
Este Wairau Cove nos sorprende al servirlo en las copas por su casi ausencia de color. Es amarillo muy pálido, brillante y prácticamente incoloro. Aromas intensos a cítricos y frutas tropicales (mango, fruta de la pasión) que nos resultan muy agradables. También en boca lo encontramos sabroso, fresco y con el mismo recuerdo de frutas que en nariz. Una prolongada persistencia completa la buena experiencia que nos produce este vino.
Lo hemos encontrado en muy buen momento, vivo y sabroso. Ideal para tomarlo frío cuando aquí todavía es verano (y allí donde se produjo es invierno). Con una graduación del 12,5% de alcohol resulta muy fácil de beber. Un buen vino que no hay que dejar envejecer.

Tratándose de un aceite de oliva virgen extra ya sabemos que en su cata no se han encontrado defectos. Nosotros apreciamos en este aceite aromas principalmente herbáceos. Al probarlo nos resulta sabroso con un toque amargo y picor medio. Nos gustó mucho, especialmente cuando después acompañó pan tostado con tomate y hierbas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario