jueves, 29 de marzo de 2012

Vinoteca Bodegas Segura. Viladecans

Bodegas Segura es una vinoteca situada en una céntrica calle de Viladecans que tiene interesantes referencias en vinos y licores y curiosas iniciativas anticrisis. 

 
El reclamo para acudir a esta tienda, surgió a través de una invitación al correo electrónico para disfrutar de una degustación de cava Gramona Brut. En la tienda nos recibió Mercedes que junto con Javier regentan la tienda desde hace años. 

 
El local se dispone en un bajo, en el que se distribuye el vino, y un sótano (con forma de calado) en el que se encuentra el almacén y la zona de catas. La decoración gira en torno a la idea clásica del vino, para lo que la madera y la iluminación se combinan dando cierto aire de bodega tradicional.



Mercedes nos contó algo de historia de la tienda y nos acercó, tras una copa de cava, al calendario de las catas que imparten como iniciativa para fidelizar al consumidor. Además nos enseñó la mesa de cata preparada para degustar unos vinos de Ribera de Duero. Por último le pedimos consejo para comprar unos vinos de la zona que posteriormente degustaríamos por nuestra cuenta. Los vinos fueron IMUS Selección 2010 y Más de Bellvís 2009 de agricultura ecológica (absolutamente recomendable)


 

La tienda también dispone de venta de vino a granel de las denominaciones de origen Rioja, Navarra, Cataluña, Monsant… Pude comprobar que esta iniciativa les estaba dando buen resultado y el paso adoptado al ampliar el formato de venta de vino (embotellado y granel) resultaba muy atractiva al público. Mercedes y Javier habían retomado el denostado formato de tienda-bodega de barrio de venta de vino a granel para combinarlo con la asesoría en venta de vino de DO (supuesta calidad) y la venta de vino embotellado. Una interesante iniciativa para estos tiempos en los que el consumo de vino en España no deja de caer.

martes, 27 de marzo de 2012

Tradiciones gastronómicas en Cataluña. Calçotada en Casa Ricard.

He tenido ocasión de pasar unos días por Cataluña y poder degustar una de sus tradiciones gastronómicas mas conocidas, la calçotada.

Entrada al restaurante Casa Ricard
En busca de poder disfrutar de una magnifica calçotada a finales de temporada, caí en Casa Ricard en la localidad de Alió, provincia de Tarragona, cercano a Valls. Casa Ricard posee un amplio restaurante en el que por 34 € ofrece un menú de calçots (todos los que quieras), un surtido de carne, vino, cava, pan y postre y si no te acabas las raciones te las ponen para llevar a casa, no es broma.

El primer plato consiste en calçots (asados) que se sirven sobre tejas acompañados de una salsa de romesco, guantes de plástico y babero. El calçot tiene su propia manera de ser degustado. Esta consiste en un proceso parecido al siguiente: se sujeta con una mano la planta por las hojas [verdes] centrales, con la otra mano se retiran las hojas-tallos carbonizados quedando la parte central limpia que se revolverá por la salsa. Normalmente los clientes usan guantes y babero pero pude comprobar que existen valientes que prefieren el pringue.
 

 

La comida va acompañada de un porrón de vino (o los que quieras) de la DO Monsat que ayuda en el empuje de semejante atracón (se pueden repetir todas tejas que quieras). Consultados los camareros sobre la media de consumo, calculan que una persona novel aproximadamente puede comer entre 1 y 2 tejas fácilmente [afortunadamente me encuentro en la media]

Tras los calçots se sirve un surtido de carne con butifarra, morcilla, una especie de alubias de la zona, chuletillas y filetes de cordero, junto con 1 patata, 1 tomate y 1 alcachofa asados. Además te abren una botella de cava para disfrutar del conjunto cárnico. 

 

En este momento de la comida es curioso observar como los clientes se levantan para acudir a tomar el aire a la calle o con la excusa fumarse un cigarro descansar sus estómagos. Por si alguien se ha quedado con hambre de postre se ofrece crema catalana junto con café o infusiones. Todo un amplio menú para bautizarse en una de las típicas tradiciones gastronómicas catalanas.

Crema catalana

lunes, 12 de marzo de 2012

Asador El Cortijo - II Jornadas de La Matanza

Ya estuvimos el año pasado en las I Jornadas de La Matanza (en el enlace todos los datos del asador) y como nos gustó, decidimos volver a la segunda edición. Esta vez podemos decir que sabíamos a lo que veníamos: una verdadera exaltación del cerdo como materia prima de asados y guisados. Puro sabor para una comida de las que de vez en cuando hay que permitirse disftutar.

El menú es idéntico al de la vez pasada, de nuevo con alguna libertad. En esta ocasión el picadillo de salchichón se convirtió en salchichón a la brasa, sin ninguna explicación. Pero lo malo fue al principio de la comida, cuando la experiencia amenazó con estropearse. En el momento en que dijimos que íbamos a comer el menú empezaron por traernos el vino (que está incluído en el mismo) en la forma de una botella de tinto joven que apareció en nuestra mesa abierta y helada. Helados nos quedamos también nosotros.

El vino, como digo, está incluído en el menú y es el de la bodega aneja (Bodegas Treviño) así que no hay mucha elección, pero al menos el año pasado nos dieron a elegir entre joven y crianza (ambos nos gustaron, por cierto). Por otra parte lo de la botella abierta y fría ya es un error increíble y debería haber hecho que directamente pidiéramos que se la llevaran. Pero por tener la fiesta en paz tratamos de arreglarlo pidiendo (puesto que probablemente íbamos a beber dos) si nos podían sacar otra botella del tiempo y dejar la primera templándose. Fueron a mirar, pero no, no había del tiempo. Otra botella que nos sacaron (cerrada esta vez por lo menos) se quedó encima de la mesa tratando de adecuar su temperatura a lo recomendable. Para más mortificación el agua nos la sacaron del tiempo. Suponemos que en las cámaras no tenían sitio con todo el vino dentro.

Estamos por desgracia bastante acostumbrados al maltrato al vino, pero resulta mucho más llamativo este caso en el que ese maltrato se lo inflijen a su propio vino. Si lo que quieren es que no le apreciemos aromas ni sabor y que sólo sirva para tragar la comida, entonces acertaron. Una lástima.

El segundo error fue con las croquetas de jamón. Pese al buen aspecto que muestran en la foto, nos llevamos la desagradable sorpresa de que eran congeladas, cosa que descubrimos porque aún no habían terminado de descongelarse cuando llegaron a nuestra mesa. Se las llevaron para calentarlas un poco y luego nos las devolvieron en mejor estado.


Por suerte ya el resto de la comida transcurrió sin más sobresaltos. Plato tras plato de ricas especialidades porcinas. Lacón, chorizo asado, salchichón asado (¿picadillo reconstruído? :-), revuelto de morcilla con pimientos (con mucho más sabor a pimientos que a morcilla) y manitas guisadas (muy ricas).



Breve interludio con un sorbete de limón y vuelta a la carga. En ningún momento faltó comida en la mesa.


Seguimos con los platos fuertes. Carrilleras al vino tinto (también muy ricas), secreto y careta.


Y así llegamos a los postres. Morcilla dulce, estupendo colofón para una comida temática como ésta y luego otro postre como concesión a lo acostumbrado. Probamos una tarta de queso prescindible y un hojaldre con chocolate que sí consiguió hacerse por méritos propios un hueco en nuestros estómagos ya colmados.


Terminamos con café y piruleta, satisfechos y bien comidos. Aunque seguimos sin explicarnos por qué nos hurtaron el disfrute adecuado del vino con semejante comida.

jueves, 8 de marzo de 2012

Caecus Verderón 2010 Blanco Rioja

Bodegas: Pago de Larrea
Carretera de Cenicero, 1  01340 Elciego (Alava)
Tel: 945 60 60 63

He tenido ocasión de probar el vino blanco que elabora la bodega Pago de Larrea situada en el municipio de Elciego.

 
















Tal y como se indica en la contraetiqueta el vino esta fermentado en barrica y presenta un color amarillo sobre el que destaca una amplia tonalidad de colores verdes. En aromas es rico con presencia notable de vainilla propia de la barrica y en boca destaca su acidez que lleva a sorprender para un vino blanco Rioja. El vino hace honor al apodo de Verderón que le han acuñado por destacar en el aspecto de jóven, acido, citrico sobre todo lo demás. La nota de cata que facilita la bodega menciona el uso de Viura y Malvasía que manifiestan una presencia en el vino que ciertamente sorprende por su potencialidad y que parece tener mas influencia de otras variedades atlánticas que de las habituales en Rioja.



 

domingo, 4 de marzo de 2012

Restaurante "El mirador" (Berceo)

En muchas ocasiones lo conocido suelo ser lo más desconocido. ¡Que contradicción! Voy a explicarlo mejor. Ese bar o esa cafetería cercana a nuestras casas donde quedamos con los amigos, al que hemos ido muchas veces a tomar el aperitivo, un café o a echar una partida de billar, resulta que tiene una parte de restaurante que nunca hemos probado y que puede llegar a sorprendernos.

Esto me pasaba con el restaurante “El Mirador”. Este restaurante se encuentra en Berceo y está situado en la salida del pueblo, dirección San Millán de la Cogolla.


Hace una semana llevé a unas amigas a conocer el valle del río Cárdenas. Nuestro plan era flexible y a la hora de comer estábamos dando una vuelta por Berceo, así que decidimos entrar  en “El Mirador” y comer allí su menú del día. El comedor estaba cerrado pero nos ofrecieron poner la mesa en la parte del bar. 

La primera sorpresa fue el mantel y las servilletas de tela, en muchas ocasiones ese menú trae consigo ese mantel de papelillo que al final de la comida se ha deshecho. También nos trajeron un cuenco de aceitunas, un detalle de la casa, mientras llegaban nuestros platos. 

De primero pedimos “Menestra de verduras salteada con ajo, jamón y almendras”, “Hojaldre de espárragos” y “Pasta a la riojana (con tomate y chorizo) con queso gratinado”.  


 

De segundo plato nos decantamos por el “Bacalao a la riojana”, los “Huevos horneados con picadillo y piquillos” y “Entrecot de ternera a la plancha”.


 


Y por último los postres  “Arroz con leche”,  “Crema de yogurt” y “Tarta de queso con almendras y caramelo”.


 


Ha sido todo un descubrimiento. Por 14 euros por persona, con pan, agua y vino de Rioja incluidos, disfrutamos de una comida deliciosa y con muy buena presentación. La menestra, el bacalao y la tarta de queso se llevaron todos nuestros elogios. Y lo que es mejor, ya no tengo dudas sobre que restaurante recomendar cuando mis amigos vayan de visita a mi valle.