domingo, 25 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad 2011!

Epicureos os desea Feliz Navidad 2011 y próspero año vitivinícola 2012.
Os cuelgo una curiosa foto de un fenómeno meteorológico sucedido el día 25 de diciembre del año 2005.

Fenómeno meteorológico denominado centellada (-7ºC) registrada el día de navidad del año 2005 sobre unos olivos.
Mismo fenómeno sobre viñedo.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Restaurante Tondeluna. Logroño.


El restaurante Tondeluna se encuentra en el centro de Logroño y según nos explicó el camarero se ha traslado el concepto de barra de bar con pinchos a la mesa de un comedor. Sobre este concepto te puedes encontrar degustando varios platos de los menús a elegir de entre 12 a 25 €. 


La disposición de los comensales en las mesas es similar a la de los comedores del colegio, residencias de estudiantes o similar y no existen mesas individuales tipo pareja. Desde la ubicación de las mesas se puede observar la actividad de la cocina y parte de la preparación última de los platos antes de la presentación en mesa.




Los menús ofrecen un poco de todo aprovechando el tirón del sabor tradicional combinado con la presentación de corte moderno. Os presento algún plato del menú “Estoy atondelunado” del que os puedo destacar el plato de arroz.
 
 
 

sábado, 10 de diciembre de 2011

La gota de vino

La Gota de Vino es un bar de tapeo de la calle San Agustín de Logroño, dentro de lo que podemos llamar la "zona de la Laurel". En concreto este bar se encuentra en el número 14 de la calle, cerca del cruce con Once de Junio. Se encuentra por tanto junto al histórico edificio de La Gota de Leche de Logroño y su nombre es pues, una referencia festiva al mismo.


Su carta es amplia y variada en pinchos y raciones, destacando su especialidad, el zorropito. Se trata de un bocatita de lomo o beicon con queso y un "ali-oli muy suave". Nuestro favorito es el de beicon que nos parece sabroso, jugoso y realmente excelente en su conjunto. Una pequeña delicia de la que disfrutamos con frecuencia.


También disponen de una buena selección de vinos, entre los que podemos encontrar, además de algunos clásicos de Rioja, la gama de blancos Spanish White Guerrilla que ya comentamos en este blog.


Para rematar el conjunto, el local es amplio y cuenta con algunas mesas en las que disfrutar de raciones o bocadillos de forma más reposada. Además hay que destacar especialmente que la atención es impecable. En este bar el personal es de una profesionalidad absoluta. Y eso se agradece mucho.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Restaurante Heiliggeist (De viaje por Alemania I)

Este año, aprovechando las fiestas de  San Mateo, planificamos un viaje a Alemania para visitar a una amiga que acababa de trasladarse a vivir a la ciudad de Mainz.

Mainz es la capital del estado alemán de Renania-Palatinado. Se encuentra a orillas del río Rin, en la desembocadura del río Meno. Aquí inventó la imprenta Johannes Gutenberg. Aunque fue gravemente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad conserva una parte importante de su casco antiguo, en el que destacan las construcciones realizadas en piedra de color rojo. En esta ciudad se celebran fiestas populares durante todo el año, como el Carnaval, la Noche de San Juan, declarada oficialmente de interés turístico internacional, el mercado del vino y por supuesto la Oktoberfest.

Llegamos a Mainz un sábado por la noche, el trayecto en tren regional desde el Aeropuerto Internacional de Frankfurt duró una media hora. Que mejor modo de celebrar nuestra llegada al país que con unas cervezas y unas salchichas currywurst, para nuestra sorpresa, ocultas bajo una montaña de ketchup.




Después de una merecida noche de descanso, el domingo por la mañana salimos a pasar el día en la ciudad. Sus plazas, calles y monumentos hacen de Mainz una ciudad agradable para el viajero. Visitamos también el museo Guttenberg, pudiendo contemplar diferentes tipos imprentas, curiosos libros y la primera Biblia que se imprimió en esta ciudad. Hay que decir que casi todos los textos informativos del museo estaban en alemán, apenas unos pocos se encontraban en inglés, pero, aun así, mereció la pena la visita.




Ese mismo día terminaba la semana intercultural de Mainz. En la plaza encontramos numerosos puestos de comida en los que hicimos un menú internacional: comida etíope, china, japonesa, rumana y tarta alemana. Grupos de música y danza de distintos países amenizaron la comida. También tuvimos la oportunidad de probar el Federweißer, un vino hecho a base de uva blanca, con una graduación alcohólica de alrededor del 4%. En realidad, es un mosto que apenas acaba de empezar a fermentar.

Después de un largo día de caminata fuimos a cenar al restaurante Heiliggeist, recomendado por nuestra amiga y guía Naiara. En su web cuentan la historia del local. El edificio en el que se encuentra fue construido en 1236 como una hospital religioso y a los largo de los siglos fue cambiando de ocupantes. Pasó de casa de curación para gente adinerada a correccional para chicas e incluso fue ocupado por las tropas americanas durante la Segunda Guerra Mundial. En septiembre de 1999 se abrió al público como nosotras lo vimos.


El restaurante consta de varios comedores muy amplios en los que han creado una atmósfera íntima. La carta estaba en alemán pero nos la cambiaron por una carta en inglés. Nos decantamos por los Hongos con crema de hierbas y pan, Strudel relleno de lentejas, calabacín, aceitunas y berenjena con salsa de queso de cabra y Vieiras a la plancha acompañadas por espárragos marinados en vinagreta de limón con piñones. Todo ello acompañado por cerveza (Hefeweizen Dunkel) y agua. Las raciones eran bastante grandes y no quedó sitio para el postre. 




El precio era similar a lo que puede costar cenar de carta en un restaurante español. El servicio fue muy amable y correcto. Sólo nos queda recomendar para todos aquellos viajeros que se acerquen a la zona que no dejen pasar la oportunidad de comer o cenar aquí.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Villa del Lago. Cabernet Sauvignon 2008.




En Estados Unidos se encuentra la zona productora de vinos del Valle de Napa. Desde este lugar me ha llegado una botella de vino procedente de la bodega Villa del Lago. El vino es un monovarietal de Cabernet Sauvignon del año 2008 de 15.4º alcohólicos en botella. 


Respecto a la bodega he podido saber que los dueños son de origen italiano, por lo que el nombre “españolizado” de la botella y del vino viene por las raíces de los dueños y de la zona en la que se encuentra la bodega-viñedos.

 
La variedad empleada es la archiconocida Cabernet Sauvignon de la que se ha popularizado su cultivo por todo el mundo, incluso en la DO Rioja (esta plantada como experimental). Esta variedad es muy plástica, adaptable a terrenos y climatologías y destaca por su peculiar olor a pimiento verde inconfundible por un lado y saturante por otro si la uva no se ha vendimiado en su punto optimo.




El vino en general presenta un estilo parkerizado es decir; muy alta capa de color, muy alta graduación (en España mas de 15º no se considera vino), vino monovarietal y presencia de una gran estructura en boca.
Villa del Lago me asombró desde el principio ya que en boca no refleja la graduación indicada en botella. Me esperaba un “licor” de uva más que vino pero mis prejuicios cayeron tan pronto como empecé la cata. 

El vino se presenta goloso en aromas, muy agradable en boca, con muy buen ensamblaje de madera y olores. Presenta una acidez más que aceptable y una persistencia que agrada. Además la barrica aporta tostados muy interesantes. Villa del Lago te anima tomar otra copa. Respecto a la graduación alcohólica, se encuentra muy adaptada a la intensidad de color, aromas y persistencia que presenta el vino. Sobre el precio es mejor no hablar.

Por último puedo resaltar que me han llamado la atención varios aspectos de Villa del Lago: El primero son las recomendaciones que se hacen sobre la fecha de consumo preferente del vino y a las que no estamos acostumbrados por España. El segundo es el corte de vino tan diferente que presenta para el paladar español.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Juana la Loca

Juana la Loca es un bar que se encuentra en la calle San Agustín número 41 de Logroño, en el entorno de la calle Laurel. El local es amplio y, aunque a menudo está lleno, siempre se puede encontrar sitio. Además hay lugar enfrente de la barra, junto al espectacular mural, donde se pueden apoyar también las consumiciones.

Sus especialidades son los pinchos de Hamburguesita elaborada con carne de ibérico y el Chipirón en bocatita con una deliciosa salsa. También sirven raciones, de entre las que personalmente nos quedamos con los mejillones de roca que sirven riquísimos. La carta de vinos es variada y está muy bien seleccionada.


Si a todo lo anterior añadimos que la atención es siempre excelente se comprende por qué este bar es uno de nuestros favoritos de la Laurel. Así se ha convertido en el lugar donde solemos quedar para comenzar nuestras rutas de pinchos de los fines de semana.


viernes, 18 de noviembre de 2011

Hombros 2008

La bodega Casar de Burbia se encuentra en la comarca del Bierzo, en León. Nosotros conocimos sus vinos hace poco, con motivo del salón de la Guía Peñín y nos gustaron mucho. Además Nacho y yo aprovechamos para preguntar más detalles sobre su elaboración, lo que nos permitió, como ya conté aquí, enterarnos del cuidado proceso de selección que siguen.

En concreto, este vino se llama Hombros porque sólo se emplean en él las uvas de la zona de los hombros de cada racimo, es decir, las mejores. Además la selección se realiza en la planta mediante poda de los racimos menos interesantes en primer lugar y corte de la zona inferior de los seleccionados en segundo. También se aclaran hojas para asegurar la correcta insolación y que la maduración de los frutos sea óptima. La variedad es la Mencía, propia de la región, procedente de viñedos centenarios situados a más de 600 metros de altitud. El vino es criado durante 12 meses en barricas de roble francés.

Con todos estos detalles y nuestra descripción, a Javier le pareció interesante disfrutar del vino con más calma y decidió encargar un estuche con dos botellas y una tableta de chocolate con vino Hombros. Hay que decir que la tienda on-line de la bodega funciona muy bien y que en un par de días había recibido el pedido en su casa. Más cómodo imposible.


El vino nos gustó desde el principio. Ya a la vista su color rubí intenso nos encanta. También sus aromas son intensos y complejos, con buen equilibrio entre fruta y madera. En boca presenta un inicio algo astringente para mostrar en seguida buena estructura y sensaciones frutales con madera bien integrada. Persistencia larga y agradable. Da la sensación de ser un vino que lleva también mucho trabajo en bodega.


Pero cuando más destacó el vino fue acompañando distintos alimentos. Entonces dejamos de notar esa leve astringencia inicial y se mostró soberbio con embutido, queso y especialmente con el chocolate con el que maridó a la perfección. Chocolate, por cierto, elaborado en Austria con cobertura de chocolate negro (60% de cacao) y relleno de crema de cacao con vino y que nos pareció exquisito.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

Día de los Sistemas de Información Geográfica

Hoy día 16 de noviembre se ha celebrado en todo el mundo el GIS day o día de los Sistemas de Información Geográfica. Como toda celebración mejora si hay buena comida, nosotros lo hemos celebrado con esta impresionante tarta que ha preparado Elena. No le faltaba de nada: ríos, carreteras y cabeceras de comarca. Pero lo mejor de todo es que además estaba riquísima. ¡Muchas gracias!


domingo, 13 de noviembre de 2011

Restaurante Kabuki

Kabuki
Dirección: Avda. Presidente Carmona 2, Madrid
Teléfono: 914176415
Web: www.restaurantekabuki.com
Precio aproximado: 75€

El Kabuki es, aparte de un tipo de teatro japonés, un restaurante que hace ya tiempo teníamos muchas ganas de conocer. No en vano ha sido, tras el el Kabuki Wellington, el segundo restaurante japonés en España que ha obtenido una estrella de la guía Michelín.

Se trata de un proyecto iniciado por Ricardo Sanz, gran conocedor de la cocina japonesa, que ha combinado brillantemente con la mediterránea. Ahora continúa en la misma línea Mario Payán, mientras Sanz dirige el Kabuki Wellington.

Abre de lunes a viernes para comidas y cenas y sábados sólo para cenas. Los domingos cierra. Nosotros pudimos hacer una reserva de última hora en la barra donde, a cambio de una pequeña incomodidad, se puede disfrutar de algunas vistas de la organización de cocina y comedor y de la preparación de algunos platos. Todo un espectáculo. Añadir que cuando hace buen tiempo también se puede comer en su terraza.

A la hora de pedir nos dejamos aconsejar y comenzamos compartiendo varias de las especialidades más conocidas del Kabuki. Así la cena comenzó con el Sashimi Moriawase. Un plato en apariencia sencillo que consta de unos trozos de pescado y marisco (calamar, lubina, vieira, atún, toro, salmón y gamba, si no recuerdo mal) y que ya nos puso muy claro desde el principio que estábamos en un lugar excepcional. Todas las piezas tenían un sabor extraordinario y una suave textura que hacía que se deshicieran en la boca. Verdaderamente es algo que hay que probar.


Después llegó el turno del nigiri. Empezamos por una deliciosa Gamba Roja, con el detalle de servir además la cabeza a la plancha, de la que todavía se podía extraer algo de carne.


Siguió su famoso Pez Mantequilla (o fletán, o halibut) con cebolleta y trufa, junto con la Vieira Yuzu. El primero hacía honor a su nombre por su textura. Y en sabor ambos mantenían el altísimo nivel de sus predecesores.


Luego vino el no menos famoso Toro Tamari (ventresca de atún) levemente cocinado y con mostaza de Dijon. De nuevo comprendimos el porqué de su fama. Sublime.


Los siguientes fueron originalidades propias del Kabuki. El Steak Tartar, carne para variar, sabrosa y con el detalle del jalapeño (que era de los buenos).


Y finalmente el Huevo frito de codorniz con trufa, gran combinación de sabores que nunca falla.


En cuanto a segundos, escogimos tres opciones diferentes. El Ankimo es un hígado de rape al vapor con cebolleta y salsa ponzu que personalmente me dejó un recuerdo imborrable. Muy suave en la boca y con un sabor que recordaba al mejor foie con el añadido del mar. Una verdadera explosión de sabor que siguió en mi cabeza durante horas.


El Maguro Teriyaki o lomo de atún con salsa teriyaki es un clásico de la cocina japonesa. Cuando el pescado está en su punto y la salsa complementa y no tapa su sabor, roza la perfección.


Finalmente el Usuzukuri en Adobo era otro delicioso pescado con el añadido de migas de tempura como acompañamiento a modo de pan. Una delicia.


Hay que decir que los postres del Kabuki son también muy elogiados pero nosotros no fuimos capaces de probarlos. Con todo lo comido hasta ese momento no podíamos con nada más. Seguramente nos pasamos cuando pedimos los entrantes pero fuimos incapaces de arrepentirnos.

En cuanto a vinos, también cuenta con una carta en la que prima la variedad. El elegido para la ocasión fue el tinto Dominio de Tares 2007, del Bierzo, elaborado con la uva Mencía, propia de la región y procedente de cepas viejas.

Salimos del Kabuki plenamente satisfechos y convencidos de haber cenado en un restaurante muy especial. La comida nos pareció sobresaliente y la atención fue amable y cercana, consiguiendo que nos sintiéramos a la vez cómodos y bien atendidos en todo momento. Sin duda un lugar para volver.