Lo tomamos el día que los nenes llegaban a casa así que tratándose de una ocasión especial el vino también debía serlo. Por eso abrimos un Viña Tondonia Reserva de 1994. Este no hemos conseguido encontrarlo en las tiendas inglesas. Pero afortunadamente llevaba uno en mi maleta. Y como es de esperar estaba sencillamente perfecto. De color teja y aromas a fruta y madera. Su sabor tiene el toque ácido característico de los vinos de Haro y que personalmente me encanta. Y su persistencia es muy prolongada y agradable. Un Rioja clásico de los que nunca defraudan.
viernes, 30 de noviembre de 2007
Cottage Pie
Continuando y posiblemente finalizando por ahora la serie de comida tradicional inglesa hoy toca hablar del Cottage Pie. Se trata de un pastel de carne de ternera picada cubierto con puré de patata. También lleva zanahorias. Un plato sencillo pero muy nutritivo y si está bien preparado, como era el caso, muy sabroso.
Hardy's Nottage Hill 2006 Shiraz Tempranillo
Seguimos aprovechando la gran variedad de vinos que se pueden encontrar en las tiendas locales para probar en esta ocasión un vino del sureste australiano. Este Nottage Hill nos atrae por la combinación de dos variedades que nos gustan y que combinan muy bien. Su color es morado de gran intensidad. Los aromas hay que descubrirlos entre la sensación alcohólica predominante, pues desgraciadamente sigue la cada vez más extendida moda de llegar hasta los 14 grados. Algo que me sigue pareciendo innecesario y en muchos casos contraproducente. Pero insistiendo encontramos frutas maduras, hierba y algo de madera, lo que nos hace pensar en virutas pues crianza no tiene. Y finalmente en boca resulta agradable, con una gran persistencia de su sabor predominantemente amargo con un toque ácido y una leve sensación astringente.
La parte buena es que acompañó perfectamente una comida india a base de pollo korma y pollo tikka masala. Un vino con tanto cuerpo se las arregló muy bien incluso con las especias y el picante.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Pubs de Beverley
El martes fuimos de pubs por Beverley. Primero estuvimos en el White Horse Inn, un lugar encantador en el que todo se mantiene a la antigua usanza. Ni siquiera tienen electricidad. Entrar estos días con el frío de la calle y encontrarse con el ligero olor de la mortecina luz de gas y el calor de las chimeneas encendidas en sus numerosos salones es una verdadera gozada. Allí tomé una cerveza (de caña manual) de Samuel Smith. En concreto la bitter, que resultó de aspecto tostado, dulzona como corresponde al gusto inglés y, lógicamente, ligeramente amarga.
Para tomar una segunda ronda elegimos el que presume de ser el pub más antiguo del lugar, The Sun Inn. En este caso decidí tomar una cerveza más fuerte y pedí una Guiness. En este bar hay actuaciones musicales en directo los viernes y sábados. Pero tuvimos la suerte de que además los martes hay sesiones acústicas. Así que allí estábamos disfrutando de nuestras cervezas y de una agradable conversación cuando de repente el ambiente se animó a los sones de variadas canciones.
Black Tower Dornfelder Pinot Noir 2006
En Inglaterra prácticamente no se cultiva la vid. Pero la falta de vinos propios hace que se pueda encontrar una gran variedad de vinos de otros lugares. Y no sólo riojas. Hoy hemos tomado con la cena un tinto alemán elaborado a partir de dos variedades de uva: la dornfelder y la pinot noir.Al tratarse de un vino joven su color es de un bonito tono morado. El aroma recordaba frutas frescas, casi verdes, predominando las frutas del bosque. Y en boca era ligeramente dulzón gracias al aporte de la dornfelder, mientras que la pinot noir se dejaba notar con un delicado toque amargo. Con sus 11,5 grados de alcohol nos ha resultado muy agradable de beber, acompañando perfectamente un plato de pasta a la boloñesa en el que, todo hay que decirlo, había más carne que pasta.
Bacchus Lane
En el pequeño pueblo de South Cave (Yorkshire) he encontrado esta calle cuyo nombre obviamente me ha encantado. Desde luego les alabo el gusto en la elección de topónimos.
El hallazgo además ha servido para atenuar los malos presagios que me habían llegado tras ver esta otra ominosa señal en Manchester. :-)
martes, 27 de noviembre de 2007
Chicken Pie y Beef Pie
Siguiendo con la muestra de comida casera inglesa hace unos días cenamos un Chicken Pie y ayer la otra opción, el Beef Pie.
Similares a una empanada pero con el relleno algo más pastoso, el primero de pollo y verduras (maíz sobre todo) y de ternera y guisantes el segundo. Deliciosos pasteles de carne a los que también acompañaba de maravilla un buen tinto. En ambos casos la elección fue la misma: un Faustino V reserva de 2002. Como en el recientemente comentado reserva de Murrieta se trata también de un Rioja de estilo clásico muy agradable y que acompañó la carne de maravilla. Además por aquí debe estar de promoción porque se puede encontrar a un precio inferior al que tiene en las tiendas de Logroño. Ocasión que obviamente no dejamos pasar.
The Omelette
Kingston upon Hull es una ciudad del este de Inglaterra, situada en la desembocadura del río Humber. Tiene algo más de 250.000 habitantes y dispone de una rica y variada oferta gastronómica.
Como ejemplo de un sitio sencillo pero original y muy agradable es The Omelette. Su especialidad es (lo habéis adivinado) la tortilla, plato que preparan con una variedad de ingredientes casi inacabable. Yo elegí la que denominan hawaiana, que incluye jamón, piña, pimiento y queso. Y pese a lo que pueda parecer, sobre todo por la piña, hay que decir que la combinación resultaba excelente. Para completar el plato se pueden elegir verduras, ensalada o patatas preparadas de diversas maneras.
La carta también incluye otros platos y raciones variados como por ejemplo ensaladas, calamares, rollitos de salmón y gambas o salchichas de cordero.
Un lugar muy recomendable para disfrutar de una buena comida sin complicaciones.
domingo, 25 de noviembre de 2007
Lancashire Hot Pot
Empecemos por decir que la comida inglesa goza de bastante mala fama. Una mala fama que se demuestra inmerecida cuando se consigue probar la auténtica comida tradicional de este país. Pero ocurre es que tal cosa es cada vez más difícil para el visitante, puesto que tanto en los restaurantes como en los pubs lo que encontramos es es su mayor parte una selección de comidas de otros lugares del mundo junto a una pequeña y limitada representación de la gastronomía local.
Por suerte para mi, en esta ocasión estoy pudiendo disfrutar, gracias a la generosidad de unas personas extraordinariamente amables, de unas comidas que nunca en otras visitas a Inglaterra había podido probar y que me están encantando.El mismo día que llegué tomamos para cenar un Lancashire Hot Pot realmente delicioso. Consiste en un guiso de cordero con patatas y otras verduras variadas. La carne era abundante, estaba tierna y el característico sabor del cordero era el predominante.
Decidimos acompañarlo con un Marqués de Murrieta reserva de 2000. Y fue una excelente elección. Se trata de un vino de aroma afrutado y especiado, en el que se distingue perfectamente el roble. Y de sabor resultó muy agradable, con un ligero toque astringente. Un Rioja al estilo clásico que completó una cena perfecta.
La ocasión lo merecía.
La ocasión lo merecía.
jueves, 15 de noviembre de 2007
Brindemos
Hoy es día alegre para b-logia.
http://www.youtube.com/watch?v=i_5jQ-moLTo
(Godiamo, la tazza e il cantico
la notte abbella e il riso;
in questo paradiso ne sopra il nuovo dì.)
La vita è nel tripudio
quando non s’ami ancora.
Nol dite a chi l’ignora,
e’ il mio destin così...
¡Bienvenido, pequeñín!
¡Enhorabuena, papás!
http://www.youtube.com/watch?v=i_5jQ-moLTo
(Godiamo, la tazza e il cantico
la notte abbella e il riso;
in questo paradiso ne sopra il nuovo dì.)
La vita è nel tripudio
quando non s’ami ancora.
Nol dite a chi l’ignora,
e’ il mio destin così...
¡Bienvenido, pequeñín!
¡Enhorabuena, papás!
La Anjana
Entre la logroñesa calle San Agustín y la plaza del mismo nombre, a un paso de la calle del Laurel y dentro de la zona de influencia de ésta, se encuentra el bar La Anjana. Hace unos meses que se reabrió el local tras una importante reforma y pronto nos llamó la atención por sus croquetas de morcilla. Pero poco a poco hemos seguido probando el resto de tapas que ofrece y lo cierto es que todas nos han parecido muy satisfactorias. Sabrosas, bien elaboradas y con un toque de originalidad. Además de las croquetas también nos encantaron, por mencionar alguna otra tapa el queso de cabra sobre cebolla aderezado con uvas pasas y módena, la tarrina de foie compaginado con membrillo, nuez y compota de manzana y por supuesto las bolitas de camembert (en la foto) con miel y módena. Todo un placer para los sentidos. Y además uno se puede dar el gustazo de acompañar tales creaciones con un buen crianza, como el Azpilicueta, sin duda uno de nuestros favoritos.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Viñedos de otoño
En estos días de otoño es una maravilla contemplar los paisajes de viñedos. La variedad de colores de sus hojas es sencillamente inacabable: desde el verde hasta el ocre, pasando por amarillos y rojos. Por desgracia en ninguno de mis paseos en los que he podido disfrutar de tan espléndidas vistas llevaba la cámara de fotos a mano. Sin embargo el humorista Tris ha debido pensar lo mismo y además no tiene ese problema puesto que puede dibujar sus propias viñas. Y con la gracia que le caracteriza.
domingo, 11 de noviembre de 2007
Cenar en Pekín (I)
Las guías de viajes suelen reseñar el gran número de restaurantes que existen en Pekín. Nos comentan incluso que muchos pekineses no comen habitualmente en sus casas, sino en alguno de los variados locales cercanos a sus domicilios o trabajos. Un pequeño paseo —apenas unos minutos— por la calle en la que se encuentra nuestro hotel basta para verificar lo expuesto en las guías: no menos de ocho restaurantes antes de llegar al final de la manzana, desde un local sencillo (una casa de comidas estrecha donde se apiñan los vecinos) hasta elegantes establecimientos de estilo europeo que atraen a los huéspedes del cercano hotel.
Finalmente, nos decantamos por un restaurante de cocina coreana. Además de un excelente trato por parte del personal, pudimos probar kimchi, carne marinada a la plancha, anguila y langostinos a la plancha. Todo ello exquisito. Llama la atención a nuestros ojos occidentales la preparación de los langostinos que, como en los mejores restaurantes, llegan a la mesa con el cuerpo pelado aunque conservando la cabeza y la cola.
Dentro del hotel Asia Beijing en el que nos alojamos se encuentra un original restaurante especializado en pescados y mariscos. Su nombre es Old Dock. Lo más llamativo del local es, sin duda, las cuatro barcazas que flotan en un pequeño estanque en el centro del establecimiento. En su interior hay dispuestas mesas para el servicio de los clientes. Hay otras mesas convencionales —la mayoría— pero, obviamente, nos atraen las barcas y reservamos una de ellas. Entrar en ellas es, literalmente, embarcar y durante toda la comida la mesa-barca se mece dulcemente sobre el estanque, impulsada cada vez que el amable camarero sube a bordo para el servicio.La carta es tremendamente variada. Afortunadamente, nuestro camarero, que se presenta como James, no duda en explicarnos, con paciencia y tranquilidad, cada plato, recomendando los que están en temporada. El resultado final es una cena irrepetible. Comenzamos con una “sopa de aleta de tiburón” que solo puede calificarse de exquisita. El sabor y la textura son completamente diferentes de cualquier otro sucedáneo que hayamos podido ver en Occidente. Llamarlo sopa quizá no sea del todo correcto, ya que el ingrediente principal abunda tanto o más que el liquido. La consistencia de la ¿carne?, muy tierna, se complementa perfectamente con los aditamentos (“salsa marrón”) de la sopa. Se presenta en la mesa sobre un infiernillo que la mantiene caliente.El plato con mayúsculas de la cena es un pescado que la carta identificaba como “trucha de arrecife de coral”. Tras presentarlo a la mesa aun vivo, fue preparado al vapor y acompañado con una deliciosa salsa. Estaba en su punto, con una carne de delicada textura que se separaba fácilmente de la espina y un sabor extraordinario que no soy capaz de comparar con ningún otro pescado que haya probado antes.Tomamos también un plato de ternera, suave y tierna, que combinaba perfectamente con el arroz hervido, unos suculentos “dados de hígado de oca a la pimienta y el ajo” (especie de foie fresco con verdura) y unas hortalizas, recomendadas por nuestro eficiente camarero, de cierto parecido con los puerros y aliñadas de una forma semejante a la española. Tal como es costumbre en China, acompañamos la comida con té. En este caso, de la variedad Oolong, una de las más apreciadas.Lo exquisito de la comida, espléndidamente emplatada y presentada, y el esmerado servicio convirtieron esta cena en una de las mejores experiencias de nuestro viaje a China. Eso sí, advertimos a los viajeros que el Old Dock es un restaurante caro, con precios occidentales muy alejados de lo habitual en China.
Inniskillin Founders' Reserve 2000 Pinot Noir
La bodega Inniskillin se encuentra en Canadá, en la zona este de la Península del Niágara y pertenece a la Vintners Quality Alliance (VQA) de Ontario. Este organismo regula y certifica el origen de los vinos de esta región del Canadá.
Pese a estar situada en una latitud muy septentrional, la cercanía del lago Ontario suaviza sus temperaturas lo que posibilita el cultivo de la vid. Entre las variedades tintas la más abundante es la Pinot Noir.
Este Founders' Reserve de 2000 presenta un color granate con ribete teja acorde con su edad. Resulta complejo en aromas: a la fruta madura se unen toques especiados con predominio de la pimienta así como cafés y tostados recuerdo de su crianza en madera. Y en boca nos termina de convencer por su equilibrio entre acidez y astringencia y su agradable y prolongada persistencia.
A nuestro juicio un excelente pinot noir.
Pese a estar situada en una latitud muy septentrional, la cercanía del lago Ontario suaviza sus temperaturas lo que posibilita el cultivo de la vid. Entre las variedades tintas la más abundante es la Pinot Noir.
Este Founders' Reserve de 2000 presenta un color granate con ribete teja acorde con su edad. Resulta complejo en aromas: a la fruta madura se unen toques especiados con predominio de la pimienta así como cafés y tostados recuerdo de su crianza en madera. Y en boca nos termina de convencer por su equilibrio entre acidez y astringencia y su agradable y prolongada persistencia.
A nuestro juicio un excelente pinot noir.
viernes, 9 de noviembre de 2007
Casa Cañas
Fue en 2006 cuando conocimos el restaurante Casa Cañas de Arnedillo gracias al concurso de tapas de El Rioja y los Cinco Sentidos. Y sin embargo este año celebra nada menos que su centenario. En su cocina la seta es uno de los ingredientes más importantes y como estamos en temporada nos pareció que era el momento idóneo para ir a comer en él.
Como (algunos) llegamos con tiempo nos dimos el gustazo de, antes de subir al comedor, volver a disfrutar la exquisita cestita crujiente rellena de hongos y gambas con espuma de pimiento del piquillo que obtuvo el tercer premio en el citado concurso de 2006. Sigue siendo un pincho muy original y elaborado y que sin embargo se mantiene fiel a lo que debe ser un pincho, ya que no precisa de cubiertos para comerse.Pero lo mejor del día estaba por llegar. En el comedor nos encontramos con una carta en la que efectivamente la seta es la gran protagonista. Y a ella nos dedicamos.Entre los primeros platos elegimos las Setas frescas de temporada, el Revuelto de Boletus Edulis sorianos y la Crema de Boletus Edulis. Esta última estaba absolutamente deliciosa. También probamos la Ensalada templada de gambas al aroma de Módena.Para segundos hubo tres distintas elecciones: el Rabo de toro al Jerez, con verduras y setas, el Confí de pato con fina salsa de naranja y el clásico Bacalao a la riojana con pimientos. Todos ellos perfectamente elaborados y presentados.Acompañando la comida tomamos un tinto Luis Cañas, crianza de 2004. Aunque los que conducíamos tan sólo pudimos probarlo hay que decir que le iba estupendamente a todo. Por cierto que su contraetiqueta me parece todo un ejemplo de cómo dar información sobre un vino.En definitiva, una buena comida en un local agradable y con muy buena atención.
Como (algunos) llegamos con tiempo nos dimos el gustazo de, antes de subir al comedor, volver a disfrutar la exquisita cestita crujiente rellena de hongos y gambas con espuma de pimiento del piquillo que obtuvo el tercer premio en el citado concurso de 2006. Sigue siendo un pincho muy original y elaborado y que sin embargo se mantiene fiel a lo que debe ser un pincho, ya que no precisa de cubiertos para comerse.Pero lo mejor del día estaba por llegar. En el comedor nos encontramos con una carta en la que efectivamente la seta es la gran protagonista. Y a ella nos dedicamos.Entre los primeros platos elegimos las Setas frescas de temporada, el Revuelto de Boletus Edulis sorianos y la Crema de Boletus Edulis. Esta última estaba absolutamente deliciosa. También probamos la Ensalada templada de gambas al aroma de Módena.Para segundos hubo tres distintas elecciones: el Rabo de toro al Jerez, con verduras y setas, el Confí de pato con fina salsa de naranja y el clásico Bacalao a la riojana con pimientos. Todos ellos perfectamente elaborados y presentados.Acompañando la comida tomamos un tinto Luis Cañas, crianza de 2004. Aunque los que conducíamos tan sólo pudimos probarlo hay que decir que le iba estupendamente a todo. Por cierto que su contraetiqueta me parece todo un ejemplo de cómo dar información sobre un vino.En definitiva, una buena comida en un local agradable y con muy buena atención.
jueves, 8 de noviembre de 2007
Feria de la Golmajería
Este pasado fin de semana se celebró en Calahorra la 5ª Feria de la Golmajería. Y allá que nos fuimos para disfrutar de la oferta de dulces que se presentaban.
El evento este año cambió de escenario y se trasladó al Colegio Quintiliano con lo que dimos por supuesto que la asistencia de expositores sería mayor. Nada más lejos de la realidad: no llegarían los presentes a la mitad de los que estuvieron el año pasado. Y también los visitantes éramos muchos menos. Una pena, pero da la impresión de que esta feria pierde interés.
Sin embargo hay que decir que la calidad de los presentes hacía que mereciese la pena la visita. En la totalidad de los puestos encontramos productos de calidad y muy apetecibles. Y en algunos casos literalmente se nos iban los ojos ante los dulces que veíamos.
La pastelería Gabriel Pérez Gaona, de Calahorra tenía un mostrador espectacular: turrones artesanos (el de yema que no me resistí a comprar está riquísimo), torrijas y unos bizcochos con distintos recubrimientos que decían ¡cómeme!Desde Arnedillo habían venido Mermeladas La Encineta con sus exquisitas confituras. Su elaboración es auténtica alta cocina aplicada a la mermelada. Mi favorita sigue siendo la de pera al Rioja, pero en esta ocasión me llevé además un tarro de ciruela a la menta para seguir probando variedades.Otros puestos que también nos interesaron fueron los Barquillos Artesanos Gómez, con su clásico barquillero o los Chocolates Peñaquel y su gran repertorio de chocolates artesanos.
También pudimos contemplar los ganadores del 5º Concurso de Postres que se celebraba paralelamente.
El evento este año cambió de escenario y se trasladó al Colegio Quintiliano con lo que dimos por supuesto que la asistencia de expositores sería mayor. Nada más lejos de la realidad: no llegarían los presentes a la mitad de los que estuvieron el año pasado. Y también los visitantes éramos muchos menos. Una pena, pero da la impresión de que esta feria pierde interés.
Sin embargo hay que decir que la calidad de los presentes hacía que mereciese la pena la visita. En la totalidad de los puestos encontramos productos de calidad y muy apetecibles. Y en algunos casos literalmente se nos iban los ojos ante los dulces que veíamos.
La pastelería Gabriel Pérez Gaona, de Calahorra tenía un mostrador espectacular: turrones artesanos (el de yema que no me resistí a comprar está riquísimo), torrijas y unos bizcochos con distintos recubrimientos que decían ¡cómeme!Desde Arnedillo habían venido Mermeladas La Encineta con sus exquisitas confituras. Su elaboración es auténtica alta cocina aplicada a la mermelada. Mi favorita sigue siendo la de pera al Rioja, pero en esta ocasión me llevé además un tarro de ciruela a la menta para seguir probando variedades.Otros puestos que también nos interesaron fueron los Barquillos Artesanos Gómez, con su clásico barquillero o los Chocolates Peñaquel y su gran repertorio de chocolates artesanos.
También pudimos contemplar los ganadores del 5º Concurso de Postres que se celebraba paralelamente.
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