Nuestro tercer día por Alemania fue un día de hermanamiento. Con un billete de tren de grupo, nos fuimos a conocer las ciudades de Darmstadt y Langen.
Darmstadt se encuentra situada a unos 35 km al sur de Frankfurt y tiene casi 140.000 habitantes. La colonia de artistas del Jungendstil o Art Nouveau de Mathildenhöhe y una de las universidades politécnicas más respetadas de Alemania son los lugares más emblemáticos de esta ciudad. Darmstadt se encuentra, desde el año 2002, hermanada con la ciudad de Logroño.
Pudimos acercarnos a algunos de los monumentos más importantes de la ciudad como el antiguo ayuntamiento, la Luisenplatz, el palacio de la Plaza del Mercado, el nuevo teatro, la Orangerie y el parque Rosenhöhe y la Capilla Rusa entre otros. En el Herrngarten pudimos dar un merecido descanso a nuestros cansados pies. Sólo pudimos dedicar una mañana a visitar Darmstadt, nos quedaron muchas cosas por ver que merecían la pena. ¡Habrá que volver!
Langen es una ciudad situada en el centro de la región del Rin-Meno y su población supera los 36.000 habitantes. Su privilegiada situación a tan sólo diez kilómetros de Frankfurt le aporta grandes beneficios, en esta ciudad se ubican empresas de renombre. Desde el año 2006 se encuentra hermanada con Aranda de Duero, ciudad de la que encontramos numerosos rastros en Langen.
Recorriendo su casco histórico pudimos ver la iglesia, la Torre Truncada, la Torre Aguda, el antiguo ayuntamiento y sus pintorescas casas en estrechas callejuelas. Una ciudad muy agradable en la que pasamos toda la tarde.
Nada mejor después de un gran día de viaje que una buena cena. Esa noche nos acercamos al restaurante
Kamin de Mainz para probar la especialidad de la casa.
La flammkuchen, es una comida típica de las regiones de Alsacia (Francia) y del Palatinado y Baden (Alemania). La base es una fina masa de pan sencilla, elaborada con harina y agua, sobre la que se colocan otros alimentos.
Aunque la carta sólo estaba en alemán, con un poco de ayuda de la amable camarera (tenemos que mejorar nuestros conocimientos del idioma nativo), nos recomendaron las flammkuchen mas acordes con nuestros gustos.
La Especial, con crema agria, champiñones, jamón y queso; la Provencialische, con crema agria, queso feta, nueces, aceitunas y hierbas provenzales; la de salmón, con crema fresca, salmón ahumado, cebolla, rábano picante fresco y hierbas provenzales y la Honolulu con crema agria, jamón, piña y queso, fueron nuestras elegidas.
A pesar de su gran tamaño, acabamos con casi todas. Y para terminar la cena, un rico postre de chocolate compartido.
Ya tengo la receta de las flammkuchen entre manos. Sin duda una comida deliciosa que nos hará recordar las vacaciones por Alemania.