Durante el mes de Agosto pueden apreciarse en el viñedo el resultado de 2 tareas manuales que van encaminadas a mejorar la calidad final de la uva. Estas son el deshojado y el aclareo de racimos.
El deshojado consiste en la eliminación
de las hojas de la zona baja de la cepa cercana a los racimos. Si el viñedo tiene sistemas de conducción en
espaldera se pueden deshojar 1 ó 2 caras.
Algunos de los objetivos que se
persiguen con esta tarea son:
- Favorecer la sanidad de los racimos mejorando la penetración de los tratamientos fitosanitarios.
- Mejorar la maduración mediante el aumento de la radiación solar.
Aunque también puede acarrear posibles
inconvenientes, como son:
- Asoleado de los racimos que generan pasificaciones y perdida de calidad de las bayas.
- Mayor exposición a agentes externos perjudiciales (granizo)
Pasificación de bayas. |
Por otro lado el aclareo de racimos,
es otra de las labores manuales que se pueden realizar previas a vendimia y que consiste en la eliminación de los racimos en viñedos con
exceso de producción para favorecer la mejora de la calidad de los que queden. Generalmente el objetivo perseguido es conservar un número de racimos por
cepa que sea “razonable” evitando situaciones con racimos
apelotonados.
Cepa en espaldera con exceso de racimos en la que se ha realizado deshojado por una cara. |
Uno de los beneficios que conlleva esta
operación es que durante una situación de sequía la menor carga en la planta
evitará defoliaciones excesivas y merma de la calidad en la producción.
Hoy en día se ha generalizado el
aclareo de racimos como una de las medidas más eficaces para limitar la
producción en el viñedo.
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