viernes, 2 de noviembre de 2007

Comer en Fuzhou

Leyendo la anterior entrada os preguntaréis: ¿de dónde han sacado estos chicos dos botellas de vino chino? Pues de China, por supuesto. Concretamente están compradas en Fuzhou (enlace en inglés; menos completo, pero en español, aquí), capital de Fujian (enlace en inglés; menos completo, pero en español, aquí, ), en el sur de China.
Hoy os voy a contar lo que comimos en Fuzhou. ¡Qué bien comimos en Fuzhou! El plato más conocido de la gastronomía local es el curioso "Buda salta la tapia" (Fo Tiao Qiang). Gracias a la amabilidad de James, nuestro amigo hongkonés, y de su familia, pudimos degustar este plato en el que acredita ser el más antiguo restaurante de la ciudad de Fuzhou y lugar de invención del plato, el Juchunyuan. Cuenta la leyenda que en la dinastía Qing, en la casa de un alto funcionario había un cocinero que se llamaba Zhen Chun. Cierta vez, este funcionario comió en la casa de un comerciante. Y un plato hecho con pollo, pato y otros ingredientes lo dejó muy impresionado. Al volver a casa, mando que el cocinero Zhen Chun lo preparara. Zhen le añadió al plato otros mariscos selectos, que había puesto previamente a macerar en un cántaro de licor. El resultado fue algo extraordinario. Después, cuando dimitió de su cargo, abrió un restaurante cuya especialidad era este plato, que se volvió tan famoso que muchos iban hasta allá para apreciar el exquisito manjar. Un día , fueron a comer al restaurante algunos intelectuales y eruditos. Cuando saborearon el plato se quedaron tan maravillados que uno de ellos llegó a decir: " Si el Buda percibiera el olor de este plato, vendría a saborearlo aunque tuviera que saltar la tapia." Y el plato se quedó con ese nombre.
En su elaboración intervienen treinta ingredientes (verduras, carnes, pescados, mariscos, setas y huevos de pichón) que maceran durante horas en un licor añejo. El resultado es una sopa exquisita, de intenso sabor, con un toque de licor y preparada en su punto de sal. La mayoría de los abundantes tropiezos resultan desconocidos a nuestros ojos occidentales, pero no por ello son menos deliciosos.La sopa no fue la única maravilla de la cena, ya que el centenario restaurante ofrece una completísima carta de la que no podemos olvidar una estupenda crema elaborada a base de hoja de loto y mermelada de patata, de suave textura y sorprendente sabor donde convive el dulce y el salado en exquisita armonía.

En otras comidas (y otros restaurantes) tuvimos ocasión de saborear otros ejemplos de la inacabable gastronomía china. Así, probamos excelentes sopas de pescado, tradicionales de la zona. También platos tan internacionalmente conocidos como el cerdo agridulce o el arroz frito con ene delicias, que resultaron ser incomparablemente superiores a sus versiones occidentales. En algunos restaurantes pudimos encontrar platos de otras regiones chinas, como el conocido cerdo de Sichuan, que cedió unas orejas en salsa picante sencillamente deliciosas.

Otros ejemplos inolvidables: "noddles con salsa de cacahuete al estilo de Fuzhou", "dumplings rellenos de carne con salsa de soja", "sopa al estilo de Fujian" (pescado) y "arroz al estilo de Yangzhou" («tres delicias»).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wow! qué recuerdos... se me hace la boca agua...y a Lucía también... por cierto, que ella reclama una entrada sobre el pato al estilo de pekín y su sopa correspondiente!!!

parece que hace siglos y fue ayer mismo...

ah! este viernes tengo niñera, así que por favor, por favor, por favor, una catita... y unos pinchitos... por favor...

Guillermo dijo...

Pues para este viernes tenemos previsto un Inniskillin Pinot Noir de 2000, de la península del Niágara en Canadá.
Y por supuesto los correspondientes pinchos.