martes, 31 de marzo de 2009

XI semana del pincho 09 en Navarra

La semana pasada la Asociación Hostelería Navarra celebró la XI semana del pincho. Y como ya sabemos, se trata de un certamen en el que se presentan pinchos de excepcional calidad. Por eso no podíamos dejar pasar el evento y nos presentamos un día en Pamplona para tratar de catar tantos pinchos como fuese posible.
Comenzamos en la calle Estafeta visitando el Hilarión. Los pinchos eran Sinfonía de sabores y Mi tierra. Una crema de verduras con jamón y un palito de pan y una deliciosa brocheta de verduras de la huerta navarra con queso fundido. Estuvieron entre lo mejor que probamos en toda la noche.Después fuimos al único bar que traíamos como fijo de antemano: el Gaucho. Aquí tomamos la Delicia de pescado a baja temperatura entre cremas de huerta y monte y otro llamado I+2A. Tomándolos en el orden indicado eran una comida completa comenzando por el salmorejo, siguiendo con el pescado, continuando con las carrilleras y terminando con una cuajada. Nosotros le otorgamos nuestra más alta puntuación.El siguiente bar fue el Niza. Los pinchos que ofrecía eran: Lechugas en la niebla y Snack trek, sin duda los pinchos frikis de la jornada. El primero era una ensalada César en la que al añadirle la vinagreta se desprendía una ligera niebla. Espectacular. El segundo lo describían como tres snacks en un pincho: piel crujiente de bacalao, taco de bacalao con pil-pil de coco y callos y chupito de tomate transparente.De allí nos fuimos a la calle San Nicolás para visitar La Chistera. Nos sirvieron un Tataki de salmón salvaje, sopa de manzana fugi y caviar de trucha y un Milhojas de queso de cabra, foie micuit y mermelada de Piquillo de Lodosa. Estaban bien, pero las combinaciones distaban de ser perfectas. Por ejemplo en el milhojas el queso de cabra impedía apreciar el foie.En la Plaza del Castillo visitamos el Café Iruña. Sus pinchos eran más bien platos completos, dado su tamaño. Menos novedosos tal vez, pero sin duda eficaces sus Cordero de Navarra confitado al aroma de romero con salsa agridulce de choriceros y compota de cebolla ahumada acompañado con teja de queso y Lámina de pulpo rellena de patatas panadera sobre mahonesa de pimentón con daditos de pan caramelizado al vino tinto.Aquí ya estábamos bastante llenos, pero aún hicimos un esfuerzo para volver a la calle Estafeta y probar en La Granja una Ensalada de virutas de ternera de Navarra con ajo blanco y sus escamas de sangría y una Sorpresa pato La Granja con salsa de cerezas y frutas del bosque. El esfuerzo mereció la pena.Eso sí, menos mal que para nosotros es una ocasión al año, porque los precios de 4,30 euros por degustación (dos pinchos) con el vino aparte, es como para no repetir a menudo.

martes, 24 de marzo de 2009

Abadía Retuerta

Aproximadamente a mitad de camino entre Valladolid y Peñafiel, en Sardón de Duero, se encuentra la bodega Abadía Retuerta. Su ubicación linda con la denominación de origen Ribera del Duero y su vino, pese a no estar incluído en la misma, disfruta de características similares.
La visita guiada comienza en el monasterio premostratense del siglo XII, actualmente en obras para la puesta en marcha de un hotel.De allí nos dirigimos hacia los viñedos, que nos explicaron se encuentran divididos en unos 50 pagos, atendiendo a la altitud, tipo de suelo y variedades de uva. Las vides se cultivan en espalderas y tienen sistemas de riego automatizados así como sensores de humedad y de crecimiento de las plantas. También se ven en los campos espectaculares torres con ventiladores, algunos incluso capaces de emitir aire caliente, y que se usan para evitar la formación de hielo en épocas frías.La bodega se encuentra en un pinar cercano y también cuenta con la más moderna tecnología. El movimiento de la uva, mosto o vino siempre se produce por gravedad, evitando las bombas. La sala de barricas está excavada en la montaña, lo que le garantiza una temperatura óptima en su interior.Por último volvimos al monasterio donde, en el edificio que fue la iglesia nos ofrecieron una cata de tres de sus vinos: un blanco, un rosado y un tinto. Los tres sin duda muy correctos, fruto de una cuidadísima elaboración.En concreto el tinto era el Selección Especial de 2006, que espero comentar más en detalle en unos días. A priori un vino muy interesante puesto que, según nos dijeron, el de 2002 ganó el premio al mejor vino tinto en el International Wine Challenge en 2005.
Me sorprendió enterarme de que la finca pertenece a la empresa farmacéutica Novartis. Mucho se ha hablado en los últimos años de los beneficios que tiene para la salud el consumo moderado de vino, pero esto no me lo esperaba. Ahora tengo que buscarme un médico que me los recete. :-)

sábado, 21 de marzo de 2009

Peñafiel

En la provincia de Valladolid y formando parte de la denominación de origen Ribera del Duero se encuentra Peñafiel. Sin duda es un lugar que merece la pena ser visitado y no sólo por su excelente lechazo. También encontramos en Peñafiel la plaza medieval del Coso, varias iglesias de gran interés arquitectónico, y sobre todo el impresionante castillo, cuyo recinto exterior data del siglo XI.
El edificio está reconstruído y puede ser recorrido en visitas guiadas. Desde su torre del homenaje se tienen una vistas privilegiadas de todo el pueblo y alrededores. Uno de los edificios que más llama la atención es el de la conocida bodega Protos.Además el castillo es sede del Museo Provincial del Vino de Valladolid. El museo dispone de una sala bien acondicionada para realizar catas en las que aprender los fundamentos de la misma así como conocer las características de los distintos vinos de la zona. Nosotros catamos cuatro vinos. Comenzamos con un verdejo de Rueda muy aromático. Continuamos con un rosado de Cigales que también nos gustó bastante. Después hicimos un cambio de tercio para catar un cabernet chileno. Y finalmente probamos un excelente tinto de Ribera del Duero en el que pudimos apreciar fruta y madera perfectamente ensamblados.Un muy interesante recorrido por los vinos que se elaboran en la provincia de Valladolid.

jueves, 19 de marzo de 2009

Asados Mauro

En Peñafiel y justo al pie de su imponente castillo se encuentra este restaurante. Su especialidad son las carnes asadas y entre ellas especialmente el lechazo o cordero lechal asado. Aquí lo asan por cuartos en un horno tradicional y a la vista desde el comedor. El resultado es una carne tierna, jugosa y muy sabrosa. Una verdadera delicia.
Lo más habitual es tomar el lechazo y una ensalada. Pero además hay variados entrantes para elegir. Nosotros pedimos antes de la carne una morcilla que estaba muy rica.También en el apartado de postres hay un buen número de ellos para elegir, todos caseros. Aquí nos decidimos por un ponche segoviano y un bavarois de café.Acompañamos la comida con el vino de la casa. Se trata de un cosechero de la zona que sirven en jarras de barro y que acompañó perfectamente al asado.
Además el precio resultó muy ajustado. Nos habían recomendado este sitio y sin duda fue una muy buena recomendación.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Les Luthiers

Alguna excusa había que buscar, aunque no hiciera falta, para visitar Valladolid y la Ribera del Duero. Y fue el asistir a la actuación de Les Luthiers y la presentación en España de su espectáculo Los premios Mastropiero. Algunos de los que hacemos este blog somos seguidores incondicionales de los humoristas argentinos y no nos podíamos perder esta ocasión.
Fueron casi dos horas de humor inteligente del bueno. Y además aderezado con su habitual virtuosismo musical. Desde el principio hasta el final no paramos de reir con la serie de escenas en la que el hilo conductor es una ficticia entrega de premios a las artes. Con esta excusa hacen un recorrido por la música, el cine, teatro, televisión, etc. Y no dejan títere con cabeza.
Ahora ya sólo nos queda el recuerdo mientras esperamos que traigan su siguiente espectáculo. Mientras tanto os dejo con uno de los fragmentos que más nos hizo reir.

lunes, 16 de marzo de 2009

De pinchos por Valladolid

El fin de semana pasado estuve por Valladolid. Y una de las cosas que más me ha gustado de la ciudad son sus bares de pinchos. Tiene muchos, con pinchos elaborados y de gran calidad y con una cuidada selección de vinos en la que lógicamente predominan los Ribera de Duero.
Como muestra, nosotros visitamos los establecimientos que voy a comentar a continuación.
La Tasquita II, bar de tapas. Sirven tostadas o canapés de variados ingredientes. Por ejemplo unos de carne con foie que estaban riquísimos.El Corcho. Un bar con diversas especialidades entre las que destacan unas excelentes croquetas de jamón caseras. El rebozado es fino y crujiente y en el sabroso relleno se aprecia perfectamente el jamón.
Bar Zamora. Variados pinchos sobre rebanada de pan. Probamos uno de verduras y otro de pulpo a la gallega, con su patata y todo.Bar Restaurante Jero. Sencillamente espectacular. Ganador de numerosos premios a lo largo de los años, un vistazo a su barra muestra enseguida el porqué. Este bar lo visitamos dos veces y probamos gran número de pinchos. Muchos de ellos eran exquisitas combinaciones de sabores salados y dulces. A destacar el Angelillo: mousse de foie con pistacho y confitura de limón.
El Buen Tapeo de Bimi. Nos acogió cuando todos los demás bares ya cerraban. Tiene una barra llena de pinchos y canapés de tipo más tradicional. Yo elegí una tartaleta de picadillo con huevo.
Al terminar nos fuimos a otro bar, el Penicilino, donde la especialidad es un vino dulce, el Tostadillo, acompañado de una zapatilla, que es un mantecado típico. Pero además tienen hasta seis vinos dulces distintos de grifo. Un local original y muy interesante.
En definitiva una buena experiencia que espero poder repetir, porque todavía me quedan muchos otros bares por visitar.
Pero hay muchas más cosas que se pueden hacer por Valladolid y sus alrededores. En próximas entradas contaré algunas otras experiencias del fin de semana.

jueves, 12 de marzo de 2009

Kabanova comedor

Katia Kabanova es el título de una ópera de Janacek. Y también es el nombre elegido para este restaurante situado en la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil de Logroño.
El comedor es pequeño y está decorado con una sobriedad casi minimalista que termina resultando agradable, pues no distrae los sentidos de lo que debe ser lo principal: la comida. La carta contiene elaboraciones basadas en productos muy tradicionales pero preparados siempre con un toque de originalidad. Para probar el mayor número de platos nosotros nos decantamos por el menú degustación.
Comenzamos con un aperitivo Kabanova. Un queso suave para untar con miel y sésamo.Sigue la Ensalada de foie y paleta ibérica. Fresca, bien aliñada y con el sabroso complemento del foie y la paleta.A continuación probamos el Brick de caza sobre cebolla confitada con pasas. La carne de caza, de intenso sabor, estaba en su punto. El brick levemente aceitoso. La cebolla confitada y las pasas constituían un acompañamiento perfecto.Después llegó la Crema de patatas a la Riojana con timbal de picadillo y huevo frito de codorniz. Para mi gusto un plato muy logrado. Con todo el sabor de las clásicas patatas con chorizo, salvo que las patatas eran puré y el chorizo era picadillo. Hasta llevaba un trocito de guindilla.El Lomo de bacalao a la Riojana (del que lamentablemente no tengo foto) resultó un plato más clásico. Un bacalao no especialmente sabroso que se separaba con facilidad sin desmigarse.
A cambio la Pluma de ibérico con salsa de queso de cabra y trufa era una verdadera explosión de sabor. Una carne tierna, jugosa y muy sabrosa perfectamente acompañada.Antes del postre tuvimos un intermedio con una espuma de mango que resultó muy refrescante.Y para finalizar llegó el Mouse (sic) de chocolate con helado artesano de plátano al ron. Tanto el chocolate como el helado nos parecieron excelentes.La carta de vinos tiene una gran variedad de Riojas para elegir. También hay unos pocos vinos de algunas otras denominaciones españolas (uno por denominación). Y lamentablemente en el apartado internacional lo único de que disponen es de un Lambrusco. Nosotros elegimos un tinto de Ramón Bilbao Tempranillo Edición Limitada, crianza de 2005. Un vino que nos pareció situado entre la tradición y la modernidad y que resultó muy correcto.
En definitiva una cena agradable con platos de sabor tradicional pero originales a la vez y con una relación calidad precio aceptable.