Para resolver esta cuestión habría que plantearse si la cepa del oidio en el rosal [supuesto causante de este desaguisado] es la misma que la vid, que no es el caso. Además en el caso que el supuesto sistema de detección temprana de oidio (ceniza) funcionase y observáramos la incidencia de la plaga en el rosal, ya sería un poco tarde para realizar el tratamiento en vid. Respecto al refugio que representa la planta para la fauna beneficiosa que ayuda a combatir a las plagas que afectan al viñedo, los rosales en los cabeceros suponen un bajo porcentaje de superficie de refugio respecto al total de la viña. Entonces, ¿Qué hacemos con los rosales en los viñedos? Tal vez habría que plantearse unir el rosal y sus rosas a la idea de viñedo y jardín, una idea que a mi personalmente me gusta bastante y olvidarnos de otro tipo de ideas de corte mas “urbanita”.
martes, 13 de julio de 2010
Mitos del mundo del vino. Rosales en los viñedos.
Hubo una temporada en la que estuvo de moda poner rosales en las cabeceras de las filas de los viñedos bajo el argumento de que los rosales son más sensibles a las plagas que las vides -principalmente el oidio-. Bueno, realmente qué hay de realidad en esta leyenda “urbana”. Es verdad o es solamente una razón de estética.
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