Todo un detalle y una muestra del entusiasmo e imaginación que ponen a su labor en esta bodega.


En conjunto ha sido una cata muy entretenida y muy instructiva, en la que hemos probado vinos consolidados y muestras experimentales mientras nos explicaban con detalle sus características y el porqué de las mismas. También es destacable la carpeta que nos han entregado con abundante información de sus vinos pero también sobre cultivo, elaboración, cultura del vino, características de los distintos tipos de vinos y notas de cata y consumo de los vinos. Una verdadera gozada.

2 comentarios:

Javier dijo...

Una crónica excelente. Lástima que el sorteo no fuera más generoso :-)

Una curiosidad sobre los ensayos de vino 2009: ¿debo entender que la muestra 2 no presentaba aromas de madera a pesar de la barrica?

Los aromas "after eight" no suelo asociarlos con el vino. Supongo que será una comparación aproximada :-)

Guillermo dijo...

Efectivamente, en la muestra 2 los aromas a madera quedaban enmascarados por la intensidad de los frutales. De todas formas hay que tener en cuenta que no eran vinos envejecidos.
En cuanto a los aromas "after eight", es una aproximación, pero creo que bastante buena: balsámicos + chocolate = ¡after eight!
O tal vez era una cuestión de horario... :-)