Este Lealtanza 2010 es un vino blanco de Bodegas Altanza, Fuenmayor. Ya nos sorprendió en la añada 2009, cuando preguntamos un poco y llegamos a saber lo que sus aromas nos sugerían, que a la tradicional Viura habían añadido la entonces recién aprobada Sauvignon Blanc.
Desde que vemos la botella sabemos que estamos ante un vino diferente. Delgada, cilíndrica, recta de hombros y algo más alta que las botellas habituales de Rioja. También la etiqueta hace juego con sus proporciones, su diseño y el tipo de letra empleado.
Y diferente es, sin duda, lo que nos encontramos al probarlo. Un vino de aspecto brillante y color amarillo muy pálido que despliega unos aromas verdaderamente embriagadores donde destacan sobre todo las frutas tropicales. En boca su entrada es fresca y resulta de nuevo frutal, con buena persistencia y largo posgusto. Cabe añadir que alcanzando un 13% de alcohol, éste se encuentra perfectamente integrado.
Sin duda un ejemplo muy logrado de lo que se puede conseguir en Rioja con las nuevas variedades de blancos.
El Marqués de Cáceres blanco 2010 procede de Cenicero, municipio por cierto vecino de Fuenmayor. Y es un vino clásico monovarietal de uva Viura. Su grado alcohólico es del 12,5%.
También en su presentación, la botella es bastante tradicional. Este año han modernizado la etiqueta, añadiendo al sobrio y elegante diseño de siempre, las iniciales de la marca, las letras M y C en gran tamaño. Es una pequeña variación que, sin cambiar la imagen de la marca, le da un toque más actual.
A la vista muestra un color amarillo pajizo claro. En aromas resulta agradable con flores y frutas blancas de intensidad media. Y en boca lo encontramos muy sabroso, de nuevo con el recuerdo de flores y frutas, con una persistencia larga y un final cálido.
Nos parece, en definitiva, una buena muestra de hasta dónde se puede llegar con la Viura, juntando una buena cosecha y una cuidada elaboración.
Finalmente nos resulta imposible no comparar ambos vinos, aun siendo bastante diferentes. Los dos nos parecen muy buenos, destacando el Lealtanza en aromas, donde la Viura encuentra difícil competir con la Sauvignon Blanc, pero equilibrando la balanza el Marqués de Cáceres en boca, donde nos parece algo más expresivo.
Tras la cata, vino el maridaje con una pequeña selección de quesos (de pasta fresco con arándanos, de vaca ahumado, de cabra, azul suave y azul fuerte) y patés (un foie y un paté trufado de hongos). Y aquí fue donde los dos blancos nos terminaron de convencer. Acompañaron muy bien a todos ellos, especialmente al intenso queso ahumado y al sabroso foie.
9 comentarios:
¡Qué maravilla! Es casi mejor leerlo que catarlo. ¡Y esos quesos! ¿Dónde están las autoridades sanitarias cuando hacen falta? :-D
Difiero. Tuvo que ser mucho mejor catarlo. La próxima vez se avisa!!!!!
;-)
La verdad es que hay mucho restaurante por ahí, pero como las juergas gastronómicas "caseras" no hay nada. !!!Que buena pinta y que gran selección de quesos!!!
Sí, la verdad es que estaba todo riquísimo. Y además siempre se aprende algo para que la próxima vez sea mejor. En cuanto a las autoridades sanitarias, Javier, mejor que se mantengan alejadas, no les demos ideas... :-)
Vinos estupendos, quesos y patés deliciosos, y afectos, sean de la clase que sean... Un gran maridaje. La verdad.
¡Menuda pinta que tiene todo! ¡Vaya envidia!
Aciertas, Marian, al incluir los afectos. Sin duda lo mejor es lo que no se cuenta pero que se supone, la buena compañía.
Gracias también, Anónimo, por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado lo que contaba.
Hola
Soy Relaciones Publicas en Altanza, y me alegro de que os guste nuestro blanco, la verdad el año pasado salió muy bien, y este sigue la racha!!!
Me alegra oir eso. Ya tengo ganas de probar la nueva cosecha 2011. Un saludo.
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