Ábalos es uno de los pocos municipios de La Rioja que se encuentra en la margen norte del río Ebro. Por eso sus vinos han sido tradicionalmente más parecidos a los de Rioja Alavesa que a los de Rioja Alta.
De la Bodega y Viñedos Solabal de Ábalos probamos en esta ocasión su Reserva de 1999.
Presenta un limpio tono rubí con ribete teja. También se observan algunos posos de muy pequeño tamaño. En nariz su aroma es de intensidad media-alta, con predominio de fruta y tostados. Y en boca permanece agradablemente su toque ácido y levemente astringente.
Nos resulta un vino armonioso pese a que en nuestra opinión el 13,5% de alcohol es sin duda excesivo.
Por cierto, que la bodega la visitamos en septiembre de 2006 durante una denominada Jornada de Puertas Abiertas. Si bien la jornada en sí fue un tanto decepcionante por su organización, nos brindó la ocasión de conocer por dentro algunas bodegas muy interesantes. Y en concreto la de Solabal fue posiblemente en la que más tiempo estuvimos puesto que nos dieron un paseo guiado por la misma y posteriormente nos invitaron amablemente a probar sus vinos y a comprobar el porqué de todos los premios que orgullosamente exhiben. Todo un detalle que disfrutamos con sumo placer.
Presenta un limpio tono rubí con ribete teja. También se observan algunos posos de muy pequeño tamaño. En nariz su aroma es de intensidad media-alta, con predominio de fruta y tostados. Y en boca permanece agradablemente su toque ácido y levemente astringente.
Nos resulta un vino armonioso pese a que en nuestra opinión el 13,5% de alcohol es sin duda excesivo.
Por cierto, que la bodega la visitamos en septiembre de 2006 durante una denominada Jornada de Puertas Abiertas. Si bien la jornada en sí fue un tanto decepcionante por su organización, nos brindó la ocasión de conocer por dentro algunas bodegas muy interesantes. Y en concreto la de Solabal fue posiblemente en la que más tiempo estuvimos puesto que nos dieron un paseo guiado por la misma y posteriormente nos invitaron amablemente a probar sus vinos y a comprobar el porqué de todos los premios que orgullosamente exhiben. Todo un detalle que disfrutamos con sumo placer.