domingo, 25 de febrero de 2018

La Posada del Laurel

La Posada del Laurel
Dirección: C/ Carretera, 3, Préjano, La Rioja
Teléfono: 941399044
Web: www.laposadadellaurel.com
Email: info@laposadadellaurel.com
Precio orientativo: 45 €



En esta ocasión voy a empezar la crónica de este restaurante hablando de un libro. En concreto de La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, de Laurence Sterne. Una obra maestra de la literatura universal en la que el citado Tristram Shandy pretende contar su vida. Sin embargo, su estilo prolijo y desordenado deviene en un resultado cómicamente complejo, convirtiéndose en parodia y crítica de la narrativa del siglo XVIII. Un detalle especialmente interesante es que, constando la obra de nueve volúmenes, el propio Tristram Shandy no nace hasta el tercero, para desaparecer en el sexto.

La peculiar estructura de la obra, su desorden temporal y el empleo de recursos gráficos en el texto son algunas de las razones por las que se consideraba imposible de llevar al cine. Hasta que el director Michael Winterbottom decidió tomar cartas en el asunto en el año 2006.

Su aproximación al problema consistió en establecer un paralelismo cinematográfico. La película, titulada Tristram Shandy: A Cock and Bull Story, nos muestra las vicisitudes de un equipo de rodaje intercaladas con las escenas de la película que a su vez están rodando.

Así, Steve Coogan es Tristram Shandy mientras también representa una versión ficticia de sí mismo como actor, teórico protagonista de la obra, que ve con preocupación cómo la importancia de su papel disminuye durante el rodaje. La réplica se la da Rob Brydon quien, como tío de Tristram Shandy, se considera más un coprotagonista que un secundario y termina disfrutando de más metraje en el montaje final.

Supongo que ahora os estaréis preguntando: ¿qué tiene todo esto que ver con La Posada del Laurel? Paciencia, ya estamos muy cerca de la explicación.

El caso es que Winterbottom retomó en 2010 esa versión ficticia de Coogan y Brydon para una serie de televisión de seis episodios titulada The Trip (El Viaje). En ella los actores viajaban por el norte de Inglaterra, visitando un restaurante en cada episodio y comentando sus experiencias. Posteriormente, con metraje seleccionado, distribuyó internacionalmente una película con el mismo título en la que la relación de amistad y rivalidad entre ambos era tan importante como la experiencia gastronómica relatada, si no más. Sus cómicos diálogos llenos de constantes imitaciones resultaban deliciosos, si se me permite la expresión.

El éxito de The Trip propició en 2014 la secuela rodada en Italia llamada The Trip to Italy en la que se repetía la fórmula con la visita a seis restaurantes italianos. Finalmente en 2016 Coogan y Brydon recorrieron España en The Trip to Spain, de nuevo con seis episodios y película posterior que se presentó ya en 2017.

En este viaje por España, el tercer episodio estuvo dedicado a, supongo que a estas alturas ya lo habréis adivinado, La Posada del Laurel, restaurante situado en la localidad riojana de Préjano. También aprovecharon la cercanía de los yacimientos de Munilla para visitar las icnitas y fotografiarse con un dinosaurio.

Escena de la película The Trip to Spain

Así que tras ver la película pensé que ya era hora de que fuésemos a probar un restaurante del que sólo había escuchado buenas palabras. Un lugar del que se elogia su calidad y su autenticidad. Motivos por los que, probablemente, fue elegido para ese viaje.

La Posada del Laurel tiene como jefe de cocina a Dámaso Navajas, quien cuenta con experiencia en restaurantes tan conocidos como el Echaurren. La calidad de los productos es la base de su cocina, primando los ingredientes de la zona e incluso cultivando su propio huerto. No menos importante es la labor de Pedro Parejo en el comedor, donde consigue un ambiente muy acogedor en el que todo parece estar en su momento y lugar.

Cuando nos entregaron la carta nos indicaron que, siendo dos personas, podíamos pedir medias raciones para compartir de los entrantes y probar hasta cuatro de ellos. Así lo hicimos y pudimos disfrutar de una suerte de menú degustación con unas medias raciones bastante generosas.

Comenzamos con las Croquetas caseras frescas de jamón. Rebozado finísimo y crujiente con un interior sabrosísimo. Unas croquetas simplemente perfectas.


Seguimos con los Pimientos del cristal asados aquí. Buenísimos, una verdadera delicia.


Luego pasamos a las verduras, una de las señas de identidad de este restaurante. Borraja y vainas con gambita, plato en que la borraja estaba en su punto exacto: perfectamente hecha pero consistente y con un sabor riquísimo.


Siguiendo con las verduras tomamos el Salteado de verduras frescas. De nuevo cada una de las verduras del salteado estaba en su punto. Bien hechas pero aún duritas y muy sabrosas.


Para segundo, destacan en la carta las carnes y pescados a la brasa. Coincidimos en pedir el Solomillo a la brasa pero, imaginando la cantidad de los entrantes, también decidimos que fuese medio. La carne era muy buena y estaba preparada al punto, ¿qué más se puede pedir? Eso sí, para otra ocasión nos queda probar el Cabrito del corral de Préjano, pues esta vez no tenían.


De entre los postres hay dos que se piden al principio de la comida porque requieren más elaboración. Nosotros pedimos uno de ellos: Hojaldre recién horneado con almendra, crema pastelera y chocolate caliente. Gracias a no habernos excedido con los platos anteriores pudimos disfrutar como se merece de esta exquisitez.


Mención también para la carta de vinos. Amplia, variada y completa. Y algo muy importante, con precios razonables. Nosotros fuimos a lo seguro y pedimos Viña Cubillo, de López Heredia, un vino que puede acompañar bien casi cualquier plato.

Una gran experiencia en un restaurante del que se puede decir, sin faltar a la verdad, que es de película.

Notas finales: 1- Para quien tenga curiosidad por leer a Sterne, el libro The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman se encuentra en el dominio público y está disponible para su descarga gratuita en la web del Proyecto Gutenberg. 2- Mi película favorita de Michael Winterbottom sigue siendo Código 46.

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