jueves, 10 de septiembre de 2015

La parafernalia del vino


El pasado sábado acudimos a la exposición "La parafernalia del vino", situada en la plaza Primero de Mayo de Logroño y organizada por La Rioja Capital. Se trata de una visita guiada que pretende acercar el mundo del vino a todo tipo de público, para que nos demos cuenta de que no hace falta ser un experto ni un profesional para saber un poco del tema.


La exposición se ubica dentro de una gran carpa, muy bien acondicionada, y está dividida en cuatro ámbitos. En el primero nos explicaron cómo elegir un vino, la decoración simulaba un gran lineal de supermercado lleno de botellas de vino, todas de Rioja, eso sí. Aquí se explica la importancia de la etiqueta, no sólo por los datos en los que fijarnos, si no también en su diseño. También nos contaron cosas sobre las botellas, los tipos de vino, las añadas y la crianza.


Después pasamos al segundo ámbito, donde tenemos el vino en casa. Aquí vimos un audiovisual muy interesante sobre cómo conservar nuestro vino en casa a falta de un calado o bodega subterránea. Básicamente hay que recordar tener en cuenta la temperatura, la luz, la ventilación y la humedad y, por supuesto, bebernos cuanto antes una botella de vino para evitar su oxidación.
A continuación, pasamos a tener el vino en la mesa, la decoración de esta sala es muy curiosa, ya que simula un salón con dos mesas, en la que en vez de platos tenemos unas pantallas, en las que vimos otro audiovisual en el que aprender cómo ser un gran anfitrión y quedar muy bien delante de nuestras visitas en casa.
Por último llegamos a tener el vino en la copa, es decir, qué hay que tener en cuenta al hacer un cata. A través de los sentidos podemos darnos cuenta de todo lo que hay que saber en cuanto a aromas, colores, etc. Hay que tener bien abiertos todos los sentidos cuando llegamos a una cata. En esta sala, pueden olerse diferentes aromas, primero los de los defectos del vino, y después de los aromas que podemos encontrar en un vino, aromas primarios, secundarios y terciarios.


En definitiva, una visita muy recomendable, muy didáctica y amena, nada técnica y para todo tipo de público, incluido niños. Los guías muy bien, lo cierto es que no se hace nada pesado y se pasa el tiempo volando. En apenas media hora aprendimos a cómo elegir un vino en un mercado, saber conservarlo como si tuviéramos una bodega, servirlo en nuestra mesa como perfectos anfitriones y catarlo como unos profesionales. Ahora sólo queda poner en práctica lo aprendido saliendo a tomar unos vinos. ¿Alguien se apunta?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una exposición muy recomendable... y sin duda, lo mejor la guía!!!