Hace poco tiempo que vine por primera vez a Fuerteventura. Y tanto me gustó la experiencia que no dudé un instante a la hora de aprovechar una nueva oportunidad de volver a visitarla. Así que aquí estoy de nuevo, en la "isla tranquila" pasando una semana precisamente de eso, de tranquilidad y relax.
Llegué por la noche y ya me esperaban con una reserva para cenar en el Restaurante Canario del hotel. Ensalada con aguacate, pescados, también carnes con salsas variadas, papas arrugadas con mojo y plátano flambeado fueron algunos de los alimentos que pude disfrutar.
También he vuelto al Restaurante Mandarín, en el que una vez más he revisitado la comida china (pasta con salsa de cacahuete, cerdo con salsa agridulce,...) y japonesa (sushi, pollo teriyaki,...).
Además ayer tuvimos una fiesta junto a la piscina, con música en directo, paella (también preparada en directo) y sangría. Tanto la paella como la sangría estaban en su punto y resultaron una combinación estupenda para disfrute de todos los huéspedes del hotel, particularmente los extranjeros que aquí son mayoría. Y es que serán tópicos de la cocina española, pero desde luego han ganado su fama por buenas razones.
En cuanto al tiempo, pues está siendo entre bueno y muy bueno. El domingo, pese a que estábamos de temporal (he visto llover en el desierto, en el que incluso empieza a brotar algo de hierba), aún pude bañarme un rato en la piscina, puesto que las temperaturas superaban los 20 grados. Y los demás días ha sido mejor. Ya no ha llovido y se ha dejado ver el sol cada vez más, hasta hoy, que apenas ha habido nubes y hemos pasado un buen rato de playa tomando el sol y bañándonos en el mar. Una gozada.
Para los próximos días espero continuar con el mismo tipo de actividades: sol y mar. También alguna excursión en bicicleta por los alrededores y posiblemente una escapada a Lanzarote para visitar algún restaurante y alguna bodega.
Ya seguiré contando.
Llegué por la noche y ya me esperaban con una reserva para cenar en el Restaurante Canario del hotel. Ensalada con aguacate, pescados, también carnes con salsas variadas, papas arrugadas con mojo y plátano flambeado fueron algunos de los alimentos que pude disfrutar.
También he vuelto al Restaurante Mandarín, en el que una vez más he revisitado la comida china (pasta con salsa de cacahuete, cerdo con salsa agridulce,...) y japonesa (sushi, pollo teriyaki,...).
Además ayer tuvimos una fiesta junto a la piscina, con música en directo, paella (también preparada en directo) y sangría. Tanto la paella como la sangría estaban en su punto y resultaron una combinación estupenda para disfrute de todos los huéspedes del hotel, particularmente los extranjeros que aquí son mayoría. Y es que serán tópicos de la cocina española, pero desde luego han ganado su fama por buenas razones.
En cuanto al tiempo, pues está siendo entre bueno y muy bueno. El domingo, pese a que estábamos de temporal (he visto llover en el desierto, en el que incluso empieza a brotar algo de hierba), aún pude bañarme un rato en la piscina, puesto que las temperaturas superaban los 20 grados. Y los demás días ha sido mejor. Ya no ha llovido y se ha dejado ver el sol cada vez más, hasta hoy, que apenas ha habido nubes y hemos pasado un buen rato de playa tomando el sol y bañándonos en el mar. Una gozada.
Para los próximos días espero continuar con el mismo tipo de actividades: sol y mar. También alguna excursión en bicicleta por los alrededores y posiblemente una escapada a Lanzarote para visitar algún restaurante y alguna bodega.
Ya seguiré contando.