
Este pasado fin de semana estuvimos allí y no perdimos ocasión de disfrutar de algunos de sus pinchos. Empezamos con la Crema de alioli con patata en hojaldre, una tartaleta con alioli, patata y trocitos de bacon, que además era el pincho de la semana. También pedimos un pincho de pulpo, servido en forma de láminas, con patata y salsa alioli además del imprescindible pimentón.
Para la segunda ronda nos llamó la atención la crema de erizos de mar. Todo un acierto, pues tanto su aroma como su sabor son exquisitos y nos transmitieron por un instante una sensación de ambiente marino tan intensa que casi parecía que estuviéramos en la playa. Una maravilla.
Todavía hubiéramos probado más pinchos allí, pero tampoco hay que abusar y conviene dejar algo para otras ocasiones. Además queríamos visitar otros bares y conocer pinchos nuevos así que seguimos camino por la calle Estafeta hasta Chez Evaristo. Aquí entramos atraídos por el cartel de la Pluma en salsa de vino tinto de Navarra con pera. Lamentablemente el cartel era de la Semana de la Cazuelica y terminada la semana se terminó la cazuelica. En su lugar tomamos un hojaldre relleno de gambas y setas (con bastante bechamel) y un queso de cabra rebozado y con mermelada. Ambos pinchos contundentes.
Decidimos terminar visitando el Bar Restaurante San Nicolás, en la calle del mismo nombre. Aquí, de entre variadas opciones muy apetecibles, terminamos eligiendo un risotto con pato y hongos que estaba como para levitar de placer. Excelente colofón para nuestra jornada.
Nota personal: a ver si este año no se nos pasa la Semana de la Cazuelica... (debe ser por noviembre)
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