Hace unos días encontré por casa dos botellas de este Don Jacobo crianza 1998, de Bodegas Corral, en Navarrete. Según la etiqueta, elaborado con uvas Tempranillo, Garnacha y Mazuelo, criado 18 meses en barricas de roble americano y un año más en botella.
Como siempre que abrimos un vino que ya tiene unos cuantos años, teníamos la preocupación de que no se hubiese conservado bien. Trece años para un crianza pueden hacer que ya haya pasado su mejor momento, sobre todo si las condiciones en que se guarda, siendo buenas, no son las idóneas.
Sin embargo, para nuestra alegría, el vino se mantenía en perfecta forma. Abrimos las dos botellas con unos días de diferencia y en ambos casos encontramos un buen corcho que había cumplido su papel y disfrutamos de un vino estupendo.
Sí que se le notaban los años en el color, algo evolucionado hasta llegar a tonalidades granate. Pero en aromas lo encontramos intenso y con un gran equilibrio entre frutas maduras y especiados y suaves tostados de la madera. También en boca nos lo encontramos vivo, gracias a su buena acidez, además de sabroso, de nuevo con los recuerdos de frutas y especias. Además su persistencia resultó larga y muy agradable.
Un gran vino con las características de los mejores Riojas y que es capaz de conservarse bien durante muchos años. Además, con un 12,5% de alcohol, resultó ideal para acompañar la comida sin dar la sensación de pesadez de los vinos de más grado.
Por cierto que también daba en la etiqueta la fecha de fundación de la bodega: 1898. Así que este vino fue precisamente de la cosecha de su centenario. Un buen año, sin duda. Que cumplan muchos más así de bien.
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