Dirección: Ctra. Nal. 232 km 7, Logroño, La Rioja
Teléfono: 941258130
Web: www.darien.es
Hace unos días me invitaron a comer con motivo de una celebración familiar y la comida tuvo lugar en el restaurante de Darien. La bodega me había gustado mucho cuando tuve ocasión de visitarla hace ya casi dos años para disfrutar de un concierto. El edificio creado por el arquitecto Jesús Marino Pascual es llamativo, agradable a la vista y resulta a la vez práctico como bodega. Además tenía buenas referencias de su restaurante, por lo que me apetecía mucho probarlo.
Al llegar aprovechamos para recorrer alguna de sus salas, como el museo que alberga una gran colección de vasijas de cerámica.
Después nos asomamos a la sala de elaboración y a la de barricas.
El comedor también se beneficia de de la arquitectura del edificio. Es amplio, resulta confortable y tiene unas bonitas vistas sobre los viñedos que rodean la bodega. La separación entre las mesas permite mucha más intimidad que la habitual en la mayoría de restaurantes, algo que es muy de agradecer.
Pero vayamos a la comida, que es lo más importante en este caso. Además de la carta, también hay varios menús para elegir que se sirven por mesas completas. Nosotros tomamos el menú degustación [pdf] que permite probar varias especialidades de temporada.
Para empezar, como aperitivo nos sirvieron un vasito con una deliciosa crema de espárragos.
Luego los primeros. Alcachofas frescas a la plancha con crujiente de ibérico. Destacaba el sabor y la calidad de sus ingredientes.
Caparrón de Anguiano con sus sacramentos. Un plato abundante, pese a ser parte de un menú degustación. Muy ricos los caparrones con muchos sacramentos y una carne muy tierna. Hasta nos sacaron unas guindillas para acompañar. Perfecto.
Después los segundos. Bacalao fresco al horno con panaderas y verduritas. De nuevo en su punto y destacando la calidad de los ingredientes.
Rabo de toro relleno de hongos con reducción de vino tinto y oporto. Una cuidada elaboración en la que una tira de bacon envuelve la carne que a su vez se encuentra rellena de hongos. Delicioso.
Para postre tomamos Nuestra torrija con helado de avellana. Un postre a la altura del resto del menú.
Acompañamos con dos vinos de la propia bodega. Comenzamos con el Darien crianza 2007 y seguimos con el Darien reserva 2006. Acompañaron muy bien y en particular nos gustó mucho sobre todo el segundo.
El trato fue muy bueno y, aunque estábamos unas 15 personas en nuestra mesa, los tiempos de servicio fueron más que aceptables. Además ofrecieron otras opciones para dos platos "difíciles" como son las alcachofas o el rabo de toro y también para el postre.
En definitiva, comimos muy bien y terminamos muy satisfechos. Una buena experiencia que aprovecho para agradecer a los anfitriones. La ocasión no merecía menos.
2 comentarios:
Viendo las fotos los platos parecen muy elaborados y de buena calidad... Una presentación muy estética, así me gusta comer!
gracias por la documentiación
un saludo
Javier
Muy interesante el articulo.
Sobre todo nos ha parecido curioso que en una bodega, el menu degustación, no incluya de por si su vino, aunque sea el más barato de ellos.
Al fin y al cabo el hecho de tener retaurante propio es un elemento más de promocion de tu producto, que es el vino....
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