Se trata de una cerveza especial belga, de temporada, que se elabora para Navidad. Nos cuentan que comienza a elaborarse en agosto, para dejarla reposar en tanques durante dos semanas y, posteriormente, someterla a una segunda fermentación hasta mediados de octubre, cuando se embotella. Alcanza una graduación alcohólica de 10,5º . Las cerveceras belgas y alemanas tienen una larga tradición en la elaboración de este tipo de cervezas de temporada, aunque Het Anker estuvo treinta y ocho años sin fabricarla, hasta 2002, año en que retomo la tradición con gran éxito de crítica y público.
Se nos presenta en botellín y, aunque se anuncia como negra, su color es más bien café, de un bonito rubí tostado. La densa espuma inicial desaparece rápidamente, quedando en la mesa una elegante copa que puede dejase reposar sin miedo. En nariz muestra aromas a frutas rojas, lo cual sorprende a nuestros olfatos vinícolas, que no los esperaban. En boca, reaparecen las frutas rojas y el regaliz, con un alcohol perfectamente integrado. Queda un posgusto amargo, refrescante y delicioso. Al calentarse, la cerveza va mostrando nuevas facetas y llegamos a encontrarle incluso aromas a licor (brandy u oporto añejo).
En suma, una muy agradable cerveza, de consumo reposado, apta para una sobremesa navideña o para acompañar la conversación junto a la estufa en estos días de frio. Y, aprovechando la ocasión, utilizamos el posavasos de la cerveza para desearos a todos una Feliz Navidad.
1 comentario:
Es cuestión de gustos, pero para mi es la mejor de las tres cervezas que hemos probado de esta marca.
Feliz Navidad a todos.
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