jueves, 16 de abril de 2015

Otro Lerma bajo tus pies

Hacía ya tiempo que teníamos ganas de acercarnos a Lerma con la excusa de visitar sus bodegas subterráneas y hacer una cata de vinos de la DO Arlanza. Esta actividad está organizada por el Centro de Iniciativas Turísticas de Lerma y colaboran también algunas de las bodegas pertenecientes a esta Denominación de Origen y el Parador de Lerma. Aprovechando el buen día que nos venía, decidimos pasar todo el día por allí.
Por la mañana recorrimos la villa gracias a una visita monumental guiada, en la que pudimos adentrarnos en todos los edificios que construyó el Duque de Lerma, allá por finales del s.XVI. Realmente merece la pena esta visita, tan sólo dura poco más de una hora y lo cierto es que se hace muy amena y entretenida.
Comenzamos en el Ayuntamiento, ubicado en el antiguo claustro del Monasterio de Santa Teresa, donde tuvimos una explicación, a modo de introducción, de la historia de Lerma y los edificios que ibamos a visitar a continuación. Nos explicaron que en menos de 20 años se contruyeron numerosos conventos, monasterios, ermitas, etc para crear de Lerma una Villa recreativa para el Rey Felipe III. Los edificios más importantes estaban unidos mediante pasadizos elevados, desde el Palacio Ducal hasta la Colegiata de San Pedro para que el Rey no tuviera que salir a la calle. Nosotros cruzamos por el único tramo de pasadizos accedible, empieza en el Ayuntamiento y llega al Monasterio de Santa Clara. Saliendo a la calle, tuvimos una vista panorámica desde el Mirador de los Arcos a toda la ribera del Arlanza, lo que fueron los antiguos jardines del Duque, la zona de huertas y los cotos de caza. Desde aquí arriba se ve muy bien el Puente medieval que cruza el río.
Paseamos hasta la Ex-Colegiata de San Pedro donde, por casualidad, coincidimos con un ensayo de órgano. El interior es muy interesante: la girola, el coro y la arquitectura en general.
Continuamos hasta la Plaza de Santa Clara, donde está enterrado el Cura Merino, un guerrillero de la Guerra de la Independencia. Para finalizar, llegamos hasta la Plaza Mayor para contemplar el fantástico Palacio Ducal. La arquitectura recuerda al de El Escorial, también es de estilo herreriano. Fue construido sobre un antiguo castillo propiedad de la familia del Duque, mantiene la estructura con cuatro torres y un patio central. Actualmente este edificio es el Parador de Lerma.



Tras la visita guiada, dimos un pequeño paseo por el pueblo para conocer la parte medieval y la riqueza de la arquitectura castellana. Hay que recordar, que Lerma también tuvo una muralla, como se puede ver en la maqueta, de la que se conserva este Arco de la Cárcel, que es donde está la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arlanza. Un paseo agradable nos hizo adentrarnos en numerosas callejas, ver la antigua Iglesia de San Juan, y llegar a la Plaza del Mercado Viejo. Y como ya era hora de ir comiendo algo, nos sentamos en una terraza a picar algo para continuar después con más visitas.


Por la tarde nos acercamos hasta Villamayor de los Montes para conocer el Monasterio cisterciense Santa María la Real, que puede visitarse los fines de semana. El pueblo en sí casi pasa desapercibido, y aunque desde la autovía tiene salida al pueblo, no hay señalización para llegar al Monasterio hasta que no se ve la Iglesia. El Monasterio destaca por su claustro, y en concreto, por sus suelos. En éstos se conservan mosaicos hechos de cantos de distintas tonalidades que forman dibujos de animales, rosetones, escudos, etc. A mi parecer se conservan en buen estado pese al paso del tiempo. El jardín está plagado de rosales de diferentes colores y también hay un pozo manantial.


Ya de regreso en Lerma, continuamos con la siguiente actividad, la visita a las bodegas subterráneas. Tiene comienzo en el sótano del claustro del Monasterio de Santa Teresa, donde hay un pequeño museo sobre la historia de Lerma. Desde aquí se accede a una pequeña bodega, en este caso no es muy profunda ni tampoco muy alta, pero se conserva en la práctica como antiguamente. Aquí nos contaron anécdotas de la historia de las bodegas y del mundo del vino. Después salimos por el pueblo a conocer otra de las bodegas, en este caso ubicada bajo una de las casas del pueblo. Ésta era más amplia y me recordaba más a las bodegas que ya conocemos de Aranda de Duero.

Acabada la visita por el subsuelo de Lerma, nos dirijimos al Palacio Ducal para realizar una cata. Aquel día la Bodega encargada fue Araus Ballesteros, ubicada en el municipio de Villahoz. Se trata de una bodega familiar pequeña con viñedo propio, unas 5 ha. de la variedad tempranillo. La diferencia de la DO Arlanza con respecto a otras, es que aquí la vendimia es tardía y la oscilación térmica diaria en esas fechas es más amplia que en otras zonas. Tuvimos la ocasión de probar tres vinos, todos ellos con la misma graduación, 13,5º.

Rosado 2014: con un color brillante, rosa intenso casi rojo y un ribete transparente. Lágrima espesa. En nariz denota frutas y flores. En boca es ligero, también mantiene sabor a fruta blanca, como la manzana o la pera, y tiene un toque de acidez.
Roble 2013: Se trata de un vino joven con 6 meses en barrica. Su color es granate intenso y también es bastante opaco. En nariz recuerda a fruta madura, fresas y a un toque final a madera. En boca también se nota la madera y la suavidad de la fruta.
Crianza 2011: Con un año en barrica, se le ve un color muy oscuro, incluso con ribetes en tonos azulados. En nariz olores muy tostados y ahumados. En boca a café muy tostado y vainilla.
De todos ellos, me gustó especialmente el Roble, me resultó más equilibrado. Tengo que recordar que hace un tiempo tuvimos la oportunidad de hacer una de nuestras catas con otro vino de la DO Arlanza.

Y hasta aquí nuestro completo día por Lerma y alrededores. Y aunque esta Villa tiene numerosos atractivos turísticos, como es su Jueves Santo con la Pasión Viviente o la Feria Barroca, no hay que olvidarse de la comarca del Arlanza. Pero eso será la próxima vez.

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